Inshallah ‘haiga’ futuro

Carmen Peña

A pocos kilómetros de nuestro Archipiélago hace semanas que la juventud marroquí se hartó de que su monarquía y gobierno corrupto y autoritario alauí les siga escachando y dejándoles sin oportunidades de futuro. Salieron a la calle a reclamar lo que es suyo, lo que es de las clases populares que se levantan todos los días temprano y mantienen los países: derecho a una vida mejor en su tierra, derecho a tener unas condiciones de vida digna y no tener que migrar de manera forzada a descubrir que el sueño europeo será una pesadilla. 

La faltita de atender a las necesidades reales de su pueblo, la opresión sistemática de las libertades sociopolíticas y de derechos humanos, engrasados en un sistema de control social y corrupción sin límites, en definitiva, la construcción de modelos de estado que atienden a los intereses de las élites y benefician económicamente sólo a estas y a sus amigos en el mundo globalizado y capitalista —mientras la gran mayoría de la población vive en condiciones de pobreza y falta de acceso a recursos básicos—, suele ser un buen keroseno para prender legítimas protestas ciudadanas en contra de los gobiernos, en este caso en Marruecos, y muchas veces la chispa es inesperada, como en este caso en un país en el que durante décadas la paz social había sido cosechada con violencia sistemática y opresión, pero a lo calladito.

Las movilizaciones prenden en un país con un territorio inmenso, hasta son colonos y expertos en expansión territorial y así se lo hacen saber a sus vecinos rifeños y saharauis todos los días; y de vez en cuando sacando la patita, en plan, cuando nos motivemos Canarias va detrás —de esto hablamos otro día—. Todo ello, cómo no, con la connivencia de sus amigos y socios occidentales, que lo ven, a su vez, como una buena plataforma extractivista para el Magreb y como un socio estratégico en el control militarizado de las migraciones; para que la Unión Europea no tenga que hacer esas cosas tan poco moralistas que los blanquitos no permiten en sus países pero están encantados de pagar para que otros los hagan por ellos en el desierto, donde nadie escucha el sufrimiento de las personas que intentan llegar al norte. 

¿Dónde están metidos los del PSOE, hablando de izquierdas y democracia, mientras permiten que Marruecos siga sometiendo al Sáhara? Y ahora miran para otro lado cuando su amiguito y aliado estratégico le está dando palizas a niños por pedir sanidad decente. ¿Dónde están, que yo los vea decir que son los garantes de que no vengan los que quieren recortar derechos, qué patitas tan cortas tienen las mentiras?

Mundial 2030

Total, que en un país con altísimas tasas de pobreza, desempleo, sobreexplotación, trabajo informal, servicios básicos bajo mínimos y pocas posibilidades políticas de cambio en un futuro próximo, la juventud, que ve su situación, la analiza y compara con otras realidades ya ve colmar el vaso cuando su gobierno decide que es mejor dilapidar millones para construir un estadio de fútbol para el mundial del 2030 que atender a los recursos básicos de la población.

Menos estadios y más escuelas y hospitales” eran los gritos de las movilizaciones promovidas por la juventud del país, que, organizados de manera informal a través de las redes sociales, salieron a protestar en ciudades como Casablanca, Rabat, Tánger y Agadir, entre otras. Esta ola de protestas, tras una semana de movilizaciones, dejaron al menos tres manifestantes asesinados a manos de la Gendarmería y casi 300 heridos, y ahora, tras un semana de silencio atronador de los medios canarios y españoles ya ha salido a la luz que muchos de los jóvenes detenidos van a tragar bien de años de talego, truncando sus sueños y futuro. Son mártires y no religiosos, son mártires por alzar la voz y pedir pan y futuro

Una generación marcada por un 47 % de paro y libertades que se cuentan con los dedos de una mano, en un pulso contra el autoritarismo. Por eso, cuando veo que aquí la juventud se va hacia la ultraderecha y oyes en la calle que “esto es una dictadura” y “antes se vivía mejor” dan ganas de sacudirlos fuerte y meterlos en la máquina del tiempo, o en un avión y que vean de cerca lo que es un gobierno autoritario y pasar miseria. 

A este monarca no le tembló el pulso para sacar el ejército a la calle y usar a violencia contra los manifestantes y no estoy diciendo yo que esto no pase en democracias, ni nada de eso, ni que la nuestra sea mínimamente perfecta, sino que apostar por la construcción de sociedades con instituciones garantes de derechos es la única vía para tener porvenir o el más digno posible para toda la sociedad. Qué fracaso histórico más estrepitoso para las generaciones que sí vivieron la dictadura, la transición y lo que es pasar hambre en Canarias, haber dejado que ese hilo de historia se corte y cojan el relevo los peores. 

Barrio, pueblo o país

Sin querer hacer una comparación que parezca una chilena tirada desde medio campo y el balón se vaya a las conchimbambas, pero sí, invitando a la reflexión, porque a veces hay que ponerse a desgranar bien el millo para situarse en el mundo, este artículo es una mezcla entre un llamado de solidaridad internacional con la juventud marroquí y la invitación a la reflexión sobre los prejuicios y el racismo que se vierte todos los días sobre su identidad —cuántas veces hemos escuchado que los negritos vienen a buscarse la vida pero que los marroquíes son malos de verdad—. Y también un llamado a la organización de la juventud, pero no en plan leyendo basura en redes sociales y votando a Foh.  

En una pugna mundial de pulsión de cambio, a caballo entre procesos históricos de avance progresista y vuelta del autoritarismo y tiempos oscuros, con mucha gente que lo está pasando fatality, ahora nos toca a la juventud coger relevos y organizarnos por un mundo mejor y si esto se hace grande empieza por tu barrio, tu pueblo o tu país. De nada sirve ver los vídeos de Marruecos o Nepal y declarar que ojalá esto aquí. Claro, es que hay que quemar cosas y ellos si son valientes de verdad, la realidad y  las condiciones son totalmente diferentes, no caigan en propaganda pseudo revolucionaria barata, plis. 

Con todo el respeto hacia sus procesos, ojalá en Marruecos las cosas vayan mejor para su pueblo, ojalá la juventud logre articular organizaciones que conquisten y defienden derechos y nosotros lo veamos de cerquita.

Del 922/928 a la 212, de esta orilla al territorio continental africano, un abrazo fraternal en la lucha por un futuro más digno y más libre, inshallah haiga futuro.