La sede de la Sociedad de Promoción de Las Palmas de Gran Canaria, ubicada en el histórico Palacete Quegles de la calle Pérez Galdós, fue escenario el pasado viernes de un robo de varios teléfonos móviles y ordenadores portátiles, según ha confirmado la Policía Nacional a Atlántico Hoy.
El suceso, investigado como hurto, se produce en un momento especialmente sensible para la empresa municipal, que se encuentra bajo la lupa de la Fiscalía Anticorrupción tras la denuncia presentada por el Partido Popular sobre presuntas irregularidades en la gestión de la entidad.
Esta causa ya ha derivado en la investigación formal de varias personas, entre ellas la exconcejala Encarna Galván, el exgerente de la sociedad, Agustín Díaz, su sucesora en el cargo, María Elena Rodríguez, y la consejera Natalia Medina, que ha abandonado el cargo en los últimos días.
Sin puertas forzadas
Según fuentes policiales, no se forzó ninguna entrada al inmueble, lo que ha llevado la investigación a centrarse en la hipótesis de que el robo pudo cometerse en horario de apertura o bien por alguien con acceso mediante llaves. La Policía Científica ya ha acudido a las instalaciones para recopilar pruebas tras la denuncia formalizada el lunes en la comisaría de Siete Palmas.
El robo ocurre en una fase clave del proceso judicial y administrativo que rodea a la Sociedad de Promoción, justo cuando el Ayuntamiento ha tenido que hacer movimientos internos y relevos en su cúpula, en medio de un clima de creciente presión política y mediática, y después de varias visitas de agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional en busca de expedientes y contratos de los últimos nueve años.
Crisis institucional
La investigación de Anticorrupción, como ha publicado este medio, analiza diversas adjudicaciones y contrataciones bajo sospecha dentro de la Sociedad de Promoción, una entidad clave en la organización de eventos y campañas culturales en la capital grancanaria. El hecho de que ahora se registre un hurto de dispositivos electrónicos —posibles portadores de información sensible— añade una nueva capa de incertidumbre y preocupación a un caso que ya ha provocado dimisiones y fracturas internas.
En este contexto, se espera que la Policía Nacional remita su informe a la Fiscalía en cuanto concluya la toma de pruebas y análisis forense de los equipos, si estos logran recuperarse. Por el momento, no hay detenidos ni indicios públicos sobre el autor o autores del robo.
