Erosión y vulcanismo, la interminable lucha que esculpe los paisajes de Canarias

Desde hace millones de años el Archipiélago oscila entre la explosividad de las erupciones y la lenta acción destructora de los procesos erosivos

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El vulcanismo y la erosión libran una batalla por modelar los paisajes en los archipiélagos volcánicos como Canarias. / ÁLVARO OLIVER (AH)
El vulcanismo y la erosión libran una batalla por modelar los paisajes en los archipiélagos volcánicos como Canarias. / ÁLVARO OLIVER (AH)

Desde tiempos inmemoriales dos fuerzas naturales pugnan por modelar los paisajes tanto en Canarias como en cualquier archipiélago de origen volcánico. A la violentas erupciones magmáticas le siguen milenios de pacientes procesos erosivos, en los que la lluvia, el viento y la temperatura van cincelando poco a poco el material emergido del océano. Aunque normalmente los volcanes se localizan en los bordes de placas tectónicas, como ocurre en Japón o el oeste de América, existen excepciones como Canarias o Hawai, islas formadas en el interior de la placa tectónica.   

"Para que se formen islas necesitas magma y, si no estás en el borde de la placa, el magma suele venir de lo que llamamos un punto caliente. Bajo Canarias hay una zona de mayor temperatura que permite que se forme magma y salga a la superficie", señala Itahiza Domínguez, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN). En este sentido Canarias se sitúa sobre la placa tectónica africana, que incluye el continente y la parte oceánica hasta aproximadamente la mitad del Atlántico, donde Azores marca la frontera con la placa euroasiática y la americana.

Por tanto, señala el experto, "las islas crecen de dos maneras, por el material de las erupciones o por empuje del magma, que levanta la isla". Luego la erosión actúa lentamente aunque también puede propiciar cambios súbitos "cuando se producen deslizamientos, como el que generó el Valle de Güímar, el de Frontera o el de La Orotava".

Itahiza Dguez
El sismólogo del IGN, Itahiza Domínguez./ AMAUTAS.

Un punto fijo bajo un manto móvil

"El punto caliente se mantiene en el mismo sitio pero la corteza se va moviendo y las islas que se van alejando de ese punto caliente son las islas más antiguas", relata el experto. Esta zona de altas temperaturas se localiza entre La Palma y El Hierro pero, millones de años atrás, yacía bajo Lanzarote y Fuerteventura, las islas más antiguas de Canarias. Para entender la teoría del punto caliente, Domínguez recurre a un símil cercano y sencillo de comprender. "Las placas tectónicas son como galletas sobre una natilla, que sería el manto. El punto caliente estaría quieto bajo el manto y lo que se mueve es la corteza, o sea la galleta, que está sobre ella", aclara.

Por este motivo "las islas Canarias están alargadas en orientación este-oeste, dado que la corteza se mueve en esa dirección". En cualquier caso la lejanía de las islas orientales respecto al punto caliente no las exime de posibles erupciones volcánicas porque "aún puede quedar actividad remanente, pero en teoría mucha menos que en islas como La Palma y El Hierro, o incluso Tenerife". 

puntos calientes
Mapa de los principales puntos calientes./ REDES.

Abuelas y nietas geológicas

Si Lanzarote y Fuerteventura se formaron hace 20 millones de años y son las abuelas geológicas de Canarias, entonces La Palma y El Hierro son las nietas, con apenas 1 o 2 millones de años. A mitad de camino se encontrarían Gran Canaria, con 15 millones de años, así como Tenerife y La Gomera, con una estimación de entre 10 y 12 millones de años. La antigüedad de Lanzarote y Fuerteventura explica los paisajes de estas islas, "donde predominan los procesos erosivos sobre la actividad volcánica, lo que da lugar a pequeñas cumbres de 500 o 600 metros de altura".

A lo largo de los años, los materiales erosionados van depositándose y conformando "una plataforma que podemos apreciar si miramos un mapa batimétrico de Gran Canaria, La Gomera, Fuerteventura o Lanzarote", señala Itahiza. Por contra, tanto en Tenerife, como en La Palma y El Hierro predominan los acantilados de manera que, muy cerca de la costa, ya hay grandes profundidades. A pesar de su cercanía con el punto caliente, La Gomera es la isla menos activa de Canarias "dado que no ha tenido erupciones en un millón de años", lo cual explica que tenga barrancos tan pronunciados, uno de los indicios más claros de los procesos erosivos.

Mapa batimetrico
 Las platafomas de materiales erosionados se aprecian en las islas orientales y La Gomera./
 

Cada isla a su ritmo

En los últimos 500 años Canarias ha experimentado 18 erupciones volcánicas que en su mayoría se han concentrado en la islas occidentales debido a la cercanía del punto caliente. En cualquier caso, la datación de los materiales de las islas y los estudios sobre la periodicidad indican que cada isla se encuentra en una fase distinta del ciclo vulcánico, que se caracteriza por periodos de crecimiento seguidos de largos parones. Así, La Palma y El Hierro están en su primera etapa de crecimiento en la que se origina el escudo basal, mientras que La Gomera está inmersa en el primer parón de actividad volcánica.

Por otra parte, Tenerife ha superado ya el primer periodo productivo en el que emergió su escudo basal confomado por Anaga, Teno y el Roque del Conde. A partir de estos cimientos, la isla empezó a rellenarse con sucesivas erupciones del sistema central que identificamos con El Teide. A nivel geológico, Tenerife es la isla donde mejor podemos apreciar estos fenómenos debido a que se trata de la única del Archipiélago que se encuentra en un segundo proceso productivo, toda vez que ya superó ese primera parón en el que ahora mismo se encuentra La Gomera. 

formación canarias
Formación del archipiélago canario, en millones de años./ REDES.

El parón definitivo

Por último, en la provincia oriental predomina la erosión porque Gran Canaria, y sobre todo Fuerteventura y Lanzarote, se ubican cronológicamente en un segundo parón de actividad volcánica que, debido al movimiento tectónico que las aleja del punto caliente, será definitivo. A medida que se vayan apagando y teniendo menos erupciones, la erosión ganará la batalla al vulcanismo dentro de millones de años.

"De hecho, al noroeste de Canarias hay montes submarinos que se cree que proceden del mismo punto caliente, es decir que hay zonas donde se formaron islas antiguas que desaparecieron por la erosión", ejemplifica Itahiza. Aún así el vulcanismo seguirá luchando por imponerse y, mientras el punto caliente esté activo, podrán emerger nuevas islas en las que a su vez trabajará la erosión, tan testaruda como siempre.