CC y PP aceleran hacia el pacto, PSOE y NC se rearman en Gran Canaria y Vox rompe la baraja

Nadie, a estas alturas del partido y tras el adelanto de las elecciones generales, duda que nacionalistas y populares no tengan ya un acuerdo encarrilado

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La política de bloques ha generado un cambio en Canarias: CC, PP y Vox han logrado que el Parlamento regional gire hacia la derecha. / AH
La política de bloques ha generado un cambio en Canarias: CC, PP y Vox han logrado que el Parlamento regional gire hacia la derecha. / AH

El adelanto electoral anunciado por Pedro Sánchez, que este lunes fijó las generales para el 23 de julio, ha zarandeado las agendas de los partidos políticos de Canarias. Las prisas para cerrar pactos, determinados por los resultados del 28M, marcarán el paso en las Islas durante los próximos días. A estas alturas del partido, sólo los votantes de izquierda que aún creen en los Reyes Magos dudan de un pacto entre Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP), una alianza que ya emite señales y que certificará el giro hacia la derecha del Archipiélago.

CC, avalada por la aritmética —suma 34 con el PP y alcanzaría la mayoría absoluta con la Agrupación Socialista Gomera (ASG) de Casimiro Curbelo—, tomó este lunes la iniciativa para formar Gobierno en Canarias. La organización nacionalista convocó a su Comité Ejecutivo Nacional para designar a la comisión negociadora que está formada por David Toledo, José Miguel Barragán y Nieves Lady Barreto. Ellos serán los encargados de certificar un pacto con el PP que, además, será extensible en administraciones como el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife o el Cabildo de Tenerife.

Acuerdo cerrado

En el PSOE, pese al mensaje lanzado este lunes por Ángel Víctor Torres —"quedan días por delante, queda tela por cortar", afirmó para añadir que está dispuesto a explorar la opción de gobernar en minoría—, sospechan que CC y PP incluso ya se han repartido las áreas del Ejecutvo regional, por lo que más allá de señalar que "Canarias estará bajo control de una administración de perdedores" —como algunos cargos socialistas subrayaban este lunes—, ya piensan en el siguiente pulso electoral: las generales del 23 de julio.

José Miguel Barragán le muestra algún detalle, en su teléfono móvil, a Fernando Clavijo.
José Miguel Barragán le muestra algún detalle, en su teléfono móvil, a Fernando Clavijo durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional de CC. / MIGUEL BARRETO-EFE

Para afrontar esos comicios sin perder fuerza —fueron la opción más votada de Canarias con casi 47.000 votos de ventaja sobre CC—, en el PSOE apuestan por rearmarse y hacer fuerza común con Nueva Canarias en Gran Canaria. Como apuntó Antonio Morales la noche del 28M, entienden que la suma de de ambas formaciones progresistas da para formar un muro de contención frente a la ola reaccionaria que marca el paso en toda España.

Reducto frente a la ola reaccionaria

Con esa idea como bandera, dentro de la organización socialista la apuesta —pese a las reticencias históricas de Sebastián Franquis y su séquito frente el grupo canarista— es constituir el mayor número de gobiernos municipales en una alianza con NC ya encaminada en el Cabildo grancanario que serviría como paraguas. Ambos partidos, en base a ese propósito, podrán pactar en Las Palmas de Gran Canaria, Ingenio, Santa Lucía, La Aldea, Agaete, Guía, Firgas, Arucas, San Mateo, Valsequillo, Teror o Santa Brígida.

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Ángel Víctor Torres presidió este lunes la ejecutiva regional del PSOE. / ELVIRA URQUIJO A.-EFE

En Nueva Canarias el análisis se balancea entre el shock provocado por la pérdida del escaño regional de su líder, Román Rodríguez, y el músculo exhibido en el ámbito municipal en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Los cálculos de la dirección canarista proyectaban, antes de que abrieran las urnas, a la suma de seis escaños en la cámara regional —uno más que en 2019—. Los cálculos no fueron descabellados: NC mantuvo sus tres actas por Gran Canaria, retuvo la de Fuerteventura y ganó una por Lanzarote, pero se dejó por el camino la de la lista autonómica.

Ultraderecha al alza; izquierda a la baja

En Nueva Canarias nadie vio venir, y nadie más en el Archipiélago, el pelotazo de Vox. El partido de ultraderecha arrebató el escaño regional a Román Rodríguez y rompió la baraja en el Parlamento. Su entrada en la cámara autonómica, donde ocupará cuatro butacas, es la clave que determina el giro a la derecha de las Islas: esos cuatro asientos, en 2019, fueron ocupados por fuerzas de izquierda. Pese a es relevancia para marcar el cambio, CC —el gran beneficiado de su ascenso— ya ha anunciado que no pactará con el partido de Santi Abascal.

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Gemma Martínez abraza a Noemí Santana durante su comparecencia la noche del 28M. / ÁNGEL MEDINA A.-EFE

Si la irrupción de Vox resuelve el cambio de ciclo político en el Archipiélago, la desaparición de Podemos —bajo la alianza de Unidas Sí Podemos con IU y Sí Se Puede— dio la puntilla al Pacto de las Flores. La coordinadora general de la formación de izquierdas, Laura Fuentes, no compareció la noche del domingo para rendir cuentas y de momento su único comentario sobre los resultados electorales fue colgar un comentario en sus perfiles en las redes sociales. La descomposición del partido durante los últimos cuatro años y la estrategia de la campaña dejan en evidencia su capacidad al frente de una organización que ahora tiene 10 días para intentar alcanzar un acuerdo con Drago Verdes Canarias de cara a las elecciones generales y formar una candidatura conjunta. 

Casimiro, necesario en cuestión de horas

En La Gomera no hay más novedad en el frente que la idea que tenga Casimiro Curbelo en la cabeza. Los tres diputados de ASG vuelven a ser fundamentales para formar Gobierno en Canarias —después de que el escrutinio final de los votos, durante la madrugada, diera cinco escaños a NC y le quitara uno al PP para dejar al grupo conservador con 15—. Sin ellos, Fernando Clavijo tendría que recibir el apoyo de Vox para ser investido presidente. Una llamada, durante la noche del 28M —cuando la suma de CC, PP y AHI era suficiente para obtener una mayoría absoluta—, en la que se le deslizaba [a Curbelo] que ya no era imprescindible sentó a cuerno quemado al mandamás gomero. Mal negocio. Tanto como que el problema se recondujo la misma mañana del lunes con otra conversación en tono más adulador. Casimiro, a esa horas, volvía a ser necesario.