Los alcorques mal ejecutados, las micciones de los perros y los hongos están causando daños importantes en los árboles de Las Palmas de Gran Canaria, como revela el último ejemplar de gran porte que ha perdido el barrio de Arenales, en las inmediaciones de la Plaza de La Feria y la Delegación del Gobierno.
Se trata de uno de los ficus plantado hace décadas en la Plaza de la Concordia, cuya caída el pasado 30 de enero ha dejado el espacio desolado, sin la sombra de sus ramas ni ese gran tronco que daba personalidad al lugar.
Análisis
El personal de Parques y Jardines ha enviado una muestra a laboratorio para determinar las causas de la muerte del árbol. El ejemplar tenía la base "totalmente podrida" y eso desencadenó su derrumbe, explica la Concejalía.

Es tipo de pudrición tan agresiva suele estar relacionada con las micciones de los perros y el uso indebido de los alcorques como desagües de productos corrosivos (baldes de agua con lejía), pero hay que esperar al informe de laboratorio para determinar si el ácido de esos líquidos es el que ha matado al ficus.
Replantación
El resultado del análisis determinará la manera de realizar la replantación, pues Parques y Jardines tiene previsto plantar otro árbol desde que sea posible.
Antes se realizará una ampliación del alcorque para permitir que el nuevo ejemplar tenga más tierra de la que recibir nutrientes y un espacio más aireado para minimizar el impacto de las agresiones externas.
Y es que el espacio escaso que tienen los árboles para ser abonados y posibilitar el desarrollo sano de sus raíces los deja indefensos ante el orín de los perros, cuya acidez los debilita hasta ser atacados por los hongos.
Drago
Algo similar ha ocurrido recientemente con el drago que crece delante de la sede del Cabildo de Gran Canaria, en Bravo Murillo.

Los técnicos de la institución insular, tras darle una tratamiento a la base para airear el ejemplar, han optado por vallar todo el perímetro del drago, evitando así que los perros se acerquen al tronco para miccionar.
San Nicolás
Otro árbol afectado por este problema es el ficus centenario de San Nicolás, que, como el de la Plaza de La Concordia, es responsabilidad municipal.
Parques y Jardines tenía previsto talarlo ante el riesgo de colapso, pero un segundo informe ha permitido mantenerlo en pie para intentar salvarlo mediante un tratamiento alternativo.
Palmeras
En los últimos meses, además, se han caído palmeras de gran porte en Luis Morote y en Bravo Murillo, dos vías con alcorques diminutos para estas especies.
Estos casos, sin embargo, no parecen estar relacionados con las micciones de los perros. Los ejemplares no tenían la base podrida, pero sí diocalandra, como casi todas las palmeras de la capital grancanaria, un escarabajo que las debilita y las hace más vulnerables a la aparición de hongos.