El fútbol durante la pandemia: Lo que no te cuentan

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El fútbol es el deporte rey a nivel mundial. Es la disciplina deportiva más mediática, que más federados tiene en el mundo y uno de los que más ingresos económicos genera. Sin embargo, no está ajeno a cualquier acontecimiento social o político.

A lo largo de la historia son varias las ocasiones en las que su práctica ha tenido que sufrir una pausa o, directamente, se ha prohibido en algunos territorios durante conflictos bélicos. Incluso, por motivos sociopolíticos se le ha privado a algún deportista entrar en las fronteras donde su equipo debe abordar una competición deportiva.

La pandemia del coronavirus también ha afectado su desarrollo. Sufrió un parón en prácticamente todos los campeonatos, se dieron por finalizadas las temporadas de algunas ligas importantes y casi la totalidad de las competiciones amateur. Y en su regreso, un duro protocolo sanitario y de seguridad para avalar que la competición se reanudaba con las máximas garantías.

Los futbolistas se ven sometidos a constantes pruebas PCR, y después de semanas de práctica individual, se procede, si todo va según lo previsto a trabajo colectivo. Además, los medios de comunicación sólo pueden acceder a los eventos deportivos si cumplen una exigente normativa, perdiéndose la cobertura semanal en la que sólo tienen acceso los medios oficiales. Y lo más importante, la afición. Aquellos que demuestran que el fútbol es más que un negocio y es pura pasión.

Ese deporte que les hace vibrar, por el que sienten absoluta devoción y que, para muchos, se convierte en toda una filosofía de vida. Son los hinchas los principales perjudicados de este nuevo fútbol, en el que se priva la entrada de aficionados. Durante la pandemia este deporte se ha visto obligado a cambios camaleónicos y es muy distinto a todo lo que rodeaba este espectáculo.

Los cambios no solo se manifiestan en la ausencia de aficionados en las gradas, sustituidos por limitados efectos de vídeo y sonido en las transmisiones deportivas. También han cambiado algunas de sus normas.

Hasta cinco cambios pueden realizar los clubes en tres fases del encuentro y si las temperaturas son elevadas, a la media hora de cada parte, se podrá interrumpir el juego en beneficio de una pausa de hidratación para que los deportistas combatan las altas temperaturas.

Los formatos de las competiciones también han variado, reduciéndose y llevándose a cabo en duelos directos en campo neutral, sin doble compromiso de ida y vuelta.

Y, finalmente, el mercado de fichajes también se ha visto afectado por la crisis económica derivada del coronavirus y las nuevas condiciones que rodean a este deporte. La falta de afluencia ha afectado económicamente a los clubes que deben devolver el importe de los partidos de los abonos no disfrutados, además de que no se obtienen ingresos de taquilla por venta de entradas.

También se ha visto reducido el merchandising…, todo ello un duro palo económico que sólo ha sabido paliar la mejor liga de fútbol del mundo, la Premier League, la única de las grandes ligas europeas en las que sí ha habido transacciones económicas.