Sí Se Puede tantea la posibilidad de abandonar Unidas Podemos y unirse a Alberto Rodríguez

La organización política tiene, desde las elecciones de 2019, una presencia relevante en diferentes administraciones públicas de Tenerife

Martín Alonso / Álvaro Oliver

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Alberto Rodríguez, rodeado por Sara Hernández, Mar Domínguez y Héctor Morán, durante la presentación de Proyecto Drago. / AH
Alberto Rodríguez, rodeado por Sara Hernández, Mar Domínguez y Héctor Morán, durante la presentación de Proyecto Drago. / AH

El regreso de Alberto Rodríguez, después de presentar Proyecto Drago este lunes en el Circulo Mercantil de Las Palmas de Gran Canaria, ha agitado el tablero político del Archipiélago. El exsecretario de Organización de Podemos vuelve con su propio partido, un espacio social y político que, como él mismo recalcó, "nace sin sectarismos". Y es justo ahí, en esa invitación a las confluencias de izquierda, donde entra en escena Sí Se Puede, formación que en anteriores elecciones fue de la mano de Podemos en Tenerife y que ahora tantea la posbilidad de abandonar al partido morado para unirse a este nuevo movimiento impulsado por Rodríguez.

"La clave es Yolanda Díaz", apuntan y coinciden personas que han formado parte de alianzas entre Sí Se Puede y Podemos. "La presencia junto a Alberto [Rodríguez]", añaden, "de Héctor Morán, que es asesor de Yolanda [Díaz] en el Ministerio de Trabajo, es clave. Si ven que ella apoya a ese movimiento, entonces se irán con Proyecto Drago en las elecciones locales de mayo de 2023, pero también pensando en las generales que deben celebrarse, si no se adelantan, en diciembre del próximo año. Ahí está todo".

Alianza clave en 2019

En las últimas elecciones locales, en 2019, Sí Se Puede se presentó junto a Podemos en plazas tan importantes de Tenerife como el Cabildo –en la lista de la corporación insular también se sumó Equo para reunir 35.666 votos y obtener tres consejeros– o el Ayuntamiento de La Laguna –en el consistorio, además, confluyeron en la misma plancha Izquierda Unida y Equo para lograr cinco concejales y 11.794 papeletas–. En ambas administraciones públicas el voto de la alianza de izquierda fue clave para certificar un cambio de gobierno: Coalición Canaria fue desalojada para dar paso a mandatarios del PSOE.

Alberto Rodríguez se dirige a los periodistas durante la presentación de Proyecto Drago. / AH
Albeerto Rodríguez se dirige a los periodistas durante la presentación de Proyecto Drago.

Amistad y decepción

"Hay más detalles importantes", subrayan en sectores de la izquierda canaria. "Es también", agregan, "un tema personal. Alberto [Rodríguez] y Rubens Ascanio [Sí Se Puede en La Laguna] tienen buena relación. Y, frente a eso, está que Alberto [Rodríguiez] se ha sentido traicionado por Podemos después de que le quitaran el escaño en el Congreso de los Diputados, esperaba una defensa más contundente, sobre todo aquí, en Canarias. Eso no se dio, según considera él, y carga con eso".

La presencia de Proyecto Drago puede cambiar el mapa electoral a la izquierda del PSOE. En Unidas Podemos, que hace tres años obtuvo cuatro escaños en el Parlamento regional –cifra clave para poder a forma parte del Gobierno canario–, ahora empiezan a calcular el daño colateral que les puede originar Alberto Rodríguez en el mismo nicho de votantes y desde otra trinchera que no sea la común.

Números

La presencia de Podemos, formación que lideran Noemí Santana y Laura Fuentes, en ayuntamientos como Santa Cruz de Tenerife y La Laguna o en el Cabildo de Tenerife empieza a figurar en duda. Y, como en el mensaje que viaja por vasos comunicantes, esos números pueden ir más allá y provocar que no dé la suma para reeditar el Pacto de las Flores en el Gobierno de Canarias.

Al final, en el desmoramiento de Podemos, cobra hasta Ángel Víctor Torres y sale beneficiado el enemigo común que todos aseguran combatir: Coalición Canaria. La política canaria –o archipielágica, como dice Alberto Rodríguez– nos lleva a meses apasionantes.