Raquel Marín

Opinión

El cerebro en la menopausia

Neurocientífica

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Las mujeres disponemos de un tesoro hormonal (estrógenos y progesterona) que ejercen un sinfín de funciones maravillosas. Se suele pensar en las funciones clásicas de las hormonas sexuales relacionadas con el desarrollo de los órganos sexuales y de la libido. Sin embargo, las hormonas sexuales femeninas ejercen acciones en una variedad de órganos como el corazón, los vasos sanguíneos, el intestino, los huesos, la piel y, como no podía ser de otra manera, el cerebro.

Alguna de las funciones de las hormonas femeninas para el cerebro son:

  • Apetito sexual
  • Relaciones afectivas
  • Protección de las neuronas frente a lesiones
  • Fomento del riego sanguíneo
  • Contribución a la memoria, capacidad cognitiva y lingüística
  • Equilibrio anímico
  • Sueño
  • Termorregulación
  • Transporte de la grasa funcional al cerebro
  • Regulación de la actividad metabólica y de la producción de insulina

¿Sabías que? Los cambios hormonales que ocurren durante la etapa menopáusica pueden provocar cambios en el cerebro

Hacia los 45-50años de edad, los estrógenos y la progesterona empiezan a reducir sus niveles como consecuencia de una menor producción en los ovarios. Esta fase se denomina perimenopausia y puede alargarse durante unos años. Hacia los 55-60 años, los niveles de estas hormonas están bajos en la sangre.

Como consecuencia de estos cambios hormonales, el 70% de las mujeres afirma sufrir los síntomas de la menopausia que cursan con sofocos, problemas cardiovasculares, hipertensión, fragilidad en los huesos y alteraciones a nivel mental y anímico.

A los 60 años una mujer está en la flor de la vida y, de acuerdo a las estadísticas, tiene por delante al menos otros 25 años más que vivir felizmente. El reto está en conseguir un bienestar general con niveles más bajos de estrógenos y progesterona. Para ello no hay remedios milagrosos, pero una buena forma de buscar soluciones a la medida de cada organismo es conociendo mejor cuáles son los síntomas.

SÍNTOMAS COMUNES DE LA MENOPAUSIA A NIVEL CEREBRAL

  • Pérdida del apetito sexual
  • Mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas (alzhéimer, párkinson)
  • Mayor tensión sanguínea cerebral
  • Sensación de pérdida de memoria transitoria («lagunas mentales») y aturdimiento
  • Sensación de merma en las habilidades lingüísticas («se me olvidan palabras sencillas»)
  • Cambios de humor
  • Tendencia a la melancolía y al estado anímico bajo
  • Ansiedad
  • Insomnio
  • Sofocos y desequilibrios en la termorregulación corporal

No hay que alarmarse. Esta etapa no tiene porqué ser tan catastrófica como parece. Tanto el cerebro como los microorganismos del intestino siguen produciendo estrógenos. Los estrógenos que produce el cerebro se denominan neuroesteroides y participan en funciones para la protección neuronal y para salvaguardar las funciones cognitivas. Como investigadora he estudiado algunos de los aspectos beneficiosos que ejercen los neuroesteroides para las neuronas, contribuyendo a su funcionalidad y estabilidad. Por otra parte, hay mujeres que acuden a tratamientos con estrógenos de plantas. Hay una gran variedad de terapias alternativas en hierbas medicinales y remedios de fuentes naturales que pueden aliviar estos síntomas.

MEJORAR LOS SÍNTOMAS DE LA MENOPAUSIA A NIVEL CEREBRAL

Durante la menopausia es preferible ocuparse más que preocuparse, y probar aquellas fórmulas que van mejor para cada tipo de mujer. Conocer los posibles síntomas de la menopausia en el cerebro e identificándolos en cada caso permite un mejor abordaje y gestión de los mismos. Por encima de cualquier preocupación, recuerda la famosa frase de Winston Churchill: «Pasé más de la mitad de mi vida preocupado por cosas que jamás iban a ocurrir».

Las buenas noticias son que hay tres componentes sencillos y eficaces que están al alcance de cada mujer:

  • Hacer ejercicio físico de manera regular.
  • Alimentarse adecuadamente.
  • Mantener una actitud positiva.

Las investigaciones neurocientíficas han demostrado que con tan solo un cambio a la dieta mediterránea basada en verduras, frutas, legumbres, granos y semillas, y lácteos, pescado y carne magra con moderación, combinado con ejercicio físico moderado diario se puede retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas hasta en 10 años.

PAUTAS ALIMENTARIAS PARA EL BIENESTAR DE LA MUJER

En la etapa de transición hormonal en la mujer es particularmente importante que pongamos atención a lo que comemos. Cada mujer conoce su organismo mejor que nadie, pero a veces nos olvidamos de su lenguaje y comunicamos poco con el cuerpo. Conviene dedicarle una escucha particular con observación, cariño y atención plena. En esta tarea la mente es la gran aliada, por lo que es necesario tener el cerebro en plena forma. Esta relación es doble: La escucha y atención al cuerpo mejora el estado mental y alivia pensamientos negativos. Estas son algunas pautas a adoptar que pueden aportar mayor bienestar para el cerebro.

  • Beber líquido en abundancia (al menos 2 litros de agua al día).
  • Tomar fibra soluble e insoluble (La fibra insoluble en exceso puede generar un bloqueo en la absorción de calcio, por lo que conviene no abusar. Además, algunos productos ricos en fibra, como el salvado de trigo, contienen ácido fítico que impide la absorción de calcio).
  • Tomar una dieta rica en polifenoles abundantes en verduras y frutas.
  • Tomar alimentos ricos en ácidos grasos poliinsaturados (omega).
  • Tomar alimentos ricos en vitamina D, calcio y hierro.
  • Hacer algún ayuno ocasional (saltarse alguna comida o comer poco, si tu salud te lo permite). Consulta previamente con tu médico.
  • Evitar comer entre horas.
  • Evitar comer alimentos duros o que requieran mucha masticación.
  • Evitar el alcohol.
  • No tomar más de dos tazas de café al día (evitar tomarlas por la tarde ya que pueden empeorar el sueño).
  • Evitar el consumo de azúcares refinados y grasas saturadas.

Las etapas menopáusicas no son siempre fáciles de sobrellevar. En particular en sus inicios cuando se experimentan en el cuerpo cambios fisiológicos que modifican el equilibrio. Se puede tener tendencia al nerviosismo, malestar y baja autoestima. No obstante, identificando los cambios experimentados e incorporando los paliativos más útiles se puede conseguir que esta etapa sea gratificante y enriquecedora. Eres tu mejor amiga para ayudarte a sentirte bien. ¡La vida continúa con nuevos horizontes!


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