El parque García Sanabria, un nuevo gimnasio en Santa Cruz

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Personas haciendo deporte al aire libre / ARCHIVO
Personas haciendo deporte al aire libre / ARCHIVO

Las medidas que prohibían el deporte en espacios cerrados tras el confinamiento hizo que los espacios verdes urbanos ocuparan el lugar de los gimnasios. El parque García Sanabria, en Santa Cruz de Tenerife, es un ejemplo de ello, donde desde entonces, decenas de personas lo usan cada día para hacer ejercicio. Y aunque los gimnasios ya estén abiertos algunos deportistas comentan que su nuevo gimnasio a partir de ahora será el parque. Yoga, boxeo o baile se entremezclan con sentadillas y flexiones, cada uno en su espacio, respetando las distancias y disfrutando de ese cachito de naturaleza, las mañanas son para ejercitarse.

Yoga entre árboles en la ciudad

Ilaria, junto con dos amigas que vienen a hacer ejercicio al Parque por primera vez, colocan sus esterillas en una esquina del parque y colocan un pequeño altavoz que emite una música relajante, que mezclada con el sonido ambiente y con el verde de las plantas aparentan un lugar espiritual. Las tres mujeres se colocan en diferentes posiciones, se mantienen y al cabo de unos segundos cambian de posición. Al igual que ellas, otras personas también se animan durante las mañanas a realizar yoga en el parque García Sanabria. “Creo que es mejor para practicar deporte al aire libre en comparación con el gimnasio”, opina Ilaria.

Un gimnasio al uso

De manera más profesional, Alberto, entrenador personal, se reúne cada día en el parque con sus clientes. Desde el covid este es su nuevo gimnasio y tiene claro, que la gente es más feliz haciendo deporte al aire libre. “Al aire libre, sea en un parque, una playa, un sitio abierto la gente se siente más liberada, más contenta. Se le nota mucho mejor y no se le hace tan rutinario como se les hace en los gimnasio”. Por eso tiene su agenda con varias clases al día, incluso, los fines de semana. “Vista la buena acogida que ha tenido el aire libre seguiré haciéndolo, porque además ellos lo desean”, explica.

Una pista de baile

Bachata, pasodoble, cumbia, rock, pop,... de todo lo que se pueda bailar, lo bailan los usuarios del Centro de mayores que usan el parque como pista de baile. Buscaban un lugar donde poder bailar todos tras el confinamiento y donde se cumplieran las medidas de seguridad, y este fue el lugar perfecto. Comentan que hacer ejercicio en el parque, es, en realidad, felicidad. “Estábamos muy parados, necesitábamos, sobre todo la gente mayor, moverse. Y además, mentalmente les hacía falta, bueno, nos hacía falta a todos”, comenta Maite, la profesora que marca los pases de baile que deben hacer. “La gente se ha recuperado tanto de manera física como mental”, explica, y con una sonrisa añade, “ya no se quieren marchar de aquí, porque estar al lado de los árboles te proporciona felicidad”.