Ángel Víctor Torres no encuentra oposición en un debate plácido sin referencias a la corrupción

Partido Popular y Coalición Canaria dejan fueran de su discurso los casos Mediador y Mascarillas y hacen de la cita un pequeño mitin para el presidente socialista, que no tuvo que esforzarse mucho para llevarse el combate a los puntos

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Román Rodríguez, Fernando Clavijo, Fátima Hernández, Marta Modino, Ángel Víctor Torres, Manuel Domínguez y Noemí Santana posan antes del debate electoral./ CEDIDA
Román Rodríguez, Fernando Clavijo, Fátima Hernández, Marta Modino, Ángel Víctor Torres, Manuel Domínguez y Noemí Santana posan antes del debate electoral./ CEDIDA

El saldo del debate de los candidatos a la presidencia del Gobierno de Canarias arroja un saldo muy positivo para el actual dirigente, Ángel Víctor Torres. La extraña omisión de los casos de presunta corrupción que afectan al Ejecutivo en funciones hizo de la cita algo que vino a ser poco más que un pequeño mitin en el que el socialista se encontró flanqueado por sus leales lugartenientes, fieles defensores de las políticas que ha llevado a cabo AVT, como es de perogrullo.

En el uno por uno también salió ganando Torres por una cabeza, pero los jefes de campaña se fueron contentos porque todos los candidatos tuvieron su momento para poder decir que este debate lo han ganado ellos.

Infografías y pactos

El minipunto de las malditas infografías se lo llevó Román Rodríguez para Nueva Canarias. Si no nos hacen el favor de prohibirlas, que al menos los partidos le den un poco de cariño al tema, porque hay gente que está perdiendo la vista. Las infografías de Román fueron claras y concisas, se veían bien -parece que es mucho pedir- y así es más fácil que el mensaje cale.

A Noemí Santana se la dejaron botando en el bloque de los pactos y cualquiera que sepa pegarle a un balón esa la mete por la escuadra. No tiene nada que perder y es la única que puede decir sin miedo cuáles son sus compañeros de viaje. Pudo así lanzar el correspondiente mensaje a un huidizo AVT, en una de las dos veces en el debate en las que tuvo que hacer mutis por el foro.

Fernando Clavijo fue el más bronco de los intervinientes, jugando a su antojo con el reglamento -Román tuvo que llamar al orden-. Tuvo su momento cuando sacó a relucir el triunfo de Coalición Canaria en el Congreso que redujo el 60% del IRPF de los palmeros. AVT calló y a continuación se sucedieron las mejores intervenciones del nacionalista.

Torres, sin apuros

Siendo AVT el ganador del debate, el minuto de oro no fue para el exalcalde de Arucas sino para el de Los Realejos, Manuel Domínguez. Fue gracias a su emotivo mensaje a su hija, que casualidades del destino cumplía años este martes. La gente de comunicación del Partido Popular ha tenido que estar aplaudiendo con las orejas en estos días de preparación del debate porque aquí seguro que sumó muchos puntos el candidato tinerfeño.

Con todo, es poco discutible que el dirigente que mejor sale del debate es el actual presidente, sin meterse en ningún charco, a salvo de mediadores y mascarillas. Era lo que tenía que hacer y le ayudaron. Además se mueve como pez en el agua en este formato, su estilo comunicativo cordial y pedagógico le da un plus de naturalidad frente a sus contrincantes. Román tiende al exceso; Clavijo, a la frialdad; Noemí es natural pero se pierde a veces y Manuel Domínguez, el mejor después de Torres, tuvo momentos intermitentes, quizás fruto de ser su primera vez, aunque fue de menos a más.

Torres manejó el debate con bastante soltura y además tenía dos lugartenientes para expandir el mensaje. Se inhibió cuando le interesaba y, pese a no mirar a menudo a cámara, supo trasladar las consignas. Su arenga final, señalando a la audiencia como el Tío Sam, resultó bastante efectiva.

¿Por qué quiere ser presidente?

Tras la típica presentación de los candidatos el debate comenzó por Nueva Canarias. Faltaba Casimiro, que decidió que era mejor dejar a los niños que se peleasen ellos solos porque él juega en otra liga y en esta no tiene nada que ganar.

Román hoy llevaba papeles, aunque no los miró hasta el peor momento, el final. Comenzó con su verborrea habitual hablando de planes y de lo decisiva que ha sido NC en los últimos años tanto en Madrid como en Bruselas. Lo que dice el manual del socio minoritario, aunque el vicepresidente lo viste siempre muy bien para dar la sensación de que es un trato entre iguales.

AVT entró mal en el debate por el cambio del tiro de cámara, que le pilló a contrapié. Como primus inter pares pidió amablemente repetir como presidente con un argumento irrefutable:  “Canarias merece cuatro años normales”. Cómo no, la palabra COVID iba a ser repetida unas cuantas veces en esta noche de martes.

Nervios

A Clavijo no le hicieron bien los deberes en el primer punto del día porque no habló de por qué debería ser presidente sino de lo mal que lo había hecho el pacto durante esta legislatura, y ya tenía el resto del debate para ello. Entró nervioso en escena, tuvo momentos más fluidos pero no se le terminó de ver cómodo con la estrategia de mirar constantemente a cámara, el que más lo hizo entre los presentes.

Noemí Santana se estrenó a todo trapo y pasó lo que tenía que pasar, que terminó mucho antes de tiempo. Su sonrisa perenne hace su discurso agradable y cercano, pero a veces se le ve nerviosa, se pierde en demasiadas ocasiones y eso lastra su discurso, recurrente en exceso a los logros del partido en Madrid.

Terminó las exposiciones sobre la idoneidad de ser presidente de Canarias Manuel Domínguez, que al igual que el discurso final, tenía muy bien trabajada su primera intervención. No se le puede atribuir mucha naturalidad pero el mensaje estaba bien enfocado, identificándose con sus amigos de mas de 50 años para trasladar veteranía y experiencia.

Situación económica

Los cuatro minutos de los que podrían hacer uso los candidatos en este bloque fueron lo que se esperaba de ellos, un bombardeo de datos adecuados a la visión del que hablara. AVT se volcó con el aumento del gasto turístico y otros ingresos extraordinarios, que, sin dejar de ser reales, están motivados enormemente por la inflación.

Esquivó una bala aquí el presidente, porque Clavijo y Domínguez se olvidaron de recordárselo, haciendo de la palabra maldita la gran olvidada del debate. Ni una vez se pronunció. Curioso.

El equipo de CC prefirió recurrir al maquillaje de datos con infografías en las que no se veía nada más que el titular. Así no se puede. La propuesta estrella de los nacionalistas era la bajada del IGIC del 7 al 5% y ahí estaba esperando AVT con las espadas en alto. Argumentó que esa bajada supondría para el contribuyente 65 céntimos al día -234 euros al año- pero 1.000 millones menos para las arcas públicas y lanzó la temida pregunta: ¿De dónde los va a recortar? Solo se escuchaba el eco de sus palabras...

Román, que no estuvo especialmente inspirado, tuvo aquí su mejor momento de la noche apabullando con datos y promesas de creación de 100.000 puestos de trabajo en cuatro años que no tuvieron respuesta por parte de Clavijo y Domínguez, quizás porque estarían revisando si es verdad que solo en 2022 se crearon 52.000.

Un poco de espectáculo

Domínguez prefirió irse directamente a un PIB menor que hace cuatro años, algo que tiene poca réplica. Se le vio suelto y hasta soltó un chascarrillo que se agradece. Ya que hay que ver el tostón, que al menos entretenga.

Vaya si lo hizo. Antes de terminar el tiempo el debate se enturbió por un desliz de la moderadora Fátima Hernández que encendió los ánimos de Fernando Clavijo. Se le ocurrió decir derechas al hablar de PP y CC, ¡qué insolencia! El candidato nacionalista se enfurruñó y le vino a decir a Hernández que vamos, bajo ningún concepto porque ellos eran los únicos nacionalistas de la sala.

Román reía mientras moderadora y político llegaban a un entendimiento. Domínguez esperó porque sabía que le tocaba y tenía preparada la estocada. Tomó la palabra y de soslayo le dirigió a Clavijo un lacónico “sin complejos”. Ejem.

El enfado del exalcalde de La Laguna era evidente, y así lo hizo saber pasándose ampliamente de tiempo al final de su intervención de ocho segundos. Las moderadoras lo hicieron pasar por unos segundos de cortesía, que no estaba establecido en las normas del debate, y a partir de ahí se tuvo que hacer extensivo al resto de partidos por esto de la igualdad.

Políticas sociales

El bloque de las políticas sociales fue el más largo de todos porque era un batiburrillo que iba desde sanidad hasta vivienda. A estas alturas ya había quedado claro que los tres partidos representados del pacto de las flores iban a hacer piña en cuanto al relato y los logros conseguidos, y en este intervalo fue donde más se notó, puesto que fue una sucesión de autoimposición de medallas por triplicado, sobre todo en lo relacionado con la dependencia.

El combate era desigual. Eran tres contra dos, algo inédito en la historia de los debates electorales. Había que dibujar muy bien las líneas entre la defensa de lo conseguido y las reivindicaciones partidistas, aunque en este sentido el PSOE actuó como el paternal socio que decide y NC y Podemos los que suspiran por sus votos para repetir.

Este fue el momento COVID de AVT. Nada mejor que una pandemia para justificar unos malos datos sanitarios que, todo sea dicho, vienen de lejos. Pero a nadie amarga un dulce, y detrás del COVID se pueden meter muchas mermas que ha tenido la Sanidad en este periodo y que no se han gestionado bien, y solo hay que enumerar la cantidad de directores del SCS en la legislatura.

Los partidos de la oposición andaban lentos, la verdad. Mucho fracaso de las políticas sociales y de inmigración, más incluso de listas de espera médicas y de dependencia… pero nada del caso Mascarillas, igual que nada del caso Mediador, los flancos más débiles de AVT en esta campaña, sin los cuales se habría paseado el 28 de mayo. Pues no. Nada. Cero. ¿Cómo no va a ganar así el debate?    

Clavijo parecía más preocupado por ser el último en intervenir,. Se puso a organizar sobre la marcha, como quien monta una partida de mus en un bar, y se las ingenió para intervenir al final. Román no podía más con tanta inacción y no se pudo aguantar. “¿Pero esto qué es?”. Al final se tomó la justicia por su mano y se permitió pasarse de tiempo. Como después todos los demás. Pues eso.

Modelo de crecimiento

Los cinco minutos que duraba el tramo del modelo de crecimiento fueron, en el caso de Podemos, una defensa a ultranza de la ecotasa turística, de la que habló una y otra vez y vuelta a empezar. La palabra salía de la boca de Noemí como vaho en un día de frío.

Una propuesta que ya se anticipaba que iba a tener la oposición frontal del PP, que dibujó un escenario basado en un turismo medioambiental con una profunda inversión en energías renovables. Y parecía que estos cinco partidos no se iban a poner de acuerdo en nada. Vivir para ver.

AVT estuvo cómodo gran parte de este bloque porque sabe que en tema de renovables y cambio climático sí puede sacar pecho. Superada la parte complicada del debate sin mención a los escándalos de corrupción puso el piloto automático. Pero Clavijo estuvo bastante más dinámico en este punto y se sacó de la manga el descuento del 60% en el IRPF a los habitantes de La Palma afectados por el volcán. Habrá pensado entonces AVT en ese maldito voto madrileño que dio carnaza electoral a una CC necesitada de victorias que mostrar.  

Rodríguez vio el cambio de actitud de su adversario nacionalista e intentó meter cizaña (juego en equipo) para cambiarle el tono. Pero el  par de interrupciones espolearon a Clavijo. Se enzarzó acompañado por la razón en una discusión con el socialista a cuenta de las solicitudes hechas por su parte para reunirse con Pedro Sánchez, y ya se vio tan a gusto que intentó corregir a AVT con la tasa verde al queroseno. No tuvo mayor recorrido porque Román Hoy no era amigo de Fernando y no le echó un capote, y ahí terminó todo posibilidad de darle más caña al presidente.

Politica de pactos

Poco se podía esperar de este tramo, aunque el buen observador sabe cuáles son las posibilidades que hay en el escenario. Salvo Podemos nadie quiso comprometerse porque saben que el escenario es incierto y mejor no decir nada de lo que después se puedan arrepentir que las campañas las carga el diablo. Así que Domínguez sacó el bolígrafo para trazar líneas rojas al viento y Román sacó a relucir su apolínea cara en el programa, que ya que tienen los mejores complementos hay que lucirlos.

Como se sabía el protagonista del momento AVT se dio el gusto y añadió un poco de suspense a la sesión, bromeando sobre si tenía que gastar todo su minuto. Es que en el fondo es un cachondo, y si no que se lo digan al vice que estaba a su lado escuchando como decía que hay que ser comprensivo con lo que pase tras las elecciones. Un vacilón. Al menos les concedió a sus socios un premio: “El pacto ha funcionado”. Todavía hay esperanzas.

Clavijo ni dice ni deja de decir porque no puede ni quiere. Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que se presentaba con todo a favor. Ya le gustaría a él decir que con el PSOE ni a la esquina, pero nadie se lo creería. Eso sí, su discurso cobraría más sentido.

Minuto de oro

El minuto de oro fue sin ningún género de dudas para Manuel Domínguez. Los dioses de la comunicación política le regalaron una baza que no se podía desaprovechar y la verdad es que el candidato popular lo bordó acordándose de su hija en su cumpleaños y mostrando los sacrificios personales que podía hacer por su tierra.

Todo tan bonito que Román tuvo que recomponerse y mirar los papeles, algo muy poco habitual en él. Ya cautivado sus palabras eran todo virtud: generosidad, experiencia, lealtad… todo lo que AVT necesita en su nuevo ejecutivo, qué duda cabe.

Para no perder las buenas costumbres, la propuesta de Clavijo no pudo obviar el viejo mantra de “los jefes de Madrid”, pero ya no estaba tan bien anímicamente como antes y su mensaje adoleció de emoción. Esto con Ani no pasa. Una emoción que sí puso Noemí Santana jugando con su eslogan de campaña para motivar a los suyos.

La sesión la clausuró AVT, seguro que contrariado porque el candidato popular le robase su minuto de oro, ya que su cierre fue bastante bueno. Una vez llegado a casa, tras la tormenta, se habrá dado cuenta que de oro era la oportunidad de la oposición de sacar a colación los puntos más sombríos de su mandato y lo dejaron pasar. Ángel Víctor Torres ganó el debate y lo sabe.