La ONG Cáritas Diocesana ha detectado un total de 322 personas sin hogar o en viviendas precarias en La Palma durante 2024, con distintos grados de vulnerabilidad. Es la radiografía de la realidad que dibuja el informe presentado este martes en el que es el primer análisis sobre la exclusión residencial extrema en La Palma.
Los datos, extraídos del trabajo de campo, entrevistas y grupos de discusión, distinguen dos grandes colectivos: las personas atendidas por los servicios de Cáritas en La Palma y las personas acompañadas específicamente a través del proyecto de Respuesta a la Emergencia Volcánica.
Personas atendidas en la calle
Por un lado, las 218 personas atendidas por la Unidad Móvil de Atención en Calle (UMAC), los centros de día y el Hogar Joel Álvarez, recursos gestionados por Cáritas Diocesana de Tenerife, están en su mayoría en situaciones de exclusión crónica, según el informe.
Entre ellas predominan los problemas de salud mental (27,1%), las adicciones (35,3%) y las enfermedades crónicas (36,2%). El 66,2% son hombres y la mayoría llevan más de tres años en esta situación, lo que refleja una tendencia a la cronificación del sinhogarismo.
Víctimas de la erupción del Tajogaite
El segundo grupo lo integran 104 personas acompañadas específicamente a través del proyecto de Respuesta a la Emergencia Volcánica, es decir, familias y afectados directamente por la erupción del Tajogaite en 2021.
El informe presentado por Cáritas refleja que continúan viviendo en alojamientos temporales, viviendas contenedor, casas de madera o acogidos por familiares en condiciones precarias, pendientes aún de soluciones habitacionales definitivas.
El análisis territorial muestra que la exclusión residencial se concentra especialmente en Los Llanos de Aridane (37,5%), Santa Cruz de La Palma (24,8%) y El Paso (11,2%), con una presencia destacada en las zonas más impactadas por el volcán.
Sinhogarismo oculto
Según la tipología europea ETHOS, el 29,2% de las personas identificadas vive directamente en espacios públicos y un 26,7% lo hace en regímenes de vivienda insegura.
El informe también evidencia que el 33,5% de las personas en esta situación son mujeres, la mayoría en contextos de “sinhogarismo oculto”, y que el 37,9% son de origen extranjero, un colectivo que a menudo se enfrenta a barreras administrativas y carece de redes de apoyo familiar o social.
Cáritas subraya que este diagnóstico pretende, además de radiografiar la situación, visibilizar una realidad que afecta a derechos fundamentales como el acceso a la vivienda, y ha insistido en que “la carencia de un hogar tiene un impacto directo en la dignidad y en el ejercicio de otros derechos básicos”.
