La lucha de un conserje contra la ULPGC por conseguir una plaza de ingeniero técnico

Un juzgado ya resolvió que José Luis Bordón tenía derecho a ser nombrado y fue indemnizado con las diferencias salariales, pero sigue sin acceder al puesto de ingeniero

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José Luis Bordón lucha por conseguir una plaza de ingeniero técnico. / Atlántico Hoy
José Luis Bordón lucha por conseguir una plaza de ingeniero técnico. / Atlántico Hoy

José Luis Bordón lleva desde 2008 viviendo lo que él denomina “una pesadilla laboral”. Durante ese año se presentó a la oposición para acceder a una plaza de ingeniero técnico en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). No consiguió la plaza, pero pasó a formar parte de una bolsa de empleo que se creó a tal efecto. En concreto quedó tercero de cuatro a aspirantes.

“En 2018, un compañero del servicio de obra me comenta que se va a contratar un ingeniero técnico y, obviamente, estaba interesado. Mi plaza es de auxiliar de servicio, pero quería desarrollarme como ingeniero porque es lo que estudié y porque ganaría más, pero el compañero me dice que él sabe que a mí no me van a llamar”, recuerda Bordón.

Contratan al siguiente de la lista

La premonición de su compañero se convirtió en realidad. “Lo cierto es que contratan a la persona que estaba un puesto por detrás de mí y decido ir a hablar con la gerencia. Me atendió la vicegerente (actualmente el puesto lo ocupa otra persona), y lo que me dice es lo mismo que posteriormente me contestaría la gerente en un escrito: que a mí no me interesaba ese puesto, que era por poco tiempo y que yo ya estaba trabajando”, asegura Bordón.

Ante tal situación, decidió consultar con un abogado y decidieron presentar un escrito. “En la primera respuesta se admite que no se me ha llamado apelando a mi bienestar, que no me interesaba cambiar de plaza, cuando en la otra plaza iba a cobrar unos 20.000 euros más”, afirma.

Resulta muy llamativo leer el escrito firmado por la persona que ocupaba el cargo de gerente en ese momento. “A pesar de que se considere que el puesto de Ingeniero Técnico supone una mejora económica tiene que considerar que en definitiva no lo es en el tiempo, ya que el puesto de funcionario ofrecido es de corta duración”, expuso la exgerente en el documento.

Y sigue: “El protocolo de sustituciones señala que no se ofrecerán puestos de trabajo al personal laboral que ya está ocupando puestos de trabajo vacantes. La Gerencia no le ha ofrecido el puesto porque en caso de aceptar podría ocasionar un perjuicio al perder el puesto vacante de personal laboral temporal en el grupo profesional de Auxiliar especialidad Conserjería que actualmente desempeña”.

Campus universitario de la ULPGC. / AH
Campus universitario de la ULPGC. / Atlántico Hoy

Tras esa respuesta, Bordón interpuso un procedimiento contencioso administrativo que ganó tanto en primera como en segunda instancia. A pesar de que la sentencia era firme y de que estaba obligada a reconocer la preferencia de Bordón, la gerente de la ULPGC volvió a dictar una resolución contraviniéndola y saltándoselo. Fue ahí cuando Bordón presentó una nueva denuncia, esta vez por prevaricación. Esa denuncia fue arhivada en un primer momento y, tras un recurso, el fiscal se adhirió al planteamiento de Bordón, representado por el abogado Raúl Cabrera.

Esa sentencia decía que yo tenía la preferencia y que se me tenía que llamar a mí, y lo que hace la Justicia es pedir que se me indemnice. No se me podía llamar para el puesto porque las sustituciones ya habían acabado”, justifica. Actualmente están a la espera de noticias después de que el juzgado haya tomado declaración a las partes.

Versión de la ULPGC

La ULPGC afirma que no ha recibido ninguna denuncia que no sea a la anterior gerente y que dependía de otro Rectorado. “No lo vamos a valorar hasta que no haya sentencia porque las personas que actualmente están en el cargo no son las demandadas”, recalca el departamento de comunicación de la universidad.

José Luis Bordón asegura que el problema no se resuelve con dinero. “No se trata de un problema económico. Aquí existe un tremendo daño laboral que me han hecho a mí. Ahora mismo hay una vacante como ingeniero técnico y van a crear otra, pero el día que salga yo no podré optar a ella porque no tengo experiencia, cuando miren los méritos verán que yo no tengo. Injustamente me hicieron perder la experiencia”.

“No puedo admitir que la Gerencia prevarique y quedarme callado. Se tiene que hacer justicia, ni más ni menos”, apostilla el aspirante.