Un señor lee uno de los carteles de la campaña contra el Paseo Guiniguada mientras cruza el barranco de Guiniguada / DESCUBRE GUINIGUADA
Un señor lee uno de los carteles de la campaña contra el Paseo Guiniguada mientras cruza el barranco de Guiniguada / DESCUBRE GUINIGUADA

Estudiantes de Arquitectura contra el Paseo Guiniguada: “Sepultura no es cultura”

Los jóvenes han organizado una campaña con intervenciones en la calle y redes sociales para concienciar sobre lo que hay bajo el asfalto, desde la historia, la importancia ecológica hasta el valor simbólico del barranco

ariadna

“No es paseo, es barranco”, apunta un cartel en medio del Guiniguada, junto a otros que representan la tumba del cauce en Las Palmas de Gran Canaria. Desde “Aquí yace el barranco Guiniguada. DEP 1973” a “Sepultura no es cultura”, estos mensajes forman parte de una campaña crítica contra el proyecto planteado por el ayuntamiento capitalino. 

Un grupo de estudiantes de Arquitectura de la ULPGC son quienes se encuentran detrás de esta iniciativa, fruto de su negativa al Paseo Guiniguada. Según denuncian, el concurso no busca renaturalizar el barranco, sino disfrazarlo bajo una capa de diseño superficial. Lo definen como un caso de greenwashing que “maquilla” el cauce enterrado en lugar de recuperar su valor ecológico, histórico y urbano.

Contra el proyecto

Todo comenzó en septiembre, durante un debate académico sobre el proyecto Madrid Río. A partir de ahí surgió una discusión más amplia sobre qué significa realmente renaturalizar un espacio urbano. “Nos preguntamos si esto del Guiniguada era renaturalización o un engaño”, exponen. 

La conclusión fue clara para la mayoría de los estudiantes: el concurso público que impulsa el Ayuntamiento no busca recuperar el cauce natural del barranco, sino “plantar árboles sobre una losa de hormigón sin resolver ningún problema real”.

Uno de los carteles de la intervención de Descubre Guiniguada / ATLÁNTICO HOY
Uno de los carteles de la intervención de Descubre Guiniguada / ATLÁNTICO HOY

Cambio climático

“La primera condición del concurso es mantener el barranco canalizado con las bóvedas de hormigón. Esa no es una base del siglo XXI, especialmente en el contexto de emergencia climática que vivimos”, denuncian. Para los estudiantes, esta decisión técnica niega de entrada cualquier posibilidad de restauración ecológica o patrimonial real del espacio.

Recuerdan que se trata de un corredor ecológico vital, que recoge aguas desde el centro de la isla —de zonas como Risco Prieto, Santa Brígida o San Mateo— hasta el mar. “Es inconcebible que en plena emergencia climática se mantenga enterrado un corredor natural como este. No se trata solo de paisaje, es biodiversidad, es memoria, es historia urbana”.

“Gasto millonario”

Asimismo, los futuros arquitectos denuncian el presupuesto previsto para el proyecto, considerándolo un “gasto millonario” (20 millones de euros), para una operación estética sin beneficios estructurales o medioambientales: “Es una barbaridad. Están invirtiendo en un proyecto que condena el barranco”. 

Insisten en que existen alternativas viables, como el Proyecto Director del Frente Marítimo y del barranco de Guiniguada, del arquitecto Joan Busquets - redactado en 2008 -, que plantea su apertura por fases. “Hay estudios que confirman que se pueden levantar las bóvedas. Lo que no hay es ninguno que diga que no se puede. Pero nos están diciendo que es técnicamente inviable, sin prueba alguna”, indican. 

Sin participación ciudadana real

A ello se suma  la falta de una participación ciudadana real en el desarrollo del proyecto. “La consulta ciudadana fue simbólica: votar por un 10% de cinco propuestas ya seleccionadas. No hubo opción de discutir la base más cuestionada: mantener el barranco enterrado”, critican.

Y, por otra parte, recalcan — como ya han hecho otros expertos de la arquitectura y urbanismo — que, según el marco legal urbanístico, este tipo de proyecto requiere de un plan especial previo, con participación ciudadana efectiva y evaluación ambiental. “Nada de eso se ha hecho. Es un proyecto de ejecución sin planificación previa, lo cual es gravísimo. No se puede improvisar una transformación urbana de este calibre sin un marco técnico y legal sólido”, afirman.

Campaña de concienciación 

Es por ello que los jóvenes han canalizado su crítica en una intervención urbana acompañada de una campaña en redes sociales, con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre lo que hay bajo el asfalto, desde la historia, la importancia ecológica hasta el valor simbólico del barranco Guiniguada, que atraviesa gran parte de la isla y fue en su día el origen del asentamiento de la ciudad.

 “La gente joven muchas veces no sabe que por ahí pasa un barranco. Yo misma no entendía por qué el Puente de Piedra se llamaba así si no había ningún puente”, explica una de las participantes. “Esto debería formar parte del imaginario colectivo”.

Futuras intervenciones

Aunque algunos partidos políticos han comenzado a mostrar interés en su iniciativa, los estudiantes insisten en que su movimiento no tiene ningún vínculo partidista. El grupo hace un llamado a las instituciones, a la ciudadanía y al propio Ayuntamiento porque “es algo que nos incumbe a todos”. 

El alumnado de Arquitectura reconoce que su movimiento no está formalizado del todo, pero eso no descarta que tengan ideas, como futuras intervenciones o incluso una movilización: “Nos extraña que nadie se haya manifestado ya por esto. Hay firmas, manifiestos, apoyo desde departamentos universitarios…”. 

Con su iniciativa, estos jóvenes no solo cuestionan el presente del barranco Guiniguada, sino que proponen imaginar un futuro más consciente, más respetuoso con el medioambiente y más participativo.