Hace un par de semanas se despidió de la Televisión Canaria la segunda temporada del programa especializado en el sector primario, el producto local y la gastronomía en general “Agrocanarias.TV”, un potente trabajo de más de una treintena de personas que plasmaron en 78 programas buena parte de lo que se desarrolla en el campo y el mar de las Islas.

He dejado pasar este lapso de tiempo para que el escrito de agradecimiento sea eso justamente: agradecimiento profundo y no una despedida al cometido y preciosa labor que han logrado los equipos de las productoras implicadas y el grupo de las presentaciones por numerosos rincones del Archipiélago.

A los mandos, Francisco Almagro, al que muestro hoy mi más verdadero agradecimiento por haber contado conmigo en un proyecto tan sumamente enriquecedor. Como presentador disfruté de las personas y de las localizaciones, de los ratos con Paco y David, el hombre (paciente) de la cámara; ambos exigentes a más poder durante las grabaciones (como tenía que ser) y formidables amigos de vivencias, aviones y ferrys, de carreteras y paisajes; de donuts, bocadillos de tortilla y barraquitos; de ferias, mercados y mercadillos…

Confieso que cuando vi el último capítulo, que unos días antes habíamos grabado de madrugada cerrada en las grandes ‘panzas’ de Mercatenerife, me entró un amago de nostalgia. Enseguida pasó. El objetivo estaba cumplido y de la credibilidad de lo que se ha ‘hollado’ quedó el arcón de youtube de “Agrocanarias.TV”. Por lo que las personas que quieran curiosear, si no lo vio en su momento o quiere refrescar algún capítulo, no tienen más que pinchar en este enlace.

Francisco Almagro baraja una cifra de más de un millar largo de entrevistas y testimonios. Nada de tintes dramáticos de los sectores. Un ámbito que, por supuesto, precisa de mucha atención, de estrategia audaz para que la agricultura, la ganadería, la pesca de Canarias estén siempre vivas, sean competitivas y contribuyan a la salud de la economía de la Comunidad Autónoma como al buen fin de nuestras materias primas identitarias. Pero en esos casi 80 pases televisivos se ha podido ratificar que hay mucho y bueno en empresas y colectivos. Presente y futuro también.

En el capítulo 78 del ‘hasta luego’ me acompaña la cocinera Dolores García, que ha explicado en muchos de los episodios lo que realmente significa el valor de nuestros géneros de cercanías. “No es caro”, ha repetido de forma tozuda para que caigamos en la cuenta de una vez. Claro que no lo es; muchos de ellos son delicatessen y tantas y tantas veces no reparamos en ello encandilados por productos y elaboraciones que nos vienen de bien lejos y (supuestamente) más baratos.

El producto local se ha reafirmado en muchas cocinas profesionales. Toda esa pasarela de valor patrimonial, de sustento de nuestros antecesores y ojalá del futuro de nuestra tierra se ha podido recopilar en cada programa que apoyó GMR del Gobierno de Canarias y la Televisión Canaria a lo largo de estos dos últimos años, cuando puntuales, a las dos de la tarde cada sábado, asomaba la pegadiza sintonía en las pantallas.

Así que Dolores, Conchi, David, Paco y un servidor partían aquella mañana, muy temprano, con un cierto ‘run-run’ de lo ya vivido, en una grabación en la que siempre se procuraba reflejar lo mejor de cada circunstancia. En innumerables pueblos de nuestras islas; con retornos algunas veces precipitadas porque el avión o el barco se escapaban.

La recompensa personal y profesional es total y también los momentos ‘clásicos’: tomas que no salían (no me salían mejor dicho); los divertidos, particularmente en los pases a los “Breves”, en los que el humor del guionista (Paco Almagro) era una clave estupenda como condimento del espacio semanal de media hora. Anécdotas, miles.

Los repechones por “exigencia del guión”, el brazo de la maniquí que cayó tras la correspondiente toma en Telde; el alarde de equilibrio de David con la cámara para grabar cuando zarpábamos del puerto de Órzola rumbo a La Graciosa…

Claro que doy las gracias. A todo ese Equipazo de productoras, de cámaras, de personas que nos transmitieron sus proyectos y sus sueños. Gracias a Ángela y Bernardo. A Fran González, de la Finca de El Cercado, en Tacoronte, donde empezamos y culminamos la aventura.

Gracias a todas aquellas personas que nos fuimos encontrando por toda la geografía archipielágica: “¡Nos encanta el programa!”. Desde luego, el agradecimiento más profundo por lo vivido.

Dicho todo, queda tan solo un animado ‘hasta luego’ al querido programa… A ver si es que ahora, de verdad, me empiezo a poner nostálgico.