106 razones para actuar: Canarias se une al 25N para recordar a las víctimas de violencia machista

Se estima que 2.234.567 mujeres residentes en España de 16 o más años han sufrido violencia física de alguna pareja o expareja a lo largo de sus vidas

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Imagen de una manifestación por el 25N / EFE
Imagen de una manifestación por el 25N / EFE

María Esther es el nombre de la última mujer que murió asesinada a manos de un hombre. Tenía 62 años y la mató su yerno, ella y otras cuatro mujeres más han sido las protagonistas de las estadísticas de este 2023 en violencia de género

María Esther es la número 106 de la lista de feminicidios de Canarias desde que se creó el registro en el año 2003. Antes de ella fueron Yurena, Romina, Hayate, María y 102 mujeres más de las que cuesta encontrar el nombre si los casos no fueron mediáticos. Ninguna de ellas falleció. A todas las mataron a sangre fría, les arrebataron la vida, los sueños, acabaron con su familia, con su entorno que sigue recordándolas día tras día y más hoy que nunca. Este 25 de noviembre que sirva para gritar fuerte que no, que ya está bien, que es suficiente, que ni una más y soñar con que algún día no hará falta recordar el nombre de las víctimas porque no habrá ninguna nueva muerte. 

Datos 

Se estima que 2.234.567 mujeres residentes en España de 16 o más años han sufrido violencia física de alguna pareja o expareja a lo largo de sus vidas y el 1,6% de las mujeres que tienen pareja en la actualidad afirma haber sufrido violencia física de esta pareja. 

El 23,2% ha sufrido violencia psicológica emocional5.500.704 mujeres residentes en España han sufrido violencia psicológica de control, es decir, han sido controladas por parejas y exparejas. 

El 11,5% ha sufrido violencia económica,  el 13,9% ha sentido miedo de alguna pareja actual o pasada y el 14,2% ha sufrido violencia física y/o sexual de alguna pareja actual o pasada.

El 54,1% de las mujeres que han sufrido violencia de género y tenían hijos en el momento en que tuvo lugar la violencia, afirman que sus hijos e hijas presenciaron o escucharon los episodios de violencia y desde 2013 han sido asesinadas 1.217 mujeres —durante 2023 han sido asesinadas por sus parejas o exparejas 52 mujeres y un menor— por lo que el número de menores huérfanos y huérfanas por violencia de género asciende a 51 en 2023. 

Los datos no mienten, la violencia de género sigue siendo una lacra para la sociedad. 

Negación del machismo 

El Cabildo de Gran Canaria ha alertado sobre el "creciente desarrollo" de quienes niegan la existencia de la violencia machista. 

"La violencia contra las mujeres es una de las más graves y frecuentes violaciones de los Derechos Humanos, con el agravante que suponen factores como el creciente desarrollo de posturas políticas y sociales que niegan su existencia", dice el manifiesto que fue leído por las técnicas del Servicio de Violencia de Género de la Consejería de Política Social, Accesibilidad, Igualdad y Diversidad.

A ello se le suma el dato de los menores que antes de llegar a los 18 años ya ejercen la violencia contra las mujeres. Según han indicado, las agresiones sexuales cometidas por y sobre menores de edad se han incrementado en casi un 50% respecto al año anterior, "lo que demuestra la necesidad de intervenir específicamente en las causas, a través de la investigación de éstas y la dotación de recursos suficientes que permitan la construcción de espacios seguros y libres de violencia que sean referentes válidos para la sociedad".

Impulsar acciones 

Para frenar la violencia de género, el Cabildo de Tenerife ha pedido movilizar la ejecución de proyectos en materia con Fondos Next Generation.

Los acuerdos adoptados por los grupos políticos firmantes esbozan un compromiso con "la erradicación y la prevención" en materia de violencia de género, y la apuesta por "sensibilizar y prevenir" con el plan preventivo de las violencias de género en preadolescentes, adolescente y jóvenes en 2023-2028.

También se han comprometido a continuar con la asistencia a las víctimas de violencia de género, tanto en la asistencia a los hijos, como en el proceso de recuperación y apoyo a demandas jurídicas, psicológicas, sociales, formativas y laborales.