Agoney Melián, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Tenerife (Las cosas feas de mi casa)

Opinión

Cuidado, porque… ya vienen los gurús

Presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Canarias

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Llevo varios años dedicados a la formación y la verdad es que una de las reflexiones que saco es la necesidad imperiosa que tenemos de crear un modelo que se adapte a la realidad empresarial. No porque las empresas necesitemos equipos con nuevas capacidades como las competencias blandas, sino porque si no lo hacemos estaremos robando años de vida a una juventud que carecerá de proyecto de vida y eso sería un fracaso social que no nos podemos permitir.

Siempre me quejo de que la formación regalada necesita ser repensada, y no porque no crea que hay excelentes profesionales que quieren mejorar las capacidades de sus alumnos y alumnas, sino porque la burocracia, que tanto afecta a la calidad de vida de todas las personas en todas las áreas, no hay más que intentar hacer cualquier trámite para corroborar esto que digo, hace que la modificación y adaptación de los programas formativos a la vida, sea casi una tarea imposible… y yo me pregunto, ¿no será que alguien debe poner orden en esto para mejorar la vida de la juventud de nuestro país?

Cágate lorito

No es de extrañar que exista una animadversión a realizar cursos de todo tipo en cualquier área profesional. En este modelo manido y antiguo que puede que tenga que ver con la titulitis a nadie le gusta ir a perder el tiempo, a quedarse dormido mientras alguien te cuenta su película con poca consistencia y de una manera aburrida y poco didáctica. Es muy importante entender el fin último de la capacitación y, desde mi punto de vista, no es tener un cartón con tu nombre pegado a una pared. Cualquier evento formativo debe tener como objetivo fundamental lograr las capacidades necesarias para desarrollarte como persona y profesional.

Pero claro, hemos prostituido tanto este sector que vemos a personas que no han logrado nada explicándote como debes hacer las cosas. Personas sin equipos dando formación sobre gestión de los mismos. Formadores impartiendo cursos de liderazgo sin haber liderado absolutamente nada. Y así es como el sector de la formación, en muchas ocasiones, ha dejado de tener prestigio y tener formación profesional, cursos varios, carrera o máster, ha dejado de ser garantía de profesionalidad.

En este mar revuelto existen piratas sin parches ni patas de palo. Personas que han visto una oportunidad para ganar dinero enseñando cosas, y qué cosas. Hoy quería dedicar unas letras para hacer un llamamiento a la responsabilidad global y a un sector que es fundamental para el desarrollo del futuro de nuestro país. No podemos seguir traicionando a nuestra juventud, tenemos que ser serios y responsables y dejar de engañar a quienes ponen su ilusión y su entusiasmo en aquello que piensan que puede ser una oportunidad para ganarse la vida.

En estos últimos años he conocido a muchos de estos piratas y cuando llego a casa siento pena. Tengo un pensamiento recurrente que no cesa, en mi cabeza se repite ¿Esta gente no tiene vergüenza? Cágate lorito.

¿Y tú? ¿A quién le has empatado?

Cuando me convertí en presidente de AJE Canarias, la gente empezaba a llamarme para preguntarme mi opinión sobre muchas cosas. En primera instancia me quedé noqueado. Me gusta pensar que soy una persona con valores, incapaz de mentir a la ligera y con el suficiente rigor para contestar “no sé de esto” cuando no lo sé, o cuando no tengo la información.

Creo que es imprescindible ser fiables para que las personas que decidan seguirte, o seguir a tu organización, entienda que eres auténtico, honesto y capaz de asumir que no eres perfecto.

Creo que todos debemos ser un poco así, pero me doy cuenta de que somos perfectos opinadores, sabedores de todo y capaces de resolver todos los problemas del mundo. Vamos, que es muy fácil nadar fuera del agua. Ojo, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Seguro que, si tiramos de hemeroteca, algo me podrían sacar, pero quiero pensar que muy poco porque, mi sentido de la responsabilidad es enorme. Y mis ganas de no engañar, infinitas.

Sin duda alguna creo tener la suerte de tener una visión amplia de la sociedad que me ha dado la fortuna de ser líder de un colectivo que está muy presente en todos los ámbitos de la sociedad. Pero no me equivoco, cuanto más conozco, cuanto más veo y más sé de todo, más me viene ese dicho popular que dice ¿y tú? ¿A quién le has empatado?

Recomendable no jugar con las miserias de la gente

Cuando existen momentos de crisis, la gente necesita esperanza y esto lo saben aquellos que, de alguna manera ven una oportunidad de negocio en el mundo del emprendimiento.

España no es un país para los valientes que ponen en marcha sus ideas, sus sueños y, por ende, sus negocios. Por eso, creo que es importante ayudar a todas y cada una de las personas que se lanzan al mundo de la empresa.

Para eso existe nuestra asociación y otras tantas iniciativas de apoyo al emprendimiento, sin embargo, en los últimos años proliferan profesiones y eventos que te animan a lanzarte sin red de seguridad al que puede convertirse en tu peor infierno.

La ilusión mueve montañas, esto es una realidad, sin embargo, hay que contarle a los ilusionados que sufrir es una opción que casi seguro te encontrarás por el camino y qué no pasa nada porque no vas a estar solo. Hagas lo que hagas siempre con el ímpetu necesario para conquistar el mundo, pero la prudencia necesaria para no joderte la vida.

Comunicar con ilusión y animar a la gente a cumplir sus sueños es maravilloso, a quien no le gusta que lo mimen, que lo quieran y que les digan que todo va a salir bien. Pero jugar con las miserias de las personas es mezquino, y hacer negocios con eso es, simplemente, de mala persona.

Si emprendes rodéate de gente con rigor, que te quiera y que te ayude de verdad. Que se preocupe de que te vaya bien y de que no te arruines la vida.

Busca amigos de verdad, que te apoyen de manera incondicional y que no te quiten el dinero, sino que te lo den en caso de que lo necesites.

Hoy me siento más responsable que nunca a la hora de proteger a la gente valiente y emprendedora, por eso, estaré vigilante ante los iluminados que quieran hacer negocio de manera rastrera a cosa de buenas personas.

Si me permites un consejo, maneja tus emociones, rodéate de soles y no te dejes deslumbrar por discursos vacíos y optimistas sin ningún tipo de valor y mucho menos pagues por ello. Si me permites un consejo, abre bien los ojos porque, en forma de esperanza los verás venir de lejos y te acordarás de mí y te vendrá esta frase a la mente… es verdad lo que decía Agoney: Cuidado, porque… ya vienen los gurús.