Persona donando sangre. /Pexels
Persona donando sangre. /Pexels

Decenas de empleados del Banco de Sangre continúan dados "de baja" y acudiendo a su puesto a diario

A ello se suma la falta de representación legal lo que según el sindicato CCOO, deja a la plantilla “doblemente desprotegida: sin Seguridad Social activa y sin órganos de representación que puedan intervenir en su nombre”

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Desde el pasado 31 de octubre, a los 200 empleados del antiguo Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) se les dio de baja en la Seguridad Social pese a continuar realizando sus funciones, una situación que se resolvió parcialmente días más tarde pero sigue afectando a una parte de la plantilla.

El sindicato Comisiones Obreras del Banco de Sangre de Canarias solicitó entonces a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) que investigara “de forma urgente” esta baja hecha “sin comunicación previa a los trabajadores ni a sus representantes legales, delegados de prevención o secciones sindicales”.

Este viernes, el sindicato ha denunciado que “decenas de empleados” de la Dirección General de Hemodonación y Hemoterapia continúan en situación de baja en la Seguridad Social, pese a acudir a diario a sus puestos, "sin una explicación clara ni una fecha para resolver la incidencia".

El sindicato recuerda que la situación, “insólita y profundamente preocupante”, comenzó el 31 de octubre y que la plantilla siguió trabajando siete días sin estar de alta y, el 6 de noviembre, un correo interno comunicó que el proceso de baja y alta consecutiva se había completado “satisfactoriamente”.

Integración en el SCS

Fuentes de la Consejería de Sanidad señalan que la integración del personal del extinto ICHH en el Servicio Canario de la Salud implica el traspaso automático en la Seguridad Social. Añaden que todas las bajas con fecha 31 de octubre tienen su correspondiente alta desde el 1 de noviembre. Sanidad insiste en que los trabajadores han sido informados de que “no quedará ningún día descubierto” y que “ya están casi todos integrados”, quedando solo “unos pocos pendientes” que también figurarán con alta desde el 1 de noviembre.

CCOO describe un escenario problemático para el personal del Banco de Sangre: dificultades para retirar medicación crónica, imposibilidad de tramitar conciliaciones, problemas en casos de incapacidad temporal o incluso complicaciones para solicitar préstamos. El sindicato añade que algunos trabajadores han perdido oportunidades para congelarse en listas de empleo de otros servicios públicos, cuyos plazos expiraron mientras continuaban apareciendo como dados de baja.

Sin representación legal

A ello se suma la falta de representación legal desde el cese del Comité de Empresa el pasado 27 de junio, una decisión del director general de Recursos Humanos que se produjo dos días después de una concentración en el Parlamento para reclamar la readmisión de 60 empleados despedidos.

Según CCOO, esto deja a la plantilla “doblemente desprotegida: sin Seguridad Social activa y sin órganos de representación que puedan intervenir en su nombre”.

Los Riesgos laborales son otra de las preocupaciones expresadas por CCOO, que alerta de que el personal del Banco de Sangre está prestando servicio sin cobertura administrativa ante cualquier accidente. El sindicato exige restituir de forma inmediata el alta de todos los afectados, que la administración dé explicaciones públicas y que se restablezcan las garantías de representación en el centro de trabajo.