Servicio a bordo de Binter / BINTER
Servicio a bordo de Binter / BINTER

Binter sorprende con nuevos productos gourmet en su servicio a bordo: "Vivencia con sabor isleño"

Binter ha dado un paso más en su compromiso por lo local e incorpora una nueva selección de productos gourmet en su servicio a bordo

Irene Cartaya

El cielo puede ser escenario de muchas cosas: reencuentros, despedidas, sueños que despegan y miradas que se pierden en las nubes. Pero también puede ser un lugar para descubrir aromas, texturas y sabores que definen un territorio. Esa es la propuesta que la aerolínea canaria Binter ha decidido poner sobre la mesa o mejor dicho, sobre la bandeja.

Porque no todo viaje comienza al aterrizar. A veces, la experiencia empieza mucho antes, con un detalle inesperado, una atención que conecta al viajero con la tierra desde el aire. Una vivencia sensorial que evoca la identidad de las islas incluso en las alturas.

Gastronomía en el aire

Binter ha dado un paso más en su compromiso con la promoción del producto local, incorporando una nueva selección de productos gourmet en su servicio a bordo. A los quesos o pata canaria se han unido los vinos canarios que, en palabras de la propia aerolínea, permiten al pasajero descubrir desde el primer sorbo "la riqueza vitivinícola del archipiélago".

No se trata solo de un gesto de hospitalidad, sino de una apuesta firme por dar visibilidad a elaboraciones de kilómetro cero, muchas de ellas con reconocimiento internacional, que ahora podrán disfrutarse también en pleno vuelo.

Experiencia con identidad

La propuesta va más allá de una mejora en el catering: busca reforzar la conexión emocional del viajero con las islas desde el primer momento. Según la aerolínea, la intención es ofrecer “una vivencia con sabor isleño”, donde cada detalle —desde la etiqueta del vino hasta su maridaje— narre una parte de la historia canaria.

Esta iniciativa se suma a otras acciones impulsadas por Binter para fomentar el turismo sostenible, el consumo responsable y el valor de lo autóctono. Volar, en este contexto, ya no es solo trasladarse: es degustar el territorio.