Azúcar o edulcorante, ¿cuál es peor para la salud?

Según la OMS, los edulcorantes ya no son una buena opción e incluso pueden producir enfermedades. Hay nutricionistas que no están de acuerdo con el informe de la organización

Ariadna Martínez

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La OMS desaconseja el uso de edulcorantes / UNSPLASH
La OMS desaconseja el uso de edulcorantes / UNSPLASH

Los edulcorantes aparecieron como salvadores frente a la demonizada azúcar. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya no suponen un buen sustituto como endulzante de los alimentos. El informe de la organización desaconseja el uso de edulcorantes, dado que pueden producir complicaciones médicas, como diabetes tipo 2 y patologías cardiovasculares, y no ayudan a bajar de peso a largo plazo. 

Este hecho lleva a la siguiente pregunta, ¿entonces qué es bueno? Para conocer la opinión de los expertos, Atlántico Hoy ha contactado con Andrea Calderón, profesora de Nutrición en la Universidad Europea. La especialista nos ha mostrado su desacuerdo con lo expuesto por la OMS. “La noticia, acompañada de titulares sensacionalistas, ha alarmado a la población general. La gente se pregunta qué hacer ahora. Se le ha dicho que el azúcar no, que el edulcorante tampoco, que ahora todo es malo. Creo que, y la mayoría de nutricionistas estamos en la línea, el anuncio nos ha perjudicado”, atestigua. 

Inofensivos

Como nutricionista, Calderón admite llevar tiempo intentando reducir el “abusivo” consumo de azúcar en el día a día y que es cierto que los edulcorantes no son la solución. No obstante, aclara que lo vital en estos casos se centra en la asiduidad en las que se ingieren endulzantes. “Los edulcorantes son 100% inofensivos si se consumen de manera puntual. No aumentan el riesgo de ninguna enfermedad como dice el informe”, concreta. 

Para ella, el principal problema de ingesta de azúcar y edulcorante se centra en el consumo de ambos en “los productos procesados de baja calidad que llenan los pasillos de los supermercados, como bollería, precocinados y refrescos”. Considera que estas decisiones alimenticias muchas veces tienen que ver con la costumbre social o cultural. “Nos llevamos las manos a la cabeza cuando alguien cuenta que desayuna garbanzos, pero no nos sorprendemos cuando alguien desayuna galletas rellenas de chocolate con cacao azucarado”, comenta. Asimismo, incluye en el saco a los productos lights

Los edulcorantes como sustitutos del azúcar / UNSPLASH
Los edulcorantes como sustitutos del azúcar / UNSPLASH

Adiccón al ázucar

Su intención no es criminalizar al azúcar ni a nadie. “Se hablaba de que el azúcar era adictivo, pero en realidad no ha mostrado adicción. Y es más fácil de lo que parece dejarlo”, mantiene. Lo que propone Calderón es que cada persona vaya probando “el amplio abanico de posibilidades saludables” y escoja la que más le gusta, desde “un yogur con fruta, unas tostadas de pan integral con tomate y jamón a las sobras de la cena de ayer”. Piensa que todas las opciones son válidas

La especialista habla desde la propia experiencia con sus pacientes. “A muchos les parecía imposible un café sin azúcar y ahora no se dan ni cuenta”, narra. Calderón recuerda que la cuestión es ir poco a poco. “Lo mejor es reducir las cucharadas de azúcar que le echamos al café poco a poco durante semanas. Los edulcorantes son buenas alternativas para que las personas más golosas se quiten el azúcar, pero luego también se debe disminuir su uso”.

Consejos para mejorar

Andrea Calderón ofrece tres consejos claves para gestionar el consumo de endulzantes en las dietas. En primer lugar, “dedicar un poco más de tiempo a leer las etiquetas durante la compra”. Este paso puede ayudar a conocer los ingredientes de cada alimento y “percatarse de que muchos productos que considerábamos saludables, no lo son en realidad”, manifiesta. Para comprender mejor lo expuesto, plantea un ejemplo: “es muy típico cambiar de unas galletas de chocolate a unas que ponen que son fitness y ayudan a adelgazar. Creemos que así lo estamos haciendo bien. Luego leemos la etiqueta y esas galletas no distan mucho de las de chocolate en azúcar, edulcorante y grasas de mala calidad”, explica. Por ello, su hincapié en leer las etiquetas, ya que “con esto tenemos ganado todo el camino”.

La segunda recomendación también se relaciona con la compra. Calderón aconseja comprar más alimentos naturales y frescos. De esta manera, “si de vez en cuando me tomo un capricho, no hace falta que lea la etiqueta. Por un día, como lo que quiera”, sostiene. En último lugar, reitera la necesidad de reducir el consumo de azúcares y edulcorantes muy poco a poco. “Si quitamos todo de golpe, la adherencia a la dieta va a ser muy mala. Igual se hace bien durante unas semanas, pero luego se vuelve a los hábitos de antes. Hacer las cosas poco a poco y con más flexibilidad es lo que permite que unos buenos hábitos se queden para toda la vida”, proclama.   

Con la intención de trasladar tranquilidad ante la alarma que puede haber generado la noticia, la nutricionista traslada que, aunque parezca que los especialistas siempre se repitan, “el problema va en la dosis, como el veneno”. “Quien tome edulcorante o azúcar de manera puntual, sin ningún problema, ya lo está haciendo bien. No hay que prohibirlo y no pasa nada por de vez en cuando darnos caprichos. Creo que esa es la conclusión principal”, concluye.