Este martes se celebró la Sesión Constitutiva del nuevo Gobierno de Cabildo de Tenerife en el que se proclamó como presidente de la institución a Pedro Martín, la persona de la lista más votada por los ciudadanos de la isla.
Un nombramiento que ya se sabía que iba a ser provisional una vez que Rosa Dávila (CC) y Lope Afonso (PP) formalizaron días atrás un pacto de gobernabilidad y cuya puerta de entrada al ejecutivo era a través de una moción de censura, pues en los cabildos es elegido presidente el representante de la fuerza más votada, aunque no sea en minoría, como fue el caso ahora, y cuatro años antes.
Transición de poderes
No obstante, el propio Martín decidió precipitar los tiempos renunciando minutos después de sacarse la foto con el bastón de mando -que no la tenía hasta la fecha dentro de una Sesión Constitutiva- “para facilitar la transición de poderes”, algo que recordó que no ocurrió un cuatrienio antes cuando llego al cabildo enfrentado contra Carlos Alonso, al quien desplazó a través del mecanismo democrático mencionado.
Un mecanismo, el de la moción de censura, que quedó automáticamente deshabilitado con la renuncia de Martín al cargo, pues “la moción de censura decae porque no da a lugar a censurar a un presidente en funciones”, explica Diego López Galán, profesor de Derecho Constitucional en la ULPGC, a Atlántico Hoy.
La opción de la moción de censura
Sin embargo, hay una fórmula ejecutable que aún podría echar adelante la moción de censura por parte de CC y PP y que se llegó a barruntar y valorar en los propios pasillos del Cabildo de Tenerife minutos después de la renuncia de Martín, según pudo conocer Atlántico Hoy.
Eso sí, un movimiento inverosímil e improbable que, no en vano, les autoprotegería las espaldas mutuamente al gastar única moción permitida por los consejeros durante la legislatura.
Se trataría de la elección, el próximo lunes, de un presidente insular del PSOE para, a renglón seguido, retomar la ruta de la moción de censura.
El segundo Pleno
“En ese segundo Pleno del lunes -el primero será para dar cuenta de la dimisión de Pedro Martín- los grupos propondrán candidatos y quien sea elegido será proclamado nuevo presidente, pero efectivamente podrá presentarse otra moción de censura”, contextualiza López Galán.
Desde la perspectiva de CC y PP sería “no votar a su candidato, o cada uno al suyo, para que no haya mayoría absoluta y que el de la lista más votada, que sería el segundo del PSOE, sea presidente para así presentar moción de censura”, confirma el profesor en Derecho Constitucional. “Teóricamente es posible. Difícil de entender para el público, pero sí es posible”, añade.
Estrategia del PSOE
Desde la perspectiva socialista, además de la sinceridad mostrada por Martín, y percibida por Dávila y Afonso, sobre que la intención de dimitir no es otra que facilitar y acelerar el comienzo del nuevo gobierno, cabe pensar en otras estrategias.
“Una lectura puede ser la posibilidad de dejar abierta esa posibilidad de moción de censura en el resto del mandato. Y segundo, no enfrentarse a una votación que va a perder, que eso a un político no le gusta”, reflexiona López Galván.
Una legislatura larga
Y, si bien el ‘matrimonio avenido’ entre Dávila y Afonso parece del agrado de ambas formaciones y en buena sintonía, como han demostrado en las distintas apariciones públicas, nunca se sabe cómo de larga se puede hacer una legislatura.
No hay que olvidar el acercamiento que el PSOE recibió del PP no hace mucho para aprobar los Presupuestos de 2023 o que pudiera haber una hipotética crisis en el pacto de gobierno.
Que se lo digan a Manuel Hermoso, cuando cambió la historia democrática de Canarias en 1993 desalojando a su socio de gobierno, y presidente hasta entonces, Jerónimo Saavedra. Y de paso, creó los cimientos de Coalición Canaria.