Los fumadores entienden que fumar es dañino. Pero los datos demuestran que la mayoría desconoce que el principal problema de fumar cigarrillos es el humo. Cuando se enciende un cigarrillo, éste alcanza altas temperaturas y el humo que se genera al quemar el tabaco contiene alrededor de 6.000 sustancias químicas.
Unas 100 de estas sustancias se han identificado como dañinas o potencialmente dañinas por reconocidas entidades de la salud pública. Los altos niveles de estas sustancias químicas en el humo del cigarrillo son la principal causa de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar.
Opciones innovadoras
Al eliminar la combustión, las alternativas innovadoras pueden liberar nicotina sin generar humo ni ceniza. Estos productos, aunque son adictivos y no están exentos de riesgo, tienen el potencial de reducir significativamente la media de los niveles de las sustancias químicas dañinas comparado con los cigarrillos.
Una investigación independiente [1] realizada para PMI mostró que el 43% de los encuestados están confundidos acerca de lo que han visto, leído u oído en relación con los productos sin humo. Sin embargo, el 76% de los fumadores considerarían cambiar a alternativas menos dañinas si tuviesen más información.
Nuevas regulaciones
En los últimos años, ha surgido en el mercado una gran cantidad de nuevos productos de consumo de tabaco y nicotina. La tecnología y los avances científicos han favorecido el desarrollo de productos sin humo que, sin ser inocuos, se posicionan como una mejor alternativa a los cigarrillos para los fumadores adultos que de otra manera continuarían fumando
Cada vez hay más países que ya están regulando el uso y la distribución de estos productos alternativos de forma diferenciada a los cigarrillos, de manera que se favorezca el cambio de los fumadores adultos que de otra forma seguirían fumando a estas categorías de producto. Es el caso de Estados Unidos, Suecia, Japón o el Reino Unido, que además han establecido una regulación muy estricta ante el uso del cigarrillo convencional.
Productos sin combustión
Los productos sin combustión no generan humo, que es lo que realmente transporta las sustancias dañinas que causan las enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.
Estos productos calientan el tabaco, pero no lo queman y por ello reducen significativamente la producción de componentes químicos nocivos. Esta tecnología innovadora está respaldada por evidencia científica y la comercialización de esta categoría de productos con una regulación diferenciada podría ayudar a los fumadores adultos que de otra manera continuarían fumando cigarrillos convencionales a cambiar a estas alternativas y reducir su exposición a las sustancias químicas nocivas.
El poder de la nicotina
La nicotina se encuentra de forma natural en las hojas de tabaco. Junto con factores como el sabor y el ritual, es una de las razones por las que la gente fuma. La nicotina no está libre de riesgo y es adictiva. Pero es el humo, y no la nicotina, la principal causa de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Nueve millones de fumadores en España
¿Pero qué hacemos con esos 1.300 millones de fumadores que hay en el mundo, casi nueve de ellos en España? Los fumadores adultos que de otra forma continuarían fumando cigarrillos merecen que se les trate como tales y se les proporcione información veraz basada en evidencia científica que les permita tomar decisiones informadas.
El alquitrán
Uno de los elementos más dañinos del humo del cigarrillo es aquel que se conoce como ‘alquitrán’, que no es la misma sustancia que se emplea para asfaltar carreteras como equivocadamente se ha hecho creer. El alquitrán es un término que se utiliza para aludir a miles de sustancias químicas que se desprenden en el humo del cigarrillo.
Dos alternativas
La mejor opción que puede tomar un fumador adulto es dejar de consumir productos de tabaco y/o nicotina por completo.
Sin embargo, como se ha explicado anteriormente, existe un gran número de ellos que seguirán fumando cigarrillos, la forma de consumo de tabaco más nociva que existe.
En este contexto, cada vez son más las autoridades sanitarias que apuestan por los productos sin humo como una mejor opción para estos consumidores.
Fundamentalmente existen dos categorías de producto:
Los cigarrillos electrónicos o vapeadores utilizan la energía de su batería para calentar un líquido que contiene nicotina y crear un vapor. De ahí, el término ‘vapear’. Además, contiene otras sustancias como propilenglicol, glicerina, saborizantes y otros aditivos.
Los productos de tabaco calentado, que se utilizan con un dispositivo electrónico que calienta el tabaco sin quemarlo, generando un aerosol en lugar de humo.
Desinformación
El estudio Unsmoke 2020, elaborado por la consultora independiente Povaddo [2] en colaboración con Philip Morris, refleja que la población fumadora española es víctima de una cierta desinformación sobre estos productos y desconoce que las alternativas no combustibles pueden ayudar a impulsar el descenso del tabaquismo.
Uno de cada dos encuestados afirman haber recibido información contradictoria o poco clara sobre los cigarrillos electrónicos o los productos de calentamiento de tabaco y un 72% afirma que, si hay posibilidad de acabar con los cigarrillos gracias a las nuevas alternativas científicamente validadas, las autoridades deberían dedicar recursos para hacerlo realidad.
Incluso ocho de cada 10 considerarían cambiar a estas alternativas si tuvieran más información sobre sus diferencias con el cigarrillo tradicional.
Los canarios ya rehúyen el cigarrillo
Si se circunscriben los datos de esta encuesta al ámbito de las Islas Canarias, el 79% se muestra dispuesto a poner fin al cigarro y entienden que las administraciones deben dedicar tiempo y dinero para hacerlo realidad.
Además, ocho de cada diez fumadores del Archipiélago aceptarían cambiar a otras alternativas como pueden ser el cigarro electrónico o el tabaco sin combustión. Un porcentaje muy elevado (80%) también entiende que animar a los adultos fumadores a optar por otras alternativas sin humo puede ayudar a alcanzar el objetivo de reducir los daños provocados por el tabaco.
La apuesta de Philip Morris
En definitiva, la investigación viene a confirmar que la combustión y las sustancias dañinas que se generan en el humo del tabaco son la principal causa de las enfermedades del consumo de tabaco. Por este motivo, Philip Morris trabaja para poder reemplazar progresivamente los cigarrillos por productos innovadores libres de combustión.
Philip Morris está liderando el cambio de paradigma en el sector y lleva más de una década investigando para desarrollar alternativas que demuestren ser mejores al cigarrillo. Desde entonces, la compañía está apostando por el desarrollo y la investigación de productos innovadores sin combustión que potencialmente sean menos dañinos que los cigarrillos.
Phillip Morris dedica tiempo y dinero a la investigación para desarrollar otras formas de fumar / PMI
El cigarrillo ¿tiene fecha de caducidad?
De acuerdo con datos de la firma, desde 2008 Philip Morris ha invertido más de 9.000 millones de dólares en investigación científica y desarrollo de productos alternativos al tabaco tradicional.
Según sus previsiones, si los gobiernos estableciesen normativas que diferencien las categorías de producto por su perfil de riesgo y si la concienciación social avanza en esa misma dirección, las ventas de cigarrillos podrían terminar en los próximos diez o quince años en muchos países.
[1] Todos merecemos saber los hechos | Philip Morris Spain (pmi.com)
[2] Encuesta online de Philip Morris se realizó por Povaddo y fue llevada a cabo entre el 8 y el 24 de diciembre de 2020.
CONTENIDO PATROCINADO POR PHILIP MORRIS SPAIN