Santa Cruz de Tenerife afronta esta semana una intervención crítica en una de sus principales vías. Las obras de emergencia para rehabilitar los puentes sobre el barranco Santos avanzan hacia su fase final, con una serie de trabajos que requieren cortes totales de tráfico en pleno centro de la capital tinerfeña.
La actuación, impulsada por el área de Infraestructuras y Obras del Ayuntamiento, tiene como objetivo garantizar la seguridad estructural de una zona que soporta un elevado volumen de circulación diaria. El alcalde, José Manuel Bermúdez, ha señalado que se trata de una obra “fundamental para la infraestructura de la ciudad”, y ha pedido comprensión a la ciudadanía durante las noches en que se verán afectadas las vías.
Fechas y horarios clave
Los cortes de tráfico en Santa Cruz se producirán durante dos noches consecutivas: el miércoles 30 y el jueves 31 de julio, desde las 20:00 hasta las 06:00 horas. El objetivo es completar el asfaltado de la avenida Marítima y la señalización horizontal, en el marco de la intervención sobre las estructuras que cruzan el barranco entre la plaza de Europa y dicha avenida.
El primer corte total afectará a la glorieta de Hacienda y se producirá durante la noche del miércoles. En esa jornada se realizarán labores de fresado, asfaltado y pintura. El segundo corte, en la noche del jueves, afectará a la salida del túnel de la Vía Litoral, con trabajos similares. A partir de la mañana del viernes 1 de agosto, el tráfico quedará restituido con normalidad por encima del puente.
Obras previas sin cortes
Antes de estos cortes, se ejecutarán otras tareas que no afectarán al tráfico. Entre ellas, el fresado de la zona interior de la obra (noche del lunes), la prueba de carga del puente (martes por la mañana), el asfaltado nocturno del tramo entre Mapfre y Hacienda (martes por la noche) y la señalización horizontal de la zona interior (miércoles por la mañana).
El diagnóstico técnico sobre el puente del barranco Santos alertó del avanzado estado de corrosión en las armaduras de ambas plataformas, provocado por el efecto continuado de escorrentías y el ambiente marino. El proyecto de rehabilitación tiene un presupuesto de 2,3 millones de euros, y busca prolongar la vida útil de esta infraestructura clave del viario urbano.