Las familias de las víctimas del Villa de Pitanxo, pesquero gallego que se hundió en 2022 provocando la muerte de 21 personas, entre ellos el biólogo canario Manuel Navarro, han anunciado que están valorando solicitar nuevas diligencias judiciales a raíz del informe de la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) emitido este miércoles, un documento de 173 páginas que, según el abogado de las familias, Manuel Lampón, “introduce hechos que no estaban al principio de la investigación y amplía el espectro de las posibles responsabilidades de la empresa y del capitán”.

El letrado ha explicado en una rueda de prensa este jueves que su equipo “analiza en detalle el informe” y que en los próximos días decidirán “si es procedente la práctica de alguna diligencia de investigación adicional”. Los hechos que no se conocían a los que hace mención Lampón son, principalmente, que el pesquero llevaba instalados unos tanques de combustible extra que comprometían la estabilidad del buque sin que esto fuese tenido en cuenta ni por el capitán ni por el armador del buque.

“El informe amplía las responsabilidades”

El anuncio se produce tras la publicación del esperado informe de la CIAIM, que atribuye el hundimiento del buque a negligencias del patrón Juan Padín y a graves deficiencias de seguridad en la embarcación. El texto concluye que el Villa de Pitanxo navegaba sobrecargado y que el capitán realizó una “valoración insuficiente o inadecuada” de la situación en los momentos decisivos, dando la orden de abandono “demasiado tarde”. Esa demora, según los investigadores, fue determinante en el elevado número de víctimas, ya que “apenas hubo tiempo material” para que los marineros alcanzaran las balsas y se colocaran los trajes de inmersión.

Durante la comparecencia ante los medios, María José de Pazo, portavoz de las familias, ha subrayado que el documento “arroja nuevamente responsabilidad del hundimiento y del fallecimiento de 21 personas en el Villa de Pitanxo, el 15 de febrero del 2022, y que vuelve a apuntar a la responsabilidad del patrón Padín y de la empresa armadora Nores”. Añadió que “si cabe, es más rotundo que el borrador del mismo porque amplía el espectro de responsabilidades”.

Los trajes salvavidas

De Pazo califica el contenido como “espeluznante” y lamentó que “hacía 20 años que no se revisaban los trajes de supervivencia”. Critica que “no se hizo una evacuación como debería ser” y se mostró convencida de que “si por lo menos se hubiese dicho para evacuar antes, muchos de los familiares que faltan estarían con nosotros”.

La portavoz agradece “de verdad, de parte de todas las familias”, el trabajo de los técnicos del Ministerio de Transportes y de la CIAIM, destacando que el informe es “un trabajo exhaustivo, con datos y con mucha investigación”. Añadió que el documento “trasciende no solo a Galicia, a España, sino a otros continentes”, y que “hoy estamos más fuertes que nunca”.

El informe

Por su parte, el abogado Manuel Lampón ha detallado que las familias están “pendientes de que la CIAIM haga entrega formal del informe a la causa con todo el soporte documental”. Según explicó, “lo que se ha publicado en la web es solo el informe en sí mismo, pero no el soporte documental en el que se recogen todas las diligencias de investigación”.

El letrado adelanta que, una vez tengan acceso completo a esa documentación, “valorarán si es procedente la práctica de alguna diligencia de investigación adicional o si, por el contrario, consideran que no es así”. “Si entendemos que hay que practicar alguna diligencia de investigación adicional, así lo solicitaremos”, insiste.

Lampón recalca que será el juez de la Audiencia Nacional quien, “una vez entienda que toda la investigación está terminada”, valore si procede “dar paso a la siguiente fase del procedimiento” y pedir a las partes que presenten sus escritos de acusación o defensa.

Un informe demoledor

El informe de la CIAIM reconstruye con detalle las circunstancias del naufragio ocurrido la madrugada del 15 de febrero de 2022, en el Atlántico Norte, a unas 250 millas de Terranova, donde perdieron la vida 21 de los 24 tripulantes, entre ellos el biólogo canario Manuel Navarro, cuyo cuerpo nunca fue recuperado.

Según las conclusiones, el siniestro comenzó por una “inundación progresiva e incontrolada de los espacios interiores” durante la maniobra de virada del arte de pesca, en medio de un temporal con olas de hasta diez metros. El agua entró por la tolva de desperdicios y se propagó hasta la cámara de máquinas.

Podrían haberse salvado

Los técnicos sostienen que el barco podría haber resistido las condiciones meteorológicas si hubiera mantenido la estanqueidad del casco, pero el sobrepeso y las modificaciones estructurales no autorizadas —como tanques adicionales de combustible— comprometieron su estabilidad. La sobrecarga supuso “un incumplimiento de los criterios de estabilidad reglamentarios”, señalan los investigadores.

El informe también denuncia la falta de control de la empresa y del patrón sobre el exceso de carga, la ausencia de ejercicios de emergencia y el mal estado del equipo de supervivencia. “No se realizaron simulacros pese a que el pesquero operaba en zonas de gran riesgo”, indican los técnicos.

Para las familias, el documento representa un paso crucial en la búsqueda de la verdad. “La verdad tiene un camino solo. Haya dos, tres o mil informes, la verdad es una y siempre van a decir esto”, ha asegurado De Pazo. “Seguimos confiando en la justicia y en los peritos judiciales”, añade.