Con el verano llegan las 'dietas milagro'

El cambio de tiempo trae de vuelta los agobios de ponerse el bikini y los pantalones cortos mientras buscamos bajar los kilos que hemos subido durante el invierno

Guardar

Featured Image 13635
Featured Image 13635
La llegada del calor es uno de los factores por los que muchos canarios acuden a la playa. El verano hace que las personas no se vean bien con su cuerpo y vayan a dietistas en busca de las llamadas 'dietas milagro' o détox, capaces de eliminar la grasa del cuerpo a cambio de una serie de cambios alimenticios que no siempre son los más sanos.

Para saber un poco más sobre las razones por las que la sociedad acude a este tipo de atajos o algunos consejos para mejorar nuestros hábitos sin mucho esfuerzo hemos hablado con Laura Saavedra, dietista-nutricionista y con Sareli González Pérez, licenciada en Biología y técnica de Nutrición y Dietista.

Image

Laura Saavedra (izq.) y Sareli González Pérez (dcha.) | IMÁGENES CEDIDAS

En la actualidad las personas viven condicionadas por su cuerpo bien porque no están a gusto consigo mismas o porque las redes sociales han impuesto llevar una determinada talla. Con el calor, “se quiere bajar de peso rápido y, a veces, los objetivos no se pueden conseguir a tan corto plazo. Realmente se necesita invertir tiempo y esfuerzo en hacer lo que no se ha hecho en todos esos meses”, afirma Laura.

Otra de las cosas a tener en cuenta es qué apetece comer según la época del año en la que nos encontremos, “en el verano te apetece comer cosas mas fresquitas, ensalada, gazpacho, en cambio en el invierno te apetece comer más copioso, más calórico porque hace más frío.Siempre hay muchísimo más trabajo en esta época del año”, señala Sareli.

Muchas personas quieren bajar de peso en pocos días y acuden a las llamadas ‘dietas milagro’, productos que los sustituyen por comidas o batidos. Sin embargo, estas dietas no son tan buenas como creemos. Saavedra señala que,“las personas toman este tipo de sustitutivo alimenticio porque existen, se fabrican y se venden debido a que hay una demanda de productos dietéticos y un negocio ahí detrás donde lo principal es ganar dinero. La salud de las personas queda un poco en segundo plano".

Uno de los errores más comunes es querer bajar mucho peso en poco tiempo con este tipo de dietas, pero según la licenciada en Biología, “no se debe bajar más de 500, 700, 900 gramos a la semana porque repercute en el sistema inmunológico. Además, a lo mejor el hecho de pasar hambre durante la dieta no compensa si luego se vuelve a recuperar los kilos perdidos. Hay que instaurar un hábito alimenticio, lo demás es pan para hoy y hambre para mañana”. 

Otra de las consecuencias es el ‘efecto rebote’. Sareli afirma que “el efecto rebote no existe. Lo que ocurre es que si la persona vuelve a alimentarse igual que antes de ir a un nutricionista o dietista termina por recuperar esos kilos. El hecho de tener estrés y volver a comer de la misma manera que antes, con el mismo patrón hace que se vuelva a su peso. Eso es el efecto rebote”.
Cambiar  nuestra vida diaria
Ambas dietistas coinciden en que algunos de los factores principales por lo que llevamos una vida poco saludable es el estrés diario, las prisas y las tentaciones del día a día. Sin embargo, “cuesta lo mismo ir a la máquina y coger una bollería industrial que un plátano de casa”, afirma Laura. “Comer cuando se tiene hambre y no realizar un número de comidas determinadas. Las personas podemos comer dos o tres comidas al día, pero lo importante es en qué consisten esas comidas”.

Por su parte, la nutricionista Sareli señala que el 99% de las personas que acuden a ella es porque tienen ansiedad por comer, ella aboga por "hacer cinco comidas al día. También hay que masticar bien, porque la gente no mastica, engulle. Todo lo que debemos de comer tiene que ser sano, no hay por qué quitar los hidratos. Otra de las cosas es hacer deporte, que las personas no lo tienen asociado. Por último beber agua, litro y medio, ni más ni menos". 


La obesidad en Canarias

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el archipiélago posee el doble de obesos que hace 25 años. Para Laura Saavedra es una enfermedad social la cual está condicionada por muchos factores como el ambiente, nivel económico o incluso las propias creencias.

El hecho de dormir poco, el estrés o que “a veces la propia oferta no es la más adecuada, además de la publicidad, que hace que las personas tomen las peores decisiones a la hora de elegir qué comer”. Además, “todos estos factores afectan en que haya intrusismo por parte de la industria, que vende productos milagrosos y todo este tipo de pseudoterapias que siempre van asociados a la nutrición. Esto favorece que las personas no sepan a dónde acudir y es uno de los principales motivos por los que no comen bien y no reciben esa atención”.  

Saavedra afirma que la sociedad no es consciente del daño que puede causar tener estos malos hábitos, "hasta el 40% de los tipos de cáncer se podría prevenir con factores ambientales, alimentación, ejercicios, estrés, sueño, son factores que no se les da importancia y cuando ya aparece la enfermedad ya nos ponemos a trabajar, entonces deberíamos invertir mas en prevención que lamentablemente no se invierte". Ella reclama estar en "el sistema internacional de salud, es decir, que tú si quisieras mejorar tu alimentación, cogieras y pidieras cita con el nutricionista", termina.