El 13 de septiembre del 2000 se celebraba en el Staples Center, en Los Ángeles, la primera entrega del Latin Grammy. En esa primera edición se repartieron un total de 40 galardones, había muchos, ninguno de marca canaria.
Tampoco tardamos demasiado en conseguirlo. Tres años después, Dania Dévora se hizo con el Grammy Latino a Mejor Producción de Álbum Clásico por Historia del Soldado, abriendo la veda a los canarios que soñaban con que la música traspasara las ocho islas y se escuchara en todo el mundo. La productora todoterreno puso el pie en la puerta para dejar paso a los talentos de las nuevas generaciones, desde el galardón de El Guincho hasta las nominaciones de Pedro Guerra, Rosana, Los Sabandeños o el certificado de Rafael Esparza, que compuso la canción ganadora de Ricky Martin, pero que se tuvo que conformar con el papel en vez de con un gramófono de oro. Tanto los premios como las nominaciones han puesto en valor el talento de la tierra que con constancia y mucho esfuerzo se han hecho un hueco en el sector musical, aunque está claro que lo más difícil no es llegar a la cima, sino saber y poder quedarse arriba.
La marca canaria
En Canarias hay talento por doquier. Cantautores capaces de sobrecoger a cualquiera con sus letras guiadas por voces espectaculares como lo hizo Pedro Guerra en El Viaje o Valeria Castro en La Raíz o producciones de alta enjundia como las que han pasado por las manos de Pablo Díaz-Reixa —El Guincho— como Motomami, de Rosalía.
Y por supuesto también hay talento sin galardón ni nominación. Hay talento cuando Abhir Hathi y Cruz Cafuné llevan el 922 - 928 por bandera y hacen que toda una generación se sienta más arraigada que nunca a su tierra, también la hay cuando Caco Senante hizo Mojo Picón, canción con la que estuvo peleado durante mucho tiempo hasta que no le quedó otro remedio que aprender a quererla, como hacemos los canarios cuando viajamos fuera y nos invade el espíritu del canarismo.
También reina el talento en cantautores como Sergio Oramas, que además rebozan inteligencia y amor por lo que hacen, como Beatriz cada vez que coje un micrófono y se sube al escenario orgullosa de su banda, La Última Llave, como David de Ni 1 Pelo de Tonto que vive por y para el rock and roll o Manuel González, fundador de Mestisay, grupo que seguía la estela de Los Sabandeños. Todos ellos tienen un denominador común además del talento, el amor por la música.
Amantes de la música
"Soy un nostálgico de la música. Grupos como Queen de Freddy Mercury me apasionan y me gustaría que la música siguiera por ese camino, que los cantantes actuales tengan su propia banda y hagan música en directo y que llegaran tan lejos como lo ha hecho Quevedo haciendo lo que debe de hacer un músico, componer y cantar", reflexiona David, que comparte pensamiento con Caco Senante, quizás sin saberlo, "el género urbano no lo disfruto, pero me alegro como canario de que cualquier canario triunfe y sea premiado", añadió el artista tinerfeño.
Aunque las generaciones sean diferentes, el poder de valorar el trabajo que un joven de 21 años ha hecho para llegar a los Grammy dice mucho de los artistas canarios que lo preceden, como Manuel González, que es capaz de mostrarse orgulloso y asegura que estará "donde triunfe cualquier canario en el mundo y en el mundo de las artes para aplaudir y para alegrarme. Me parece que es una persona con los pies en la tierra en un sector y en una industria que fácilmente te puede elevar la cabeza y el espíritu hacia ambientes poco realistas".
Humildad
Quien conoce a Pedro Quevedo sabe que es un tipo humilde, o al menos así lo definen en su círculo más cercano y aquellas personas que han tenido el placer de trabajar con él o coincidir. Es un chico que ha soñado a lo grande y no ha soltado ese sueño aún estando despierto.
"Tuve la suerte de conocerlo muy poquito antes de que estallara su éxito a nivel nacional y después mundial y es un chico súperhumilde, y trabajador. Todos los que lo conocen saben que ha estado trabajando muchísimo para lograr todo esto y por lo tanto es merecidísimo todo lo que está pasando. Él ha sabido dar con la tecla de toda una generación y por eso está ahí", reflexiona Beatriz, vocal de La Última Llave que reconoce que como canarios, "Quevedo hace soñar a todos que siempre estamos con la cosa de que somos un pueblo pequeñito, como que el mundo no se ha enterado de que existimos y gracias a él yo creo que el mundo nos tendrá presentes y espero que la industria mire hacia estas Islas en medio del atlántico y eso nos beneficia a todos".
Un caso de éxito
Abhir Hathi, que ha sacado su último álbum Brown Boy también reconoce que "el caso de éxito de Pedro es una maravilla" y lo saben los expertos en la materia. Sergio Oramas es un cantante canario, compositor de bandas sonoras, productor e investigador en el campo de la inteligencia artificial aplicada a la música y asegura que más allá de un reconocimiento individual al artista, los Latin Grammy suponen poner el foco de atención en la región del ganador. "Siemre que pasen cosas tan importantes como este premio son cosas que ponen el foco en Canarias, la gente descubre incluso Canarias por Quevedo".
El analista de datos en plataformas como Spotify asegura que no ha sido cuestión de suerte. "El algoritmo le ha ayudado a crecer, pero porque él ya era grande. Él no nació de la nada, tenía muchos oyentes y cuando llegó la canción con Bizarrap fue lo que le dió el impulso. El algoritmo de Spotify es que mientras más te escuchan, más te apoyan, ese fue el círculo que hizo que llegara al número uno", explica.
Todo lo mejor
Lejos de lo que podría especular la gente no hay envidia en el mundillo, hay orgullo del bueno, del canario. Porque cuando triunfa uno ajeno se siente como un éxito personal y porque como dice el propio Abhir, se siente "alegría de que la persona que está llevando esto tan lejos sea una persona tan humilde, una persona tan buena que se preocupa por el movimiento que se preocupa por la gente y que sea una persona noble".
Y para los que no aprecien el talento canario quédense con la recomendación de otro grande, Cruz Cafuné "Pedro es el mejor y una inspiración para todos y para opinar lo contrario hay que tener, al menos, un Grammy más que él. Así que ya saben, pónganse a trabajar que están dos estatuillas abajo" y como dijo el propio Quevedo "esto es un ejemplo de que se puede salir de la nada y cumplir un sueño".