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El diputado socialista y expresidente del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos, en una rueda de prensa sobre su relación con el narco Mohamed Derbah./ EFE

Matos planteó acudir a "dos o tres ministros" para ayudar al narco libanés, adelanta 'El Mundo'

'El Mundo' desvela que el vicepresidente del Parlamento de Canarias ofreció su influencia en el Gobierno central tras haber prometido mediar ante delegados en Canarias

Gustavo Matos, vicepresidente segundo del Parlamento de Canarias y destacado dirigente socialista en el archipiélago, no solo se habría ofrecido a interceder ante la Delegación del Gobierno en Canarias en favor del empresario libanés Mohamed Derbah —presunto cabecilla de una red de narcotráfico—, sino que también planteó acudir directamente a "dos o tres ministros" del Gobierno de España si fuera necesario. Así lo revelan nuevas grabaciones intervenidas por la Policía Nacional y publicadas este martes en exclusiva por El Mundo.

"¿Y si nos vamos a Marlaska? (...) Yo con Marlaska no tengo tanta relación, pero a dos o tres ministros sí que se lo puedo decir", expresó Matos durante un encuentro con Derbah, según consta en el informe de la Unidad de Asuntos Internos que adelanta citado medio. En la conversación, el político socialista se muestra dispuesto a activar sus contactos más allá del ámbito autonómico para influir en las actuaciones policiales sobre los clubes cannábicos del sur de Tenerife, vinculados al entramado de Derbah.

Más grave

La afirmación supone un salto cualitativo respecto a lo conocido hasta ahora. El lunes, El Mundo ya adelantó que Matos había ofrecido mediar con el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, y con el subdelegado, Jesús Javier Plata Vera, para frenar las inspecciones que afectaban a los negocios de Derbah. Ahora, con esta nueva revelación, se pone de relieve que el dirigente del PSOE canario también habría contemplado escalar el asunto a niveles ministeriales, mencionando explícitamente al titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, siempre según El Mundo.

Durante la misma conversación, Derbah insinuó que, si la gestión tenía éxito, Matos recibiría un “presente”. Aunque el político restó importancia a esa oferta, respondió: «El día que yo te necesite, yo sé que te tengo (...) Yo ayudo a mis amigos porque sé que cuando me hagan falta, me van a ayudar».

Una relación fluida

Según publica El Mundo, la Policía considera que Matos y Derbah mantenían una relación de "confianza y colaboración", y que el primero actuaba como puente entre la organización criminal y responsables políticos. En el encuentro grabado —celebrado en una cafetería de Santa Cruz de Tenerife el pasado 29 de enero— también estuvieron presentes el presidente de Jóvenes Abogados de Tenerife, Jacob Vega, y el ex jefe policial Francisco Moar, ambos imputados.

Según el dossier, Derbah detalló que el exceso de presión policial estaba afectando a su “negocio” y pidió ayuda para frenar las inspecciones. Matos se comprometió a actuar: "Dame un par de días", le dijo, y explicó que tenía “bastante confianza” tanto con el delegado como con el subdelegado, al que calificó como alguien “de la cuerda en la que yo estoy”.

En la conversación también se abordaron temas relacionados con plantaciones de marihuana disfrazadas como cultivos terapéuticos. Matos comentó: "Ahí se disfraza de terapéutico, de hecho tan legal que... bueno, tú lo sabrás, hay varios aquí pendientes de... supongo que tú estás al tanto porque eso no creo que se haga sin que tú lo sepas", añadiendo que "es el negocio del siglo".

El contexto ya conocido

A lo largo de los últimos días, la Policía ha situado a Matos en el epicentro de una trama que opera clubes cannábicos como tapadera para el tráfico de cocaína y heroína en Tenerife. Derbah, fundador del partido Fuerza Canarias, se encuentra en prisión preventiva desde el 1 de mayo. En la misma causa figuran investigados varios mandos policiales por presunta connivencia con la red criminal.

El PSOE ha anunciado la apertura de un expediente informativo a Gustavo Matos, quien ha defendido públicamente que su encuentro con Derbah fue informal y que no realizó gestión alguna. Sin embargo, los informes policiales describen su actitud como la de un político dispuesto a usar sus influencias para beneficiar a un acusado de narcotráfico.