¿Cómo acabará la comedia romántica entre nacionalismo y canarismo?

Coalición Canaria y Nueva Canarias se pusieron en valor en el debate organizado por RTVC con propuestas y discursos similares para las elecciones del 23J

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Héctor Gómez (PSOE), Guillermo Mariscal (PP), Alberto Rodríguez (Sumar), Alberto Rodríguez (Vox), Cristina Valido (CC) y Luis Campos (NC) participaron este martes en el debate organizado por Televisión Canaria para el 23-J. / RTVC
Héctor Gómez (PSOE), Guillermo Mariscal (PP), Alberto Rodríguez (Sumar), Alberto Rodríguez (Vox), Cristina Valido (CC) y Luis Campos (NC) participaron este martes en el debate organizado por Televisión Canaria para el 23-J. / RTVC

La comedia romántica es considerada por los cinéfilos más pedantes como un género menor. La vida, tozuda a veces, sin embargo toma caminos insospechados y convierte a títulos como El apartamento, Desayuno con diamantes, Cuando Harry encontró a Sally, Pretty Woman, Notting Hill, Tienes un e-mail o Love Actually en clásicos porque, vaya usted a saber la razón, conquistan el corazón de millones de personas.

Una buena comedia romántica no tiene mucha ciencia, pero puede descarrilar por culpa de un pequeño detalle. Tiene que contar con protagonistas cargados de simpatía, muchos obstáculos que superar y una generosa dósis de humor, ingredientes todos entrelazados a través de siete tiempos capaces de levantar una bonita historia: química entre sus personajes, un primer encuentro entre ambos catalizador, un momento complicado que funcione como punto de inflexión, algo que sirva de enganche —para las estrellas de la película, para el público—, un giro inesperado, una crisis y un desenlace marcado por una alegre derrota —alguien cae en su error y se lanza a los brazos del otro—.

Cita a seis en RTVC

Si tenemos en cuenta todas esas piezas, estaría bien preguntarse en qué momento se encuentran Coalición Canaria (CC) y Nueva Canarias (NC) dentro de la comedia romántica que protagonizan. Este martes, durante el debate organizado por Radio Televisión Canaria (RTVC) con seis candidatos al Congreso de los Diputados por alguna de las dos provincias del Archipiélago —además de CC y NC también estuvieron representados PSOE, PP, Vox y Sumar—, las dos formaciones —reconocida una como nacionalista; autodefinida la otra como canarista— se pusieron en valor con propuestas y discursos similares.

Cristina Valido (CC) y Luis Campos (NC) pusieron en el centro del debate la importancia de contar con diputados de organizaciones de obediencia canaria, subrayaron el valor de hacer cumplir en Madrid el fuero canario (REF), fueron críticos con el PSOE en política migratoria y por su cambio de postura respecto al Sáhara, no le dejaron pasar ni una barrabasada al candidato de Vox, recordaron que la financiación autonómica del Archipiélago no se revisa desde hace más de una década y advirtieron que sin presencia nacionalista/canarista en la capital del reino las Islas serán ignoradas.

PSOE y PP, en otra liga

Frente a la sintonía entre Campos y Valido, Partido Popular y PSOE jugaron en otra liga: la disputa del voto indeciso que pueda desnivelar el pulso general al norte de Alegranza entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Héctor Gómez (PSOE) y Guillermo Mariscal (PP), pese a intentar llevar a suelo canario el duelo —lógico movimiento del popular al trasladar los datos económicos a las cuentas diarias de nuestros hogares (inflación, paro, vivienda)—, se enredaron en detalles generalistas que revalorizaron la cotización de CC y NC en el debate.

La noche, en un formato que no ayudó al debate y convirtió el programa en una cita tediosa —150 minutos de duración—, dejó también algunos rifirrafes entre Alberto Rodríguez (Sumar) y Alberto Rodríguez (Vox). El primero se mantuvo firme en la idea de Canarias que dibuja con Proyecto Drago: vivienda, defensa de los derechos humanos, de la igualdad y del territorio, diversificación de la economía —sin tanta dependencia del turismo— y todo bajo un manto de obediencia canaria; el segundo aseguró que la época de mayor crecimiento económico en España tuvo lugar durante el franquismo, mostró un país al borde de la quiebra y repleto de delincuentes, migrantes y okupas, y en el que las cifras de asesinatos provocados por la violencia machista son culpa de las políticas del Ministerio de Igualdad y no de los verdugos —comentario por el que se ganó una buena reprimenda de Cristina Valido—.

La historia, con todo, es que en el debate hubo química entre Nueva Canarias y Coalición Canaria aunque no la buscaran ni la forzaran. Es, como en las comedias románticas, por una simple cuestión natural: les une Canarias. De aquí al domingo, ambos recordarán que la relación tuvo momentos buenos, importantes. Queda por resolver cuál de los dos partidos asumirá su alegre derrota, su error por no forzar una reunificación del nacionalismo canarista. ¿Después del 23J? ¿Al poco de conocer los resultados de las urnas? ¿Más a lo lejos en el tiempo? Quién sabe.