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Imagen del chef cocinando un plato ideal para el verano / @COCINAYPUNTO

"Es una receta muy fácil": el plato canario más crujiente ideal para probar en verano

Este plato, sencillo y lleno de sabor, es la prueba de que la cocina canaria sigue encontrando formas de reinventarse sin perder su esencia

En la gastronomía canaria, los ingredientes humildes han sido capaces de dar vida a platos memorables que traspasan generaciones.

En esta ocasión, la creatividad y el humor de un cocinero isleño han transformado un pescado tradicional en un bocado irresistible que ya circula por las redes, generando antojos y aplausos a partes iguales. Con una receta sencilla, de las que invitan a ensuciarse las manos en la cocina, la propuesta no solo busca el sabor, sino también la frescura ideal para los meses más calurosos.

Una receta con ingenio

El artífice de esta creación es Sergio Correa, conocido en redes sociales como @cocinaypunto_, quien ha convertido el bacalao en el protagonista de un plato original y lleno de carácter: los churritos de bacalao con lactonesa. Con un vídeo cargado de humor y técnica, Correa muestra cómo, con unos pocos ingredientes y algo de habilidad, se logra un resultado crujiente por fuera y suave por dentro.

Es una receta muy fácil, aunque hay que tener un poco de habilidad durante el formado”, reconoce el cocinero en su grabación. El proceso comienza con tres dientes de ajo finamente picados y un manojo de cilantro cortado lo más pequeño posible. Ambos se mezclan en un bol, donde se incorpora uno de los toques más peculiares: la cerveza, que no solo aporta sabor, sino que ayuda a conseguir una masa ligera. “Catamos nuestra cerveza y el resto al bol”, bromea Correa mientras continúa la preparación.

Tradición con toque moderno

A la base de ajo, cilantro y cerveza se añade sal, un poco de cúrcuma y harina. La cúrcuma no solo aporta un tono dorado atractivo, sino un sabor cálido que eleva el conjunto. La mezcla se remueve hasta obtener una masa espesa, lista para recibir el bacalao, que debe estar semi congelado y cortado en rodajas para facilitar su manejo.

Cada trozo de pescado se impregna bien de la masa antes de pasar a la fritura en abundante aceite de oliva caliente. El resultado son porciones doradas y crujientes, con un interior jugoso y aromático. Correa presenta el plato con un entusiasta “miren eso, agüita”, reflejando la satisfacción que provoca esta combinación de sabores y texturas.

El papel de la lactonesa

El acompañamiento estrella es la lactonesa, una versión de la mayonesa elaborada sin huevo, ideal para los meses de calor, cuando los riesgos de intoxicaciones alimentarias aumentan. Esta salsa conserva la untuosidad y el sabor de la receta clásica, pero ofrece una mayor seguridad alimentaria. Puede elaborarse con leche sin lactosa para adaptarse a personas con intolerancias, lo que la convierte en una opción versátil y accesible.

Servida junto a los churritos de bacalao, la lactonesa aporta suavidad y frescura, equilibrando la intensidad del pescado frito sin restarle protagonismo. “De esas que hace mi abuela”, añade Correa, reforzando el vínculo entre la cocina casera y la tradición.

Un clásico renovado

Aunque el bacalao ha estado presente en numerosas recetas tradicionales de Canarias, este formato recuerda a los buñuelos, pero con un toque más crujiente y creativo.

La combinación con cerveza y cúrcuma demuestra que con pocos elementos se puede obtener un plato digno de restaurante, pero perfectamente reproducible en casa.

Ingredientes y pasos

Para preparar esta receta se necesitan 3 dientes de ajo, un manojo de cilantro, 1 cerveza, sal, cúrcuma, harina, 400 gramos de bacalao en rodajas y semi congelado, aceite de oliva para freír y lactonesa al gusto. El procedimiento consiste en picar el ajo y el cilantro, mezclarlos con la cerveza, la sal y la cúrcuma, añadir harina hasta lograr una masa espesa, incorporar el bacalao, freír hasta dorar y servir acompañado de lactonesa.

Este plato, sencillo y lleno de sabor, es la prueba de que la cocina canaria sigue encontrando formas de reinventarse sin perder su esencia.