Agoney Melián, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Tenerife (Las cosas feas de mi casa)

Opinión

Compañera, no me excluyas de tu lucha

Presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Canarias

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Hoy, día que estoy escribiendo este artículo, es 8M, día de la mujer. Un día importante por lo que representa en nuestra sociedad, la posibilidad de visibilizar la figura de la mujer en todos los ámbitos de la vida.

Es terrible pensar que hay culturas en las que aún la mujer carece de valor, no me cabe en la cabeza, pero es así. A lo largo de la historia, y en esto no hay argumento posible para rebatirlo, ellas han estado en una situación mucho más compleja y en desventaja que los hombres. Han tenido que luchar para poder ser libres e independientes y eso me lleva a sentir una gran admiración.

Votar, abrir una cuenta bancaria o estudiar

Sé que hay personas que no están sensibilizadas con este tema y es por eso por lo que hoy he querido dedicar unas letras a compartir un poco de historia, un poco de cultura general que nos hace entender la importancia de las luchas, la importancia de no olvidar de donde venimos y el origen de las cosas.

No fue hasta la redacción de la Constitución de 1931 que en nuestro país las mujeres pudieron votar. Clara Campoamor, fue la figura más importante del movimiento femenino sufragista, luchó hasta conseguir dar un estatus que, hasta entonces, sólo habían tenido los hombres.

Otro de los acontecimientos más alucinantes es que hasta el año 1978, el otro día casi, una mujer no podía tener una cuenta bancaria sin el permiso de su marido. Esto, si lo traducimos bien dice que las mujeres fueron, económicamente hablando, prisioneras del sistema, negándoles la toma de decisiones y, en muchos casos, uniéndolas a una pareja que podía ser buena… o no.

Y no mucho más atrás, algo que nos parece impensable sabiendo que las universidades están llenas de mujeres en la actualidad, tenemos la historia de Elena Maseras. La primera mujer en España en poder matricularse en una carrera universitaria. Fue en el año 1872 y para poder hacerlo el sufrimiento fue extremo, buscó un vacío legal y se enfrentó, hasta conseguirlo, con un casi infranqueable bloqueo que opinaba que estudiar era solo cosa de hombres. Aquí empezó la lucha, pero no fue hasta 1910, justo un 8 de marzo, que las mujeres pudieron acceder libremente a estudios universitarios en nuestro país.

Estoy convencido de que, muchas personas que me leen no conocían estos pequeños detalles, que son solo una muestra de lo mucho que ha tenido que trabajar el feminismo para conseguir derechos, por eso es importante que en días como hoy hagamos un recordatorio.

La diferencia entre feminismo y hembrismo

No he parado de escuchar frases como: “ni feminismo ni machismo” y es por eso por lo que me apetecía explicar, para quien no tenga un concepto claro del término, que no son lo mismo. El feminismo busca la igualdad real entre hombres y mujeres, busca eliminar esas barreras, que en ocasiones son derechos, que a la mujer se le ha negado. La lucha contra el hombre de manera indiscriminada no es feminismo, es hembrismo y yo también estoy en contra de esto.

Un día para celebrar

Hoy he leído muchos mensajes en los que se dice que el 8M no es un día para celebrar, pero me gustaría hacer una reflexión compartida ¿si no celebramos los logros, no les quitamos valor?

Sin perder de vista el largo recorrido que nos queda para alcanzar la igualdad real, yo celebro que las mujeres puedan votar, que puedan llenar nuestras universidades y que tengan libertad para abrir una cuenta bancaria. Celebro los logros conseguidos, porque no hacerlo es olvidar el sacrificio de tantas compañeras que han hecho que esto sea posible.

Y sí, podemos decir que este día mataron a 120 mujeres en una fábrica textil de Nueva York por reivindicar igualdad salarial y que eso no se puede celebrar, claro que no. Pero hay otras tantas cosas que significan este día que, lejos de olvidarme de esta desgracia, aprovecho para celebrar que su muerte no fue en vano y que supuso el alzamiento de miles de personas que quisieron unirse por esta causa, yo una de ellas.

Un espacio para la concordia

Si me sigues, sabes que entiendo el mundo como un espacio de concordia, un espacio donde es necesario el entendimiento para alcanzar los logros propuestos y, a pesar de que entiendo la rabia contenida de años y años de castigo, pienso que el propósito debe estar por encima de todo. Estamos en una cuarta ola feminista que me hace sentirme preocupado.

Todo el mundo sabe que soy parte de esta lucha sin reservas y desde un punto de vista aliado y no paternalista, soy parte del equipo. Últimamente empiezo a percibir división y dogma y esto no es bueno porque genera odio y rechazo hacia nuestro propósito. Es el momento de explicar con cariño la situación y de atraer hacia la causa al mayor número de personas posibles, sean hombres o mujeres. Es el momento del feminismo táctico, el momento de convencer porque, para conseguir la igualdad, nadie sobra.

Mujeres que brillan, las mujeres de mi vida

No quiero acabar estas líneas sin recordar, en un día tan importante, a las mujeres de mi vida. Aquellas que acompañan en la empresa y me ayudan a construirla ya sean clientas, mis Mujeres con Súper Poderes, o compañeras. A las mujeres de AJE (Asociación de Jóvenes Empresarios) que han roto techos de cristal asumiendo cargos y trabajando por la organización. A las mujeres de mi familia, esas que me demuestran que son incondicionales. A todas las he visto luchar incluso con ellas mismas por combatir el machismo social que a veces llevamos interiorizado. Ellas son fuertes, valientes y empoderadas, esto las hace feministas.

No quiero acabar sin hacer una declaración de intenciones sobre mi futuro: esté donde esté, siempre iré a cara descubierta sin sentir vergüenza por decir que soy feminista. Lo hago por justicia y convicción y como creo que es momento de unir fuerzas, a aquellas que piensan que los hombres no debemos estar, les pido algo muy sencillo… compañera, no me excluyas de tu lucha.