Juan Verde, por Farruqo.
Juan Verde, por Farruqo.

Juan Verde, un canario en la Casa Blanca y una canción de Jorge Drexler

El analista y estratega canario que ha asesorado a presidentes de Estados Unidos y lidera el pensamiento empresarial sobre economía verde y competitividad internacional

Martín Alonso

“Cada uno da lo que recibe
Y luego recibe lo que da
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma
Todo se transforma”

La canción Todo se transforma, de Jorge Drexler, podría funcionar como banda sonora de la trayectoria vital y profesional de Juan Verde, el canario que llegó a trabajar en la Casa Blanca con Barack Obama y Joe Biden, pero que nunca ha dejado de explicar su recorrido desde la sencillez de los gestos humanos. Porque si algo define su biografía no es solo la acumulación de cargos, asesorías o responsabilidades internacionales, sino una cadena de decisiones que parten de la solidaridad y desembocan en la vocación de servicio público.

Juan Verde nació y creció en Telde, en el barrio de La Rocha, en el seno de una familia vinculada al mundo empresarial local. Su infancia transcurrió lejos de cualquier foco de poder, pero marcada por una experiencia que acabaría determinando su destino. A finales de los años ochenta llegaron al barrio los Seoane, una familia cubana exiliada. Juan entabló amistad con los hijos, y poco después sus padres comenzaron a ayudar a la madre a establecerse en la isla. No hubo estrategia ni cálculo: solo empatía, acompañamiento y apoyo en un momento de dificultad.

Cum laude en Boston

Ese gesto, aparentemente cotidiano, acabaría transformándolo todo. Cuando los Seoane emigraron a Boston, la madre de la familia cubana invitó a Juan Verde a cursar allí su último año de instituto. Aceptó. Y ese viaje marcó un antes y un después. Cada uno da lo que recibe: la solidaridad recibida en La Rocha se convirtió en una oportunidad vital que abrió el mundo ante él.

El analista y asesor político Juan Verde./ Wikipedia.
El analista y asesor político Juan Verde./ Wikipedia.

Juan Verde decidió quedarse en Estados Unidos. Se formó académicamente con excelencia, graduándose cum laude en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales por la Universidad de Boston, y posteriormente cursó un máster en Políticas Públicas en la Universidad de Harvard, una de las instituciones más prestigiosas del mundo. Además, realizó estudios adicionales en universidades como Georgetown y Tufts, consolidando una base académica sólida en políticas públicas, economía y relaciones internacionales. Desde el inicio, su mirada fue internacional, pero siempre con una conciencia clara de lo social, de lo público y de la necesidad de entender la política como una herramienta para mejorar la vida de las personas.

Sus primeros pasos profesionales se dieron en la política local de Boston, trabajando en la oficina del alcalde y en el consejo municipal. A partir de ahí, fue ampliando su radio de acción hasta incorporarse al Departamento de Comercio de Estados Unidos durante la administración de Bill Clinton, especializándose en comercio internacional. Aquella experiencia lo consolidó como un perfil técnico, pero también como un mediador entre intereses económicos, instituciones y países.

Obama

Nada es más simple, no hay otra norma. Durante la presidencia de Barack Obama, Juan Verde fue nombrado Subsecretario Adjunto para Europa y Eurasia, un cargo desde el que participó en el diseño y la implementación de políticas comerciales con más de medio centenar de países. Su trabajo se centró en la atracción de inversiones, la internacionalización empresarial y la promoción de sectores estratégicos vinculados a la innovación y las energías limpias.

Ese paso por la Casa Blanca no fue un punto final, sino un nodo más en un recorrido que ha combinado política, empresa y pensamiento estratégico. Verde ha asesorado a grandes corporaciones internacionales Google, Cisco, SAS, American Express o Banco Santander, así como instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, la Universidad de Harvard y el Banco Mundial y ha formado parte de consejos de administración y órganos consultivos en sectores clave como las telecomunicaciones, la aeronáutica o las infraestructuras espaciales como —como Hispasat (operador de comunicaciones por satélite) o de Airbus—, lo que le permite influir en decisiones que combinan innovación, infraestructura y competitividad global.

juan verde
Juan Verde durante unas conferencias en Santiago. / XOÁN REY-EFE

Activismo climático

En paralelo, ha impulsado proyectos orientados a la formación de nuevos liderazgos globales y a la lucha contra el cambio climático, convencido de que la sostenibilidad no es una opción ideológica, sino una necesidad económica y moral. Colaboró estrechamente con el exvicepresidente Al Gore para establecer y liderar filiales de la organización Climate Reality Project en España y Argentina, enfocadas en la lucha contra el cambio climático.

Su presencia en conferencias globales como las conferencias de las Naciones Unidas sobre el clima (COP25 y COP26) y su reconocimiento como uno de los “100 líderes hispanos más influyentes en la lucha contra el cambio climático” destacan su papel como pensador y activista en la intersección entre política, economía y medio ambiente.

Comunidad hispana

Nada se pierde, todo se transforma. Esa idea atraviesa también su implicación en campañas electorales. Juan Verde ha tenido un papel relevante en la movilización del voto latino y del voto exterior en Estados Unidos, colaborando en la reelección de Obama y en la campaña que llevó a Joe Biden y Kamala Harris a la Casa Blanca. Su conocimiento de las comunidades hispanas y su capacidad para conectar discursos políticos con realidades sociales lo convirtieron en una pieza clave en ese engranaje.

Pero reducir su perfil a la política institucional sería incompleto. Juan Verde ha construido una trayectoria híbrida, en la que conviven la asesoría estratégica, la docencia, la reflexión pública y el compromiso con causas globales. Su vínculo con iniciativas climáticas internacionales y con proyectos de liderazgo responsable responde a una visión muy clara: los grandes desafíos del siglo XXI solo se resuelven si se alinean economía, política y valores.

A lo largo de los años, Verde ha insistido en la necesidad de construir puentes entre continentes, sectores y generaciones. Esa vocación tiene mucho que ver con su propia experiencia vital: un joven canario que cruzó el Atlántico gracias a un acto de generosidad y que convirtió esa oportunidad en una carrera dedicada a abrir caminos a otros. Luego recibe lo que da: influencia, responsabilidad y capacidad de impacto.

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Juan Verde y Joe Biden. / AH

Cooperación y solidaridad

Lejos de discursos grandilocuentes, Juan Verde suele explicar su historia desde lo personal, reivindicando la importancia de la educación, de las redes humanas y de la empatía como motores de transformación. En un mundo marcado por la polarización y el cortoplacismo, su perfil encarna una forma de liderazgo discreta pero constante, basada en el conocimiento, la cooperación y la mirada a largo plazo.

De algún modo, la historia personal de Juan Verde también se cruza con los pasillos del poder estadounidense. Fue en Washington, en plena efervescencia de la primera campaña presidencial de Barack Obama, cuando conoció a Tiziana Domínguez, la hija menor del diseñador Adolfo Domínguez y de Elena González. Él trabajaba entonces como asesor del candidato demócrata, centrado en el voto hispano, la atracción de inversiones y la agenda climática; ella colaboraba como voluntaria mientras completaba una sólida formación internacional que combinaba diseño de moda en Austria, Francia y Reino Unido con estudios de Económicas en Vermont. Verde siempre ha descrito aquel encuentro como un flechazo inmediato y no oculta la admiración que siente por su pareja

Todo se transforma. Desde La Rocha hasta Washington, desde la amistad infantil hasta las decisiones que afectan a millones de personas, la trayectoria de Juan Verde demuestra que los caminos no son lineales, pero sí coherentes cuando se construyen sobre principios sólidos. Su historia es, en el fondo, una invitación a entender que ninguna experiencia se pierde, que todo puede convertirse en otra cosa, y que el verdadero poder no está solo en los cargos, sino en la capacidad de transformar lo recibido en algo que trascienda a uno mismo.