El juez amplia seis meses la instrucción del hundimiento del 'Pitanxo' para investigarlo a fondo

En el accidente, ocurrido en 2022 en aguas canadienses, murió el biólogo canario Manuel Navarro, cuyo cuerpo nunca se encontró

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El barco Villa de Pitanxo, naufragado el 15 de febrero de 2022 con el biólogo canario Manuel Navarro (derecha) a bordo, que fue dado por muerto al no encontrar su cuerpo./ MONTAJE AH
El barco Villa de Pitanxo, naufragado el 15 de febrero de 2022 con el biólogo canario Manuel Navarro (derecha) a bordo, que fue dado por muerto al no encontrar su cuerpo./ MONTAJE AH

El juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional ha prorrogado seis meses la instrucción del caso sobre el hundimiento del pesquero Villa de Pitanxo en aguas canadienses en febrero de 2022, accidente en el que murieron 21 personas -12 de ellas nunca fueron encontradas-, entre ellas el biólogo canario Manuel Navarro.

María José de Pazo, portavoz de las familias de las víctimas del hundimiento, ha comunicado la decisión del juez este viernes a los medios de comunicación. En declaraciones recogidas por Atlántico Hoy, De Pazo ha explicado que la intención del juez es "llevar a cabo más diligencias", decisión que las familias consideran como "positiva", ya que su intención siempre ha sido lograr una "investigación profunda de las causas de esta desgracia con 21 víctimas".

"Quedan dilligencias por practicar e informes por definir. Creemos que esta será la última prórroga y que después de estos seis meses se establecerá la apertura del juicio oral", ha añadido.

María José de Pazo, portavoz de los familiares de las víctimas del hundimiento del Pitanxo y familiar, ella misma, de uno de los fallecidos./ EFE
María José de Pazo, portavoz de los familiares de las víctimas del hundimiento del Pitanxo y familiar, ella misma, de uno de los fallecidos./ EFE

La culpa fue del capitán

Recientemente, los peritos judiciales que acudieron en 2023 al punto del hundimiento y bajaron a peritar el barco con un robot han emitido un informe que subraya que la culpa del accidente fue del capitán, Juan Padín Costa.

El informe destacó cinco factores que contribuyeron al accidente. Este indicó que "de acuerdo con los datos objetivos y circunstancias que han sido analizados en el presente accidente, la causa más probable del hundimiento del buque de pesca Villa de Pitanxo fue un error humano del capitán, por la falta de percepción cabal del riesgo de hundimiento que suponía la maniobra que realizó para librar el embarre del aparejo del fondo marino, con la mar y el viento de popa y la tolva de descarga de desperdicios abierta, poniendo en grave riesgo la seguridad del buque y sus tripulantes".

Juan Padín Costa, capitán del Villa de Pitanxo./ REDES
Juan Padín Costa, capitán del Villa de Pitanxo./ REDES

Evacuación tardía

Además, "se considera factor contribuyente del accidente la demora con la que el capitán dio la orden de abandono de buque a la tripulación, lo que condicionó que pudieran realizar el abandono de forma ordenada y con alguna probabilidad de éxito".

Otro factor contribuyente al desastre fue "la falta de familiarización de los tripulantes con sus obligaciones y funciones atribuidas en el cuadro orgánico para situaciones de emergencia y con el uso de los dispositivos de salvamento (traje de inmersión, chaleco salvavidas, equipo de supervivencia de la balsa salvavidas y dispositivos radioeléctricos de salvamento), lo que pone de manifiesto la falta de formación a bordo y la falta de realización de ejercicios periódicos de abandono de buque".

Mal tiempo y distribución errónea

Además, la distribución del propio buque también estaba en duda en el informe. "Se considera factor contribuyente la falta de una escalera en estribor, desde la cubierta superior a la cubierta de oficiales, que constituyera un medio rápido de evacuación desde la cubierta expuesta a la intemperie y a la mar hacia las balsas salvavidas", dice el informe, algo de lo que también alertó Samuel y que el armador del buque negó.

Por último, el informe destacó que "las adversas condiciones marítimas y meteorológicas que había en el lugar que, si bien no eran de una extrema dureza como para aconsejar haberse puesto a la capa en espera de una mejoría, sin duda dificultaron la maniobra para librar el embarre".

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