Los inicios siempre están llenos de baches, pero marcados por la ilusión. Es una afirmación con la que probablemente nadie discrepe, pero si alguien lo hiciera cambiaría de opinión al sentarse un rato a hablar con Francisco Pérez. En el centro neurálgico del municipio de Telde, en San Gregorio, se encuentra ubicada la sede del partido que fundó hace cuatro años con otros compañeros y que este domingo se presentará por primera vez a unas elecciones: La Pepa lo nuestro.
Pérez es un médico jubilado que aún mantiene su consulta de oftalmología, la que también le sirve como base física de la formación de manera provisional. Allí, entre folletos electorales o gorras con el logotipo hace un hueco en su mesa para comenzar la entrevista y arranca siendo claro: “No tenemos ideología, sino hacer las cosas bien y no cobrar”.
Los asesores
Insiste en que como alcalde se negará a recibir un solo euro porque para vivir le basta con su pensión y las cuatro consultas semanales que sigue pasando para, dice, no aburrirse. “Y mis asesores tienen que tener la misma filosofía”, exclama. Cuenta que la intención inicial, y que siguen manteniendo, es la de “entrar a la política como vocación porque no la entendemos como una profesión para buscar un sueldo”. “Yo estoy aquí porque veo que Telde está cada vez peor”, apostilla.
En su opinión, no se puede vivir de la política porque es un servicio. Relata con una sonrisa que, aunque su campaña está siendo humilde por la falta de medios, le está funcionando ir por la calle entregando el programa y el boca a boca. “La gente me dice que no tengo necesidad de esto, pero lo hago por los demás, yo tengo mi vida resuelta”, dice.
Sin carteles electorales
Para este 28M, La Pepa lo nuestro tampoco ha puesto carteles. Explica que no lo han hecho porque no tenían presupuesto y porque están en desacuerdo “con el despilfarro que se hace con la cartelería”. Pérez no quiere ser protagonista y cree que “la política es narcisismo, egoísmo y sueldos”.
El candidato a alcalde se considera una persona muy ambiciosa y uno de sus grandes retos es convertir las plazas de San Gregorio o de San Juan en una especie de ágora griega. “Yo propongo que cuando haya plenos con temas importantes se realicen en la calle para que los ciudadanos sepan de qué se trata y de qué se está hablando”, asevera Pérez, quien también cree que las personas deben intervenir.
¿Habrá líneas rojas?
Entre sus compromisos con la gente está el de preguntar al pueblo qué es lo que quiere. “Para que dé su opinión porque a lo mejor hay ciudadanos que tienen otra idea, que la expongan”, añade. “Quiero darle una ciudad más sana y con más cultura a la juventud. Fomentar un Conservatorio de la Música, una escuela de teatro… Los jóvenes no tienen a dónde ir”, propone.
Pérez continúa hablando de las nuevas generaciones para decir que van a ir a los institutos para ver cómo avanzan los estudiantes o analizar problemas como el fracaso escolar, una cuestión que considera obligatoria para los alcaldes. Destaca que, además, están preocupados por las listas de espera en sanidad y que, aunque no sea competencia municipal, el regidor “tiene que presionar al Gobierno de Canarias para que dé una solución”.
El candidato a tener el bastón de mando en Telde considera inadmisible que los polideportivos y las piscinas estén cerradas. “No se trata de hacer una infraestructura y dejarla de la mano de Dios, sino desarrollar una que sea rentable y funcional”, opina. Si este domingo La Pepa lo nuestro fuera clave para formar gobierno, él aceptaría si se mantiene su programa. “Con el partido que sea. No tengo líneas rojas”, sentencia.