Desde el pasado 31 de octubre, los cerca de 200 trabajadores que prestan servicio en el Banco de Sangre fueron dados de baja en la Seguridad Social por la Dirección de Recursos Humanos de Sanidad sin previo aviso. Descubrieron esta situación de forma fortuita y desde entonces miran varias veces al día su vida laboral, para saber si ya están dados de alta. Su temor es que en medio de sus labores, sufran un accidente laboral, ante el que no sabrían en qué situación quedarían. Además desconocen cómo les afectará esta alta a su cotización.
Jennifer Jerez, vicepresidenta del Comité de Empresa del Banco de Sangre de Tenerife, denuncia la situación de “indefensión” en que les deja esta situación. “Si ahora ocurre un accidente laboral, ¿estamos cubiertos?”, se pregunta la representante, quien señala que “la mutua lo primero que va a hacer es mirar nuestra situación en la Seguridad Social y habemos 200 trabajadores de baja”.
Limbo laboral
Esta baja en la Seguridad Social surge a raíz de la integración del antiguo Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) en el Servicio Canario de Salud (SCS). Esta integración se hizo el 1 de enero y fue el 31 de octubre cuando se hizo el cambio del código de cotización. “Seis días después, en todas nuestras vidas laborales seguimos dados de baja”, denunciaba este jueves.
Este limbo laboral en el que están los trabajadores se agranda por la incertidumbre que provoca la falta de respuestas por parte del Servicio Canario de Salud. “Nadie nos da nada por escrito, solo tenemos un correo”, explica sobre la única respuesta que han recibido desde Sanidad.
Sin garantías
Ni siquiera han recibido ninguna resolución que garantice que el Servicio Canario de Salud se haga responsable si sucede algún accidente con los trabajadores. “No sabemos cómo actuar, por ejemplo, si hoy me enfermo y quiero coger una incapacidad temporal (IT). ¿Me puedo coger una IT estando de baja?”, pregunta al aire la representante. Este mismo ejemplo se trasladada a un posible permiso de conciliación.
“Estamos en el filo del cuchillo”, señala al respecto. “Nos desplazamos a todos los puntos de la isla, trabajamos de noche, trabajamos con agentes bioquímicos, sangre, muestras, productos reactivos, los accidentes pueden ocurrir”, añade sobre el peligro que corren. A ello se suman cuestiones más personales como un posible préstamo que quieran pedir los trabajadores o trámites administrativos donde se solicite la vida laboral para justificar que están trabajando.

Contradicción
Al temor se suma la duda de cómo afectará esta situación a la cotización. Desde Sanidad informaron esta semana a Atlántico Hoy que este era “un procedimiento rutinario que causa baja y alta simultánea, de forma que el alta se produce con efecto del día siguiente al de la baja sin que quede descubierto alguno para el trabajador”. A los trabajadores, sin embargo, les aseguran que “se nos va a dar de alta con carácter retroactivo” al llevar ya varios días de baja. Es decir, dos versiones contradictorias.
Jerez explica que han contactado con la Seguridad Social y con trabajadores del sector de los recursos humanos y “nadie nos garantiza” la cotización de estos días. “Por más que preguntamos no conocemos más casos en el que haya pasado lo que a nosotros”, apunta la representante.
De manera fortuita
De la situación de baja en la Seguridad Social tuvieron conocimiento de forma fortuita, porque una trabajadora que está en otras listas de contratación del SCS tenía que justificar que estaba actualmente empleada en el Banco de Sangre. Como prueba tenía que entregar su vida laboral, pero “su sorpresa” fue que estaba de baja.
Ahora esta trabajadora está “expuesta a que la saquen de las listas de contratación definitivamente” del Servicio Canario de Salud, ya que los sanitarios que no responden a las llamadas al empleo son sancionados con un año sin estar en la lista de contratación. “Igual ahora se le termina el contrato en el Banco de Sangre y no puede trabajar en un año en el SCS, entonces hay una doble indefensión”.
Sin información previa
El descubrimiento de esta trabajadora hizo saltar la alarma entre todos los empleados, quienes revisaron su situación y descubrieron que estaban en la misma situación. Es decir, que no hubo una reunión previa informativa para avisar del cambio. “No se han reunido con la representación legal de las personas trabajadoras (RLPT), no han hablado con la delegada de prevención, no han hablado con absolutamente nadie para abordar este problema”, denuncia.
La única respuesta es que “se regularizará”, pero los empleados mantienen que comprueban la situación constantemente y figuran dados de baja. “En la página de la Seguridad Social pone claramente que para notificar cambios en las condiciones hay tres días naturales para que aparezca reflejado. Las altas se pueden programar hasta con 60 días de antelación. No conocemos más casos como el nuestro por mucho que nos digan que es normal”, reprocha la representante.
De momento los trabajadores no plantean faltar a su puesto de trabajo, pero si la situación sigue sí que puede ser una opción: “Llegará un punto en el que tendremos que hablar de estas opciones porque, ¿hasta cuánto más vamos a estar trabajando con esta inseguridad laboral?”. Sin información de la empresa, los trabajadores están presentando escritos para desencallar la situación.
Contexto crítico
Hay que tener en cuenta que toda esta situación se da en un contexto especialmente complicado en lo laboral y en lo sanitario para los trabajadores. En lo laboral porque hace unos meses Sanidad fulminó los comités de empresa del Banco de Sangre, dejando sin representación legal a los trabajadores. Por ahora están a la espera del juicio. “Otro caso tampoco con antecedentes en la administración en Canarias”, señala.
Por otro lado, está la grave situación del stock de sangre. Esta semana se ha hecho un llamamiento urgente ante la falta de sangre del 0+ y 0-. “No es algo puntual que ocurre hoy como nos quieren hacer vender, es algo con lo que llevamos batallando mucho tiempo y una de las principales causas es que se han ido a la calle 60 trabajadores y no están contratando en las listas de contratación a personal formado y preparado”, explica la sindicalista.
A raíz de esta situación, apunta que las unidades de donación “no están en la calle tanto como deberían”. “Se han suspendido más de 600 colectas programadas, eso supone una media de unas 6.000 bolsas menos de las que podríamos haber sacado”, traslada sobre la grave situación de la falta de sangre en Canarias.
