El Juzgado de Primera Instancia nº 2 de San Bartolomé de Tirajana ha acordado prorrogar durante seis meses más la instrucción del caso por la desaparición de Yéremi Vargas, ocurrida el 10 de marzo de 2007 en Vecindario (Santa Lucía de Tirajana, Gran Canaria). Así lo establece un auto fechado el 14 de marzo de 2025, al que este medio ha tenido acceso, y que confirma que la instrucción sigue activa a raíz de diligencias pendientes solicitadas por la acusación particular. La investigación ya se prorrogó seis meses hace medio año por las mismas razones.
La decisión judicial, comunicada también este viernes por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), responde a la necesidad de practicar actuaciones de investigación que aún no han podido llevarse a cabo, en un contexto marcado por la complejidad de los hechos. El juzgado considera además que, de ejecutarse esas diligencias, podría surgir la necesidad de acordar otras complementarias, lo que refuerza la justificación legal para extender el plazo de investigación conforme al artículo 324 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
El caso sigue sin investigados concretos
El procedimiento se reabrió en septiembre de 2021, tras haber sido archivado provisionalmente en octubre de 2017 por no existir pruebas para dirigir la causa contra ninguna persona. En la actualidad, no hay investigados, y la instrucción no está dirigida contra ningún sospechoso concreto, según ha confirmado el propio Tribunal Superior de Justicia de Canarias.
La reactivación de la causa se produjo a instancia de la acusación particular, ejercida en nombre de la familia del menor, que ha insistido desde el principio en mantener viva la investigación y esclarecer las circunstancias de su desaparición.
Una causa que se resiste a cerrar tras 18 años
Yéremi Vargas desapareció con tan solo siete años de edad, mientras jugaba cerca de su casa en el barrio de Los Llanos, en Vecindario. Desde entonces, su caso ha sido uno de los más mediáticos y dolorosos de la crónica negra española. A pesar de varios indicios y líneas de investigación, el paradero del menor sigue siendo un misterio, y su desaparición continúa sin esclarecerse casi dos décadas después.
Con esta nueva prórroga, el juzgado mantiene abierta una vía judicial que aún no ha agotado las posibilidades de indagar en lo ocurrido, en una causa que, por su sensibilidad y duración, sigue generando gran atención pública y mediática.