Hay sabores que no se olvidan. Recetas que pasan de generación en generación, dejando tras de sí un eco fuego lento, mesas largas y sobremesas eternas. En Canarias, hay un plato que resume esa herencia como pocos: el conejo en salmorejo, una joya culinaria que ha traspasado cocinas y fronteras.
Ha sido en las islas donde esta receta ha cobrado identidad propia, transformándose en un símbolo de la cocina tradicional canaria. Su secreto: una maceración intensa, una fritura perfecta y ese toque de picante que despierta todos los sentidos.
Ingredientes necesarios
Para preparar esta delicia para 4 personas, necesitas:
- 1 conejo troceado
- 8 dientes de ajo
- 10 g de pimentón
- 1 pimienta picona
- 500 ml de aceite de oliva virgen extra
- 750 ml de vino blanco seco
- 250 ml de vinagre
- Orégano y tomillo frescos al gusto
- Sal gruesa
- 2 hojas de laurel seco
Una combinación de ingredientes simples que, al unirse, crean un resultado profundamente sabroso.
@jucarne 🥄Oooootra receta que está 🔝 Conejo en salmorejo, con carne de Jucarne, obvio. Está como el que moja pan sin culpa. Si no sabías que el secreto está en dejarlo marinando desde ayer, hoy ella te lo cuenta con todo el flow. Tradición, sazón y por supuesto, ¡feliz Día de Canarias, gente🤍💙💛! No perdamos la tradición por no entendernos ;) #DíaDeCanarias #Jucarne #AbuelaZ #ConejoEnSalmorejo #RecetaCanaria #CocinaConFlow #TradiciónActualizada #SaborQueSeQueda #CarneDeAquí ♬ sonido original - Jucarne | Productos Cárnicos
Maceración imprescindible
En un mortero, machaca los ajos con la pimienta picona hasta formar una pasta. Luego incorpora el pimentón, el vinagre, el vino blanco y un buen puñado de sal gorda. Cubre los trozos de conejo con esta mezcla, añade el laurel, la pimienta y las especias. Asegúrate de que cada pedazo de carne quede completamente impregnado. Tapa bien y deja macerar durante 24 horas en la nevera para que absorba todos los matices.
Pasado el tiempo de reposo, escurre el conejo —no tires la salsa— y calienta abundante aceite de oliva en una sartén. Fríe los trozos en tandas, primero a fuego medio y luego fuerte, durante unos 18 minutos, hasta que estén bien dorados por fuera y tiernos por dentro. A medida que vayas friendo, reserva la carne en una cazuela grande. Ese será el lugar donde terminará de cocinarse a fuego lento, bañada en su propio jugo.
El toque final
Cuando termines de freír, apaga el fuego y vierte el adobo restante sobre la carne. Añade también unas cucharadas del aceite utilizado para freír. Cocina todo junto durante 40 minutos, dejando que la salsa reduzca y el conejo quede jugoso y sabroso.
El resultado es un plato con carácter, de esos que hacen hablar en la mesa. Pero ningún conejo en salmorejo está completo sin su inseparable compañero: unas papas arrugadas y, si se puede, una copa de vino para equilibrar el toque picante.