El lado cultural de Saavedra: cuando soñó que París fuera un referente para Canarias

En 1959, con solo 23 años, un joven Jerónimo Saavedra visitaba París, donde se enamoró del recién construido teatro de ópera y soñó con una cultura canaria que huyera, como la parisina, de la rutina y la mediocridad

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Jerónimo Saavedra, expresidente del Gobierno de Canarias / EFE
Jerónimo Saavedra, expresidente del Gobierno de Canarias / EFE

La noticia más reciente y dura para el mundo de la política canaria y nacional ha sido el fallecimiento del expresidente del Gobierno de Canarias y exministro de Educación y Ciencia y de Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra. El que siempre será conocido como el primer presidente del Ejecutivo canario de la democracia, ha fallecido este martes en Vegueta (Las Palmas de Gran Canaria) en la que era su casa y por causas naturales a los 87 años. Jerónimo Saavedra Acevedo se convirtió en un símbolo de la política y la cultura del Archipiélago, durante su vida en ella y también cuando la vivió tras los focos. Apoyó, entre otras cosas, la creación de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria o la Asociación Amigos de la Ópera de Canarias. 

Jerónimo Saavedra era un soñador. En 2019, ingresó como académico en la Real Academia Canaria de Bellas Artes y en su discurso criticó el estado de la gestión cultural en las islas. "Cuando tenía 23 años, en el verano de 1959, crucé por vez primera la frontera. En París vi lo prohibido por la dictadura: Viridiana de Buñuel. Continué hacia la Universidad de Colonia. Fue mi estreno en democracia. Allí, en la Rudolfplatz, había un restaurante frecuentado por emigrantes españoles, donde acudía a cenar los domingos. Regresaba solo a mi residencia, qué casualidad en la calle Hans Sachs. En el camino me preguntaba cómo aquella ciudad con restos de los bombardeos aún visibles tenía un moderno y recién construido teatro de ópera con función diaria desde septiembre a finales de junio. Y soñaba que había que intentarlo aquí, contar con orquestas profesionales. Algunos años más tarde, en Madrid, Buero Vallejo estrenó su obra Un soñador para un pueblo. Por eso, creé el Festival de Música. Todos los pueblos lo necesitan. Estoy seguro de que entre los jóvenes canarios hay soñadores más exigentes y arriesgados que alejarán a la cultura de dos males que hoy la afectan: la rutina y la mediocridad", finalizaba este discurso.

Referencia cultural

Por ese sueño, y por el recuerdo de esas noches en París, Saavedra creó el Festival Internacional de Música de Canarias y promovió la proyección cultural del Archipiélago, hasta entonces limitada por la geografía. Amante empedernido de la música y las artes, el también exministro, fue un firme defensor de la marca cultural de las islas dentro y fuera de ellas, prueba es el apoyo que siempre dio al reconocido César Manrique. También impulsó los Premios Canarias de Arte, Patrimonio Histórico y Ciencias.

Saavedra se convirtió en uno de los mejores clientes del Auditorio Alfredo Kraus y del Teatro Pérez Galdós. Al menos, así lo recuerda Tilman Kuttenkeuler, director de la Fundación Auditorio-Teatro de Las Palmas de Gran Canaria. "Tengo tantas anécdotas", asegura. "Si preguntas por sonrisas, no recuerdo ningún encuentro con él donde no se haya reído y nos haya hecho reír a nosotros", evoca el director de la Fundación. 

Criticando o aplaudiendo

"Cada vez que se acercó al teatro y al auditorio siempre aportó opinión", recuerda Kuttenkeuler. Una opinión que denotaba la profundidad de su conocimiento en el ámbito de la música, la literatura y el teatro, "pero sin darse esa importancia de ser el más sabio". Su sonrisa, según el representante de la Fundación, era característica y su curiosidad y forma de cuestionarse todo, también. Además, "no se puede imaginar ninguna institución cultural en Gran Canaria sin tener conexión con él". 

Sin embargo, Saavedra no siempre aplaudía las obras que visualizaba. "Si él pensaba que algo era malo, lo decía claramente", pero manifestando siempre el porqué con criterio y críticas constructivas. "Es justamente nuestro objetivo: que el público salga desarrollando un debate sobre lo que ha visto, criticando o apludiendo, y Saavedra esto lo cumplía con excelencia". 

Un soñador

"Ha sido uno de los pilares de esta sociedad canaria, especialmente en Gran Canaria", afirma también Karel Mark Chichon, director de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. "Nuestra cultura no sería lo que es si no fuera por el señor Saavedra". Asegura que amaba especialmente la ópera y, "por supuesto, lo vamos a echar muchísimo de menos". 

A la tristeza por su fallecimiento también se ha unido el Teatro Real ya que Saavedra era miembro de su patronato desde octubre de 2018 y entre 2004 y 2011. En una nota de prensa, el coliseo operístico madrileño se refiere al que fuera impulsor del Festival Internacional de Música de Canarias como "histórico político canario, gran melómano, así como activo defensor y promotor de la cultura". Se destaca especialmente asimismo la defensa "de los proyectos de la institución, de su programación y de las iniciativas para acercar los espectáculos del Teatro Real a todos los públicos, en especial con las retransmisiones a las plazas e instituciones de forma gratuita, que le permitieron impulsar la actividad, con especial ahínco, en su tierra canaria".