A pesar de que la entrada de migrantes irregulares por vía marítima en Canarias ha bajado el 46,7%, el Archipiélago sigue siendo el principal destino. Según los datos del Ministerio de Interior, las llegadas a España mantienen una tendencia a la baja en 2025, con una disminución del 29,3% hasta el 15 de agosto respecto al mismo período del año anterior.
Entre estos primeros ocho meses del año han llegado a Canarias 11.883 migrantes frente a los 22.304 registrados en el mismo período de 2024, distribuidos en 196 cayucos, que son 144 menos que hace un año. No obstante, la ruta canaria sigue siendo considerada una de las más peligrosas del mundo.
Aumento en Baleares
Baleares ha registrado un aumento en las llegadas con 4.323 migrantes hasta mediados de agosto, un 77 % más que en 2024 y procedentes de 230 pateras. En el conjunto de España han llegado de forma irregular 22.040 migrantes, 9.115 menos que en el mismo periodo de 2024. La mayoría, 20.153 personas, lo han hecho por vía marítima en 738 embarcaciones.
Por vía marítima, la península recibió 3.928 migrantes en 306 embarcaciones, el 17,1 % menos que en 2024. Por su parte, Ceuta y Melilla recibieron 1.906 migrantes irregulares, principalmente por vía terrestre: 1.721 en Ceuta y 166 en Melilla. Por mar, llegaron cuatro migrantes a Ceuta y 15 a Melilla.
Improvisación
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, volvió a lanzar este lunes un mensaje de urgencia al Gobierno de España por la situación de los más de mil menores migrantes solicitantes de asilo que permanecen en el Archipiélago. Tras la reunión mantenida con Pedro Sánchez en Lanzarote, Clavijo advirtió de que el ritmo actual de traslados a la Península es “insuficiente” y “pone en riesgo la atención y la integridad” de los menores.
El jefe del Ejecutivo autonómico recordó que el Tribunal Supremo ha emitido ya tres autos que obligan al reparto de estos menores entre comunidades autónomas, pero la aplicación práctica sigue sin despegar: “Han llegado más niños de los que han salido, lo que agrava el hacinamiento. A este ritmo, tardaríamos un año en cumplir con los traslados y probablemente terminaríamos con más menores que al principio”.