Fran Belín./ CEDIDA

Opinión

Turismo sostenible: pistas de por dónde van los tiros

Periodista

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El trabajo de campo en el periodismo –en general- siempre me ha parecido esencial. De hecho, he observado a lo largo de décadas cómo la profesión se dirigía rumbo al alza de la “telefonitis” para la captura de la información, sin ninguna salida de la Redacción para tocar temáticas en las que, en realidad, hay que experimentar la esencia in situ. Allí donde se produce el hecho.

Al hilo de este preámbulo, y erre que erre con aspectos relacionados con la sostenibilidad (no sólo medioambiental sino también la económica y la social), he de contar que fue de lo más revelador y reconfortante el periplo que desarrollé días pasados en La Gomera, La Palma y El Hierro debido a diversos cometidos vinculados con el producto local y la gastronomía de cada una de las islas.

Coger coche y atravesar paisajes extraordinarios de nuestra tierra, además de acudir a enclaves donde en realidad se ‘cuecen’ nuestras elaboraciones tradicionales (queserías, bodegas, fincas,…), supone un verdadero chute de la realidad del destino, de la buena, desde donde muy bien se puede atisbar los elementos indispensables de eso que podemos denominar turismo sostenible para Canarias.

El oleaje colosal en la zona de La Maceta, en El Hierro, era contemplado con admiración por turistas extranjeros y nacionales, ávidos de tomar imágenes y luego probar nuestros platos y vinos, evidentemente diferenciados en cada terruño. El volcán, todavía envuelto por la neblina de los gases, se erige como la mole que es y no hace falta ser divisado desde Tajuya o el mirador de El Time: también desde Argual, en Los Llanos, se puede dirigir la vista hacia ese coloso y luego proseguir al destino gastronómico de turno, que ya no es tanta quimera.

En su momento, la directora insular de Turismo del Cabildo de Tenerife, Laura Castro, valoraba que los representantes de las compañías más representativas del sector turístico del Reino Unido avalaban el nuevo posicionamiento del destino y en busca de un perfil de turista más concienciado medioambientalmente. Una pista en toda regla de por dónde van hoy los tiros.

Buscando en internet me encuentro estos datos: el gasto turístico diario medio en Canarias es de 108 euros; el grado de ocupación por habitaciones es de 74,38%; el ratio empleo turístico/empleo total es de 6,49% y la Tasa de Estacionalidad es de 0,695. Así, los indicadores sociales dan como resultado un 11,479% para el Ratio turistas diarios/población.

En este contexto, cabe subrayar los indicadores medioambientales del consumo de agua, 97,44 metros cúbicos; los residuos urbanos, 0,563 toneladas; el consumo de electricidad, 3,554 megavatio/hora y la densidad de población, 312,26.

En aras de la conservación. Detecto, además, un concepto de lo más interesante y a tener en cuenta como es el de Custodia del Territorio, con el que se busca facilitar iniciativas voluntarias de conservación de la naturaleza, el paisaje y el patrimonio cultural en terrenos privados y públicos.

El Cabildo Insular de Tenerife, a través del Área de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, organizó precisamente durante el pasado mes de noviembre las III Jornadas de Custodia del Territorio, en colaboración con el Ayuntamiento de Candelaria. El objetivo: continuar profundizando en una estrategia insular destinada a favorecer la conservación de recursos naturales, medioambientales, culturales y paisajísticos.

Nos da a entender que el turismo, visto únicamente desde una perspectiva económica, tiene prácticamente los días contados pues los nuevos enfoques en el sector huyen de los problemas provocados por el desarrollo del turismo intensivo. Existen vías, en los planos público y privado, que fomentan y conciencian a la sociedad para la preservación de los destinos y que las generaciones futuras puedan disfrutar de ellos.  

Los indicadores para la Comunidad Autónoma de Canarias parecen favorables, ya que el Archipiélago se encuentra entre las mejores posiciones del ranking de sostenibilidad turística de España. Esto, sumado a los desafíos de cara al futuro para enfocar el turismo hacia la plena  sostenibilidad, convierte a las 8 Islas en un destino puntero en turismo sostenible.

Energías limpias en los hoteles. En este punto, recuerdo aún la llamada convincente de Miguel A. Torres, presidente de Familia Torres, en unas jornadas específicas celebradas tanto en Gran Canaria como en Tenerife: "El autoconsumo fotovoltaico en hoteles es una solución viable, fiable y rentable". “El problema del cambio climático –resaltó- es muy grave y hay que contrarrestar desde ya el índice de emisiones de CO2 acudiendo a energías renovables".

Fue categórico en dichas jornadas organizadas para afinar las opciones en el sector hotelero. "La solución en el Archipiélago no está el petróleo, con un consumo de 7 millones de toneladas al año, y toca ya un cambio drástico de la mano de la implantación de energías limpias y renovables cómo puede ser la fotovoltaica. Es que, además, los turistas van a reconocer y primar cualquier esfuerzo en la aplicación de esas energías limpias en las instalaciones y complejos hoteleros así como en sus restaurantes”.

No cabe duda de que Canarias se enfrenta a un desafío histórico de ser ejemplo del crecimiento sostenido y sostenible, fundamentado en el desarrollo de la competitividad y la rentabilidad, en los valores naturales y culturales diferenciales de los destinos y en la distribución equitativa de los beneficios y las cargas del turismo. Esto no valdrá de nada si no se afianza la regulación indispensable mediante el establecimiento de un marco de garantías y compromisos que queden recogidos en una guía básica de actuación.

Asimismo, será la columna de una hoja de ruta común que priorice actuaciones clave para fortalecer esa Custodia del Territorio en el ámbito insular. No hay tiempo que perder en ecosistemas forestales o en la realidad urbana y patrimonial, así como en ecosistemas marítimos y de litoral, y yo añadiría que hasta en los volcánicos. Evidentemente, el papel de la Administración local se antoja como clave.

La huella de carbono. Existen ejes que se deben imbricar en todo este concepto: gestión de fondos, la movilidad, la gestión de residuos y la descarbonización, entre otros. Se debe analizar, en este sentido, el impacto de la huella de carbono en cada fase de la actividad turística y las pautas para una eficaz comunicación y promoción del destino. Rescato aquí una frase de Juan Carlos de León, director de operaciones en GF Hoteles, que en una jornada destacó: “El ahorro energético ya es algo cultural, que ayuda a las empresas a ahorrar energía al tiempo que se convierten en más sostenibles”.

En la misma jornada, el director general de Investigación y Coordinación del Desarrollo Sostenible del Gobierno de Canarias, David Padrón, lamentaba el hecho de que “no haya tradición de tener una planificación de proyectos sostenibles en Canarias” y enfatizó la necesidad de una cooperación público-privada “para que los fondos que lleguen al Gobierno canario se puedan aprovechar de manera correcta”.

No cabe duda de que los canarios-as debemos reactivar iniciativas tendentes a seguir ayudando a sensibilizar acerca de la sostenibilidad con el aporte de herramientas útiles tanto a las personas, a las empresas como a los destinos turísticos. Esto implica una búsqueda comprometida y rigurosa de cuáles son los caminos adecuados hacia un futuro en el que los conceptos de sostenibilidad, energía e innovación marquen las pautas del cambio.