La dorada y su potencial genético para detectar deformidades

El trabajo realizado por Álvaro Lorenzo-Felipe, del IU-ECOAQUA, ayudaría a mejorar la producción en acuicultura de la especie seleccionando solo aquellos que están exentos de la predisposición genética

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Un grupo de doradas después de la pesca. / Imagen de la red
Un grupo de doradas después de la pesca. / Imagen de la red

El Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (IU-ECOAQUA) ha formado parte del desarrollo de una herramienta que puede determinar el potencial genético de los cultivos de dorada para su reproducción a nivel industrial y detectar la presencia de deformidades.

Según ha dado a conocer este jueves la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en un comunicado, el trabajo realizado por Álvaro Lorenzo-Felipe, del IU-ECOAQUA, ayudaría a mejorar la producción en acuicultura de la especie seleccionando solo aquellos que están exentos de la predisposición genética.

Influencia de valor genético

La investigación examinó a más de 5.000 individuos reproductores de dorada procedentes de lotes industriales del proyecto nacional PROGENSA y del europeo PerfomFISH, para determinar la influencia de su valor genético con el fin de detectar la presencia de deformidades en sus descendientes.

El objetivo del análisis es señalar en las poblaciones de la industria solo aquellos que están libres de tal predisposición genética y clasificar qué genes pueden ser los responsables de la prevalencia de las deformidades.

Resultado de experimentos

Tras llevar a cabo tres experimentos durante las etapas de reproducción de dos grupos diferenciados de individuos, se llegó a la conclusión de que un elevado valor genético para la deformidad afecta a la calidad de las puestas, disminuyendo el número de larvas viables. Así, se logró fijar en 64 los genes responsables de la presencia de deformidades en dorada.

Asimismo, se ha confirmado que los individuos reproductores afectados por este valor genético dan como resultado un mayor número de hijos deformes, pese a la apariencia normal de los padres.

Este descubrimiento permitirá a las empresas de acuicultura de la dorada conocer cuál es la predisposición genética para la deformidad que presentan sus stocks de reproductores, permitiendo evitar aquellos con predisposición al desarrollo de deformidades.

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