Recientmente el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife comenzó la instalación de pivotes de separación entre el carril bici y la calzada para evitar que los vehículos a motor circulen o estacionen por el mismo, una obra que no podrá terminarse por ahora tras la paralización inmediata obligada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). 

Dos semanas más tarde, ya son varias de estas barras separadoras, ubicadas a lo largo de la calle El Pilar, que se encuentran inclinados debido a los golpes de los coches que hasta hace muy poco podían aparcar en esta zona. 

Aunque las obras están paralizadas, el concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz, Carlos Tarife, afirma que sí se "una cosa es que no se continúe con la obra, y otra es que si notamos algún desperfecto que afecte a la movilidad, evidentemente pues vamos a tener que actuar. La seguridad vial está por encima de cualquier circunstancia". 

Paralización inmediata

El carril bici de Santa Cruz, previsto para inaugurarse en los primeros días de julio, no se pondrá en marcha finalmente tras una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que obliga al ayuntamiento a paralizar todas las obras relacionadas con el mismo. Las obras que quedaban para la apertura eran ya mínimas, según cuenta a los medios Tarife: "Principalmente trabajos de pintura". 

Tarife afirma que recurrirán esta sentencia en los cinco días de plazo que les da el TSJC, y está convencido que, de un modo u otro, saldrá adelante el proyecto puesto que "la Ordenanza del 1985, la que ahora está vigente, ya contempla la segregación de la vía por parte del Ayunamiento".