Dámaso Arteaga, de 51 años, es en la actualidad el cuarto teniente alcalde de Santa Cruz de Tenerife, con competencias definidas en Bienestar Comunitario y Servicios Públicos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de La Laguna aunque desde muy joven comenzó a ejercer en la política. Considera que su partido, Coalición Canaria, se ha sabido renovar con el paso de los años para seguir conectado con los ciudadanos.
- ¿Cómo fue su aproximación a la política?
- Empecé bastante joven, principalmente por la inquietud de intentar cambiar las cosas que me rodeaban. Empecé en los jóvenes de ATI donde un grupo de chicos y chicas intentamos aportar cosas para mejorar nuestro entorno. ATI fue evolucionando hasta llegar a Coalición Canarias. Desde esos inicios han pasado mucho tiempo, pero aquella idea de reivindicar lo nuestro que tenía cuando era joven la sigo teniendo aún en estos tiempos.
- ¿Qué le ofrece Coalición Canaria para que encaje con su personalidad?
- Nuestra formación política no responde a criterios que vengan de fuera, sino a nuestras propias ideas, y vamos evolucionando en función de la propia evolución de los canarios. En ese sentido, nuestro nacionalismo es moderado y nuestra hoja de ruta la marcan las necesidades de los ciudadanos. Independientemente de las distintas opciones políticas, creo que la nuestra representa una forma de hacer las cosas para los ciudadanos que viven en Canarias y que defienden esta tierra. Eso, que se puede decir desde muchos puntos de vista, creo que a la hora de cumplirlo no hay mejor opción que Coalición Canaria.
- ¿Cuál sería su ocupación si no fuera político?
- Estudié Derecho y soy abogado. En vez de desempeñar mi función en tareas públicas, posiblemente estaría en un bufete de abogados. Es mi vocación de estudios y de formación.
- Hay un tarea en la que estamos todos los gestores públicos implicados y es que la administración responda a las necesidades del ciudadano. Si alguna autocrítica tenemos que hacernos es que no siempre tenemos las herramientas necesarias para ir a la misma velocidad con la que se generan los cambios en la ciudadanía. Y eso se nota en ámbitos también como la justicia, o otros frentes. Eso lo aplico también mi área de gestión actual, donde muchas veces se tarda demasiado tiempo en resolver los expedientes que tenemos que tramitar. Hay muchas herramientas que sí funcionan perfectamente, pero otras no.
"La parte mala de la política también la tiene la sociedad, son aspectos generales que también se reflejan en la política. Por ejemplo, el revanchismo, el rencor que se ve en muchas personas públicas, la demagogia, la crítica destructiva..."
- ¿Qué eliminaría de la política?
- La parte mala de la política también la tiene la sociedad, son aspectos generales que también se reflejan en la política. Por ejemplo, el revanchismo, el rencor que se ve en muchas personas públicas, la demagogia, la crítica destructiva... son aspectos que yo erradicaría. Mi manera de ser no es de críticas destructivas, no es de radicalismos... siempre busco el consenso y la aportación de los demás en las gestiones que vamos desempeñando.
-¿Qué es lo que más le llena en su quehacer diario como político?
- Resolver los problemas de los ciudadanos. Cuando los ciudadanos nos dan las gracias por atenderlos, por ayudarles a resolver sus problemas, es de las mayores satisfacciones que se pueden tener en política.
- ¿Qué es lo más ingrato?
- Situaciones que tienen que ver con aspectos que hemos hablado antes, como las envidias, los planteamientos radicales que pueden acabar en procedimientos judiciales que no son justos. Creo que en política no vale todo. Mezclar la vía judicial con lo político es deleznable.
- ¿Se es político 24 horas?
- Ojalá pudiera decir que existen vías de escape. Existen momentos en los que se puede dejar a un lado la política, pero a mí me ha pasado de estar en cualquier lugar del mundo y encontrarme gente de la tierra y plantearme cosas. Es difícil desconectar. Además, hay que moderar los hábitos y las conductas, porque sacadas de contexto nos pueden generar un problema por aquello de que somos un personaje público. Hay que ser muy cauteloso en ese sentido.
- ¿Existe el machismo en la política?
- Bueno, yo no lo percibo. De existir yo no lo percibo, por lo menos en nuestro ámbito. Nosotros, compañeros y compañeras, nos llevamos a la perfección. La colaboración es buena y yo no lo pongo acentos, tildes ni distinciones en ese sentido. Y claro, no hablo sólo del trabajo con el grupo de gobierno, sino también de la labor hacia el ciudadano.
- Queda aún año. A nosotros nos han elegido los ciudadanos para gobernar durante cuatro años, ni por dos y medio, ni por tres y medio, sino por cuatro. Hasta el final vamos a intentar trabajar en nuestros departamentos de la mejor manera posible. A partir de ahí, ojalá se logre un gobierno municipal estable. Desde Coalición Canaria esperamos renovar la confianza de los ciudadanos. Esté yo o no esté yo, en este caso. En estos momentos donde hay tanta disparidad de partidos y tanta disparidad de ideas, creo que un gobierno estable es muy importante. Santa Cruz no se merece un futuro incierto.
- ¿Qué diría a las personas que piensan que después de 30 años de gobierno de Coalición Canaria Santa Cruz necesita aire fresco?
-Creo que sí ha habido aires distintos, porque no sólo hemos gobernado solos, ni en Santa Cruz ni en La Laguna. Muchas veces hemos necesitado apoyos, en momentos del Partido Popular y en otros del PSOE. Y hemos visto lo que ha pasado. Por ejemplo, el PSOE gobernó con nosotros y en las siguientes elecciones perdió un concejal, será por algo, no creo que sea por casualidad. Coalición Canaria ofrece estabilidad y buen gobierno. Y no hay que olvidar que hemos sabido renovarnos y en esa renovación hemos sabido conectar con la gente.