El párroco Miguel Ángel Navarro: "No soy pesimista, muchos jóvenes canarios se encuentran con la fe"

No hay semana en el año en la que se viva con mayor fervor el catolicismo y por ello invita a reflexionar sobre la relación que tienen las personas con su dios

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Miguel Ángel Navarro, director del Archivo Histórico Diocesano y delegado diocesano de Patrimonio Cultural, y una imagen de una procesión en La Laguna./ AH
Miguel Ángel Navarro, director del Archivo Histórico Diocesano y delegado diocesano de Patrimonio Cultural, y una imagen de una procesión en La Laguna./ AH

Los actos religiosos de la Semana Santa están de vuelta a la normalidad tras tres años en los que la pandemia de COVID impidió un desarrollo normal de las tradicionales procesiones.

No hay semana en el año en la que se viva con mayor fervor el catolicismo y por ello invita a reflexionar sobre la relación que tienen las personas con su dios, habida cuenta de que los últimos datos conocidos apuntan a que solo el 54,9% se declara católico, entre practicantes y no practicantes, siendo estos mayoría con el 35,8%. Se trata de 30 puntos menos de los que así se confesaban en 2005, hace casi 20 años.

Atlántico Hoy ha conversado con Miguel Ángel Navarro, director del Archivo Histórico Diocesano y delegado de Patrimonio Cultural de la Diócesis Nivariense, quien considera que es verdad que los tiempos están cambiando y así debe hacerlo la iglesia.

El cura asegura que ha habido un “cambio de mentalidad en el mundo” y ahora “Cristo no es el centro” de la vida de muchísimas personas,. “Sin embargo no soy pesimista, porque veo a un montón de jóvenes canarios que por distintos motivos se encuentran con la fe”, algo que dice observar no solo en su parroquia, la de San Francisco, en Santa Cruz de Tenerife, como en muchas otras en toda la isla.

Religiosidad social

Navarro cree que “hasta hace 60 años permanecía en nuestra sociedad una religiosidad en gran medida social. Se veía como un hecho natural, aunque había personas que eran profundamente creyentes y otras que lo eran de modo sociológico, de forma grupal”.

Pese a que en la actualidad considera que ya no es así, también está convencido de que la gente siempre esta buscando “algo” y es un reto para la Iglesia, “que no puede estar sentada esperando a que venga la gente, hay que dialogar con ella y dar posibilidad de encuentros, porque solamente así se podrá conectar con las personas”.

Pone el párroco varios ejemplos de la labor de un Iglesia que a su entender “está muy presente y reconocidos socialmente”, como por ejemplo en la parroquia de Añaza, la de Los Gladiolos, o la misma labor de Cáritas. “Yo creo que la Iglesia se está esforzando, el papa Francisco nos lo dice constantemente, hay que salir a la calle y llegar a las personas de una en una”, afirma.

Con todo, argumenta Navarro que “en Canarias hay una gran religiosidad natural vinculada a la fe católica pero no especialmente vinculada a los elementos festivos”, pues la fiesta se ha impuesto al homenaje a los santos, como puede ser el caso de San Marcos, en la romería de Tegueste o las fiestas del Cristo en La Laguna en comparación con la misma Semana Santa, cuyas procesiones han sufrido un descenso de asistentes, al contrario que en los primeros casos.

Jóvenes, fe y razón

El sacerdote habla sobre cómo, a partir del siglo XIX, con toda la concepción ilustrada sobre la razón como la fuente de la verdad “nos convencieron de que la fe era una cosa que no tiene que ver con la vida, que es una cosa sentimental. No es así, la fe responde y abre la razón para comprender el sentido último de la existencia”.

Entiende que a veces sí puede haber cierto pudor a la hora de declararse en público como católico practicante, quizás por esto que decía sobre la fe y la razón. Recuerda que en su adolescencia le hacían mofa por ir regularmente a misa, pero dice observar un cambio. “Creo que ahora hay una vuelta a los orígenes”, con muchos jóvenes que vuelven a los templos y no se avergüenzan de decirlo. “Hoy en día esa presión es menos agresiva”.

Otro miedo que impide a muchos definirse como católico es que en las últimas décadas, por reminiscencias de la dictadura, se ha afianzado la asociación entre la religión y la derecha política. “Mira, yo soy más progre que nadie”, dice entre risas y apunta a que hay muchos políticos de izquierdas que son religiosos, como el alcalde de Adeje, José Miguel Rodríguez Fraga, o el de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez. “No es una cuestión de derechas o de izquierdas. El verdadero cristiano es una persona que tiene en cuenta al ser humano en su totalidad, con sus necesidades y sus preguntas”.

Vuelta la iglesia post-COVID

Un elemento que destaca Navarro es que la Iglesia está volviendo utilizar la dimensión cultural para dialogar con el mundo, a través de un concierto o de una obra de teatro, algo que ya se está haciendo en Santa Cruz. “Un mensaje que te impacta te puede hacer replantearte la vida y además salen cosas muy bonitas”.

Algo necesario tras unos años lastrados por la pandemia en los que la gente, sobre todo la más mayor temerosa de contagiarse, dejó de acudir a los templos. “Hay mucha gente que no ha vuelto, no se ha recuperado la confianza del todo, pero sí es verdad que se está viendo a gente nueva”.

Su idea para recuperar a los fieles es ofrecer “algo atractivo”, hablando menos de las escrituras y más de las circunstancias personales de la gente. “Yo veo que en mi parroquia ha aumentado la asistencia a misa de modo considerable. Puede ser una cuestión circunstancial pero las personas cambian y evolucionan, y muchas se sorprenden quizás al escuchar un sermón en un entierro y les invita a entrar más tarde en la iglesia”.

Llegar a Dios en el mundo actual

Finaliza la conversación el sacerdote hablando del agresivo mundo en el que vivimos, con unos mensajes que “están permanentemente engañando, usando la psicología a favor de un sistema comercial que influye decisivamente” en las personas.

Su consejo para aquellos que quieran escuchar es que hay que abrir el corazón y preguntarse lo que vale la pena de la vida. “Si de verdad van al fondo de esa pregunta se encontrarán con la fe, pero para eso hay que ser sencillo de corazón e inteligencia para reconocer lo que es verdadero. Al intentar de corazón responder a esa pregunta se encontrarán con Cristo. Estoy seguro de ello”.