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una gran cantidad de personas disfrutan en una playa turística canaria|EFE

Tasa turística canaria: el impuesto con el que todos coquetean y con el que casi nadie se compromete

Canarias debate la implantación de una tasa turística para promover la sostenibilidad, reducir desigualdades y limitar el impacto del turismo en un modelo económico cada vez más cuestionado

Hace poco más de un año -recordemos aquel 20 de abril (no del 90 sino del 2024)-, la sociedad civil, masivamente representada, recorría las principales calles del archipiélago bajo un mismo lema: Canarias tiene un límite.

A pocas horas de celebrar la tercera manifestación (la segunda, que se realizó en el mes de octubre, no contó con el seguimiento deseado) los motivos siguen siendo los mismos: masificación y modelo de desarrollo económico insostenible.

Cambio

Tanto las personas convocantes de la protesta como gran parte de la población, en general, rechazan que el principal modelo económico de Canarias esté basado en el desarrollo turístico, lo que está derivando en la controversia de mucho para unos pocos y muy poco para el resto, originándose graves desigualdades sociales, altas tasas de pobreza y deterioro del medio natural.

Por ilustrar lo escrito, no hay sino que recordar las palabras del presidente canario, Fernando Clavijo, durante el último debate sobre el estado de la nacionalidad canaria, señalando al sector turístico e indicando que “o se suben los salarios, vinculados a la productividad, o se suben los impuestos”.

¿Definir límites?

¿Necesita Canarias crecer más? y ¿cómo se puede mejorar la redistribución de la riqueza? son dos cuestiones que se ha planteado Clavijo, pero también muchísimas otras personas ante la necesidad de lograr un equilibrio social e impedir una saturación que no beneficia ni al turista ni al residente.

Son diversas las voces que apuntan a una alternativa: la tasa turística. Un gravamen que funciona en los principales destinos turísticos y que, hasta hace solo una semana, era objeto de rechazo en las filas nacionalistas y populares, desde donde siempre se han mostrado favorables a la imposición de la ecotasa.

Mogán

Mogán es el único municipio de los 88 de Canarias que sí se ha comprometido fehacientemente con la tasa turística. Desde el pasado mes de marzo esta localidad turística de Gran Canaria puso en marcha el gravamen, aunque fue suspendido a las 36 horas al ser recurrida la ordenanza por la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT).

Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) levantó la suspención y se ha vuelto a aplicar la tasa de 0,15 euros por persona y dia. No grava la pernoctación sino la prestación de servicios públicos y realización singular de actividades sobre acciones derivadas del turismo y la sostenibilidad del destino.

Más ecotasas

En el pasado debate del estado de la isla de Tenerife, celebrado en el Cabildo insular, la presidenta, Rosa Dávila, no hizo alusión a la mencionada tasa, pero sí a la ecotasa, destacando la fortaleza de este cobro que redunda en la protección medioambiental. Además, anunciaba que, de cara a 2026, se cobraría por el acceso al pico del Teide, en el Parque Nacional.del Teide.

En el pleno, de la tasa turística ni pío. Un día después, y a pocas semanas de la nueva protesta ciudadana, Dávila sorprendió a propios y extraños con la defensa de una carga impositiva a las pernoctaciones. De hecho, esta propuesta ya estaba pautada en el contenido del VI Congreso de Coalición Canaria en Tenerife, celebrado el 10 y 11 de mayo. 

Congreso nacionalista

La ponencia política del encuentro nacionalista se desarrolló bajo el título Tenerife, el futuro es ahora, aprobada por aclamación de todos los asistentes y en la que la tasa turística ocupó un papel protagonista.

Francisco Linares, reelegido nuevamente máximo responsable de CC en Tenerife, durante su intervención -y a colación del tema que nos ocupa-, indicó que ““No estamos en contra del turismo, solamente queremos reflexionar con qué modelo turístico queremos seguir avanzando por el bienestar de nuestra gente”.

¿Reflexión o consecución?

La ponencia, con un amplísimo apoyo, contempla “perseguiremos implantar una tasa turística insular, graduable en función de la evolución del turismo, que excluya a los residentes y colectivos sensibles”.

Además, el documento político añade que “la recaudación se orientará a financiar proyectos de sostenibilidad, cohesión, economía circular y acciones para la adaptación al cambio climático y para reducir el impacto que generan los turistas durante su estancia en nuestra Isla (huella cero)”.

Silencio

Lo cierto es que la sombra del silencio se ha extendido sobre este tema, un asunto con enjundia informativa e interés social, del que apenas ha trascendido nada. De hecho hemos querido hablar con el secretario general de CC en Tenerife y nos han remitido a lo expresado al respecto en el ocngreso insular.

En cualquier caso, tanto desde el Gobierno de Canarias como desde el Gobierno del Cabildo, con Fernando Clavijo y Rosa Dávila al frente, respectivamente, han aclarado que esta es una propuesta de partido y no de Gobierno, esclareciendo cualquier atisbo de duda que pueda “arañar” los pactos con el Partido Popular, contrario, hasta el momento, a la tasa turística

Cabildo tinerfeño

Este pasado miércoles, como cada semana, en la dación de cuenta de los asuntos aprobados en el Consejo de Gobierno insular, Rosa Dávila subrayaba que desde la corporación se toman muy en serio lo que preocupa a las y los tinerfeños, “con un compromiso importante

Por su parte, Lope Afonso, vicepresidente,  dejaba clara la postura de su partido y su hoja de ruta, señalando que el PP no es un partido de intransigencia ni cuestiones inamovibles, pero en lo que se refiere a la tasa turística a las pernoctaciones “mantenemos una discrepancia”, añadiendo que "si se da un punto de encuentro” están dispuestos a dialogar. 

Inminente 18M

En cualquier caso, y a modo de conclusión, el debate sobre la tasa turística en Canarias refleja la creciente preocupación por la sostenibilidad y la redistribución de la riqueza en un modelo económico cada vez más cuestionado.

Aunque cuenta con respaldo político, la implementación del gravamen aún genera dudas y silencio mediático, dejando abierta la pregunta de si será una solución efectiva o solo un globo sonda en medio de un proceso aún por definir.