La Audiencia de Las Palmas ha absuelto a un inmigrante senegalés y otro de Mali acusados de ser los patrones de una patera que en 2024 partió desde Marruecos hacia Canarias con 47 migrantes marroquíes, siete de ellos menores de edad, al considerar insuficiente el testimonio inculpatorio de un testigo protegido como única prueba de cargo.
La sentencia, que ha sido facilitada a EFE, se sustenta en jurisprundencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que determina que la declaración de un testigo anónimo "no podrá por sí sola o con un peso probatorio decisivo, enervar la presunción de inocencia", según señala en sus fundamentos.
Los dos acusados, para quienes su abogado reclamaba la absolución, se enfrentaban a una condena de seis años de prisión, solicitada por el Ministerio.
De autores a víctimas
Ambos procesados, que han estado en prisión provisional por estos hechos, negaron desde un primer momento su autoría y además aseguraron que pagaron para poder viajar en la patera.
El tribunal de la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas además advierte en su sentencia de que parecen existir indicios de que los magrebíes, para evitar atribuir responsabilidad alguna a sus compatriotas, utilizaron a los dos acusados y a un tercer africano que también viajó en la patera, que en un principio figuraba como imputado en la causa, si bien se sobreseyó su proceso.
Mafias y engaño
Además, se apoya en el relato de un agente de policía que señalaba que las mafias están utilizando a jóvenes de origen subsahariano para evitar reyertas o importantes enfrentamientos entres estas mafias o grupos y que los marroquíes vayan a la cárcel.
Por ello, apunta que los tres tripulantes de origen subsahariano de la patera pudieron haber sido víctimas de engaño en aras a que se les atribuya la responsabilidad del viaje a su llegada a España.
Hechos probados
En los hechos probados se indica que los dos acusados, que carecían de antecedentes penales, viajaron en una neumática con el grupo de marroquíes y el tercer ciudadano africano, y que partieron desde Tarfalla con destino hacia las costas de España, con la intención de entrar irregularmente en su territorio.
La embarcación, dotada de un motor fueraborda, carecía de cualquier medida de seguridad, así como de los equipos de navegación obligatorios, medios contraincendios y de achique y equipos de radiocomunicaciones, y pese a ello salió de Marruecos el 5 de abril de 2024, y fue interceptada por un barco de Salvamento Marítimo al este de Fuerteventura sobre las 11:45 horas del día siguiente