El pasado 19 de agosto, miembros del comité de empresa de Atende, compañía que presta el servicio de ayuda a domicilio en Santa Cruz de Tenerife, acudieron a la Diputación del Común a presentar una queja por fallos en la prestación del servicio y agresiones sexuales sufridas por las trabajadores por parte de los usuarios.

Lola Padrón, titular de la diputación, estimó entonces necesario que el ayuntamiento abriera una investigación sobre estos asuntos, pero dicha solicitud ni tan siquiera ha sido respondida por el consistorio capitalino.
En un comunicado dirigido al comité de empresa de Atende el pasado 30 de octubre, la Diputación del Común explica que ha tenido que volver a dirigirse al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, "dada la falta de respuesta a la petición del informe" sobre los casos de agresión sexual y fallos en el servicio.

Agresiones sexuales

Sobre las agresiones, como ya adelantó esta semana Atlántico Hoy, existe una investigación abierta por parte de Inspección de Trabajo, a raíz de una denuncia presentada por el comité de empresa también en agosto.

El pasado 29 de octubre, un día antes de que la Diputación del Común notificase que el consistorio estaba ignorando su petición de información, empleados de Inspección de Trabajo estuvieron entrevistando a varias empleadas en las oficinas de Atende.

Según el testimonio de las representantes de las trabajadoras, no existe un protocolo de actuación en caso de agresión y, en muchas ocasiones, la situación se ha resuelto sacando a una trabajadora de un determinado servicio con un usuario conflictivo y poniendo a otra, a la que no se le advierte de la presunta agresión sufrida por su compañera.

Mal uso del servicio

Además de esta denuncia, el comité de empresa interpeló a Lola Padrón por los fallos en la prestación del servicio de ayuda a domicilio, que esencialmente consisten, según explican las trabajadoras a Atlántico Hoy, en que los usuarios hacen mal uso del servicio y utilizan a las trabajadoras para labores que no deberían hacer, como limpiarles la casa o cocinar para sus familiares.

En reiteradas ocasiones, las trabajadoras se encuentran con que los usuarios rechazan la ayuda que tienen asignada como ducharles o cocinarles y, en su lugar, piden que les limpien la casa para "aprovechar que ya están allí". Es tan solo uno de los ejemplos, pues según explican a este medio las ocurrencias de los usuarios y sus familias son muy dispares y se agravan en fechas especiales, como pueda ser la Navidad: "Nos piden que saquemos y limpiemos toda la cubertería para las fiestas o que les hagamos la masa de las croquetas para la cena de Nochebuena", ejemplifican.

Insalubridad

Otras quejas que trasladan las representantes de las trabajadoras son las condiciones de insalubridad en las que se ven obligadas a trabajar en algunas ocasiones. "Ratas, chinches, sarna, piojos, pulgas, garrapatas...", describe a Atlántico Hoy la presidenta del comité de empresa, Verónica González.

Esas son las condiciones en las que viven muchos usuarios del servicio y a las que ellas se ven expuestas. "No hay derecho a que una trabajadora coja sarna y se lo pegue a sus hijos porque tenga que trabajar en esas condiciones", relata.

Sobre todas estas quejas, la Diputación del Común lleva casi tres meses esperando un informe sin haber recibido respuesta. Las trabajadoras cada vez aguantan menos: "Charín González [concejal responsable de Acción Social] dice que todo esto se solucionará cuando entre a funcionar el nuevo modelo de gestión, ¿pero por qué no lo solucionan ya?".

Servicio sin licitación en extensión irregular

El contrato de ayuda a domicilio de Atende lleva casi un año vencido porque el consistorio no ha prorrogado el servicio ni licitado una nueva concesión. Desde diciembre de 2024, Atende ha estado prestando sus servicios conforme a una extensión irregular que el Consejo Consultuvo de Canarias ha evaluado como nula de pleno derecho por no haberse realizado conforme a la legalidad y la pública concurrencia.

A raíz de esta extensión irregular, el consistorio debe pagar en torno a siete millones de euros por las facturas de Atende. Lejos de licitar un nuevo contrato para todo el municipio, Santa Cruz de Tenerife está trabajando por implantar un sistema de acuerdos de colaboración con empresas prestadoras de servicio, lo que se conoce como "nueva gestión". La primera intentona cayó en saco roto porque el PSOE la llevó al contencioso-administrativo y fue paralizada por no ser conforme a la ley. Desde entonces, el consistorio ha estado trabajando para plantear este modelo con seguridad jurídica.