Agoney Melián, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Tenerife (Las cosas feas de mi casa)

Opinión

Ahí vienen los caminantes blancos

Presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Canarias

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No, no me estoy volviendo loco, es solo que no se me ocurre mejor manera de expresar cómo me siento que con esta metáfora traída de Juego de Tronos, serie que te recomiendo ver si es que todavía no lo has hecho.

Estoy harto de ver cómo nos sentamos en la barrera para ver las cosas venir. De que se nos diga una y otra vez que lo peor llegará y nos queramos poner vendas en los ojos que lo único que hacen es ocultar la realidad, que no solucionarla. Así me siento yo, siento que nos escondemos tras un muro de aparente seguridad pero que realmente, cuando llegue el momento, este triste muro no aguantará ni una envestida. La única manera que tendremos de resistir es coger el problema de frente y trabajar de manera conjunta. Si nos empeñamos en negar lo evidente, que no es ni más ni menos que el hecho de que una crisis galopante viene directa hacia nosotros, estamos condenados a vivir una larga y oscura época, económica y humanamente hablando, que no tendrá precedentes.

No nos equivoquemos, ni yo ni nadie tenemos una solución mágica, pero desde luego sí lógica, y es que debemos aunar fuerzas para remar en la misma dirección, ser los pilares que apuntalen ese muro bajo el que mucha gente querrá refugiarse, trabajar como un engranaje para minimizar los daños. Porque si de algo estoy seguro, es de que la crisis llegará, y vamos, agárrate como puedas, porque nos va a vapulear a todos como si no hubiese un mañana, empezando por mí.

Mi propuesta

Yo soy muy fan de los entrenamientos de los Navy SEALs americanos, trabajan en equipo, utilizan la disciplina y le echan un par a cada situación que tienen por delante, porque flaquear no está permitido. ¿Has visto alguna vez uno de sus entrenamientos revolcados por las olas? Aguantan horas y horas las envestidas de las olas, enganchados a sus compañeros por los brazos, dejando sus sentimientos a un lado y trabajando juntos. Creo que ha llegado el momento de dejar a un lado las diferencias y todo aquello que nos separa para que de verdad empecemos a trabajar en el mañana.

Debemos prepararnos para la que se nos viene encima, empezar a tomar medidas que hagan que el impacto de la crisis sea, por lo menos, y si no es demasiado pedir por mi parte, menor que la de 2008. No nos equivoquemos, está claro que la pandemia ha hecho que las condiciones sean aún más desfavorables, pero seríamos unos auténticos necios si creyésemos que esta crisis nació en el 2019. Ramón Forcada, director de Análisis de Mercados de Bankinter, ya decía antes de que llegara la COVID que los mercados mostraban una tendencia hacia una ligera crisis. Lo que pasa es que llegó nuestra querida amiga (por favor, nota la ironía en mis palabras) y esta ligera crisis ahora es del tamaño de un socavón de dimensiones todavía incalculables.

Por eso, ha llegado el momento de dejar el pasado atrás, de construir la solución, o si me lo permites, “la vacuna” que hará que toda esta crisis acabe estabilizándose. Esta es mi propuesta, tenderte la mano a ti y a cualquiera que tenga visión de futuro y, sobre todo, de presente, para que afrontemos todo lo que se nos venga.

¿Por qué te cuento esto?

Sinceramente te lo cuento porque por algún lado tenía que explotar. No podía seguir mintiéndome a mí mismo ni ser de los que se ponen esos paños calientes para evitar ver el mundo, porque mi preocupación es realmente profunda, y creo que vivimos el día a día con placebos que solo hacen que tapar lo malo que se viene. ¿Subida de precios en los supermercados? Se debe a la crisis de Ucrania. ¿Subida del combustible? Es por la escasez que vivimos. ¿Realmente nos creemos que todo es por causas externas? ¿De verdad solo yo veo las señales? ¿Soy el único que se alarma cada vez que va a hacer la compra? Yo estoy teniendo un déjà vu con lo que pasó en el 2008, que parecía que eso era algo que pasaba en el resto de los países, pero no aquí. Así que venga ya, si todavía tenemos algo de humanidad, díganme que no estoy loco.

Te lo digo porque quiero que busquemos revulsivos, que dejemos las diferencias a un lado para poder trabajar en las soluciones. No conseguiremos construir nada si estamos todo el rato tirando piedras en el vecino de al lado. Enterremos el hacha de guerra, firmemos esta tregua y pensemos en algo más allá que nuestro propio ego.

Porque al final la crisis llegará, y al menos yo estaré tranquilo porque he tratado de avisarte, a ti y a todo aquel que lea estas líneas, de que ahí vienen los caminantes blancos.