Hay sabores que se quedan en la memoria y que siempre son un sí cuando te sientas en la mesa de algún guachinche o restaurante. En Canarias, donde la tierra y el mar moldean la cocina, también los aperitivos tienen ese punto especial que los hace inolvidables. Mientras en otros lugares del país se ensalzan las croquetas o los pinchos, en las islas hay una propuesta más sencilla, pero igual de deliciosa.
Un plato que huele a fin de semana en familia, a mesa compartida y a brindis improvisados. Uno de esos bocados que no requieren técnica, sino ganas de disfrutar.
El secreto está en el queso
El protagonista de esta receta no es otro que el queso fresco canario, preferiblemente de vaca, que se convierte en una auténtica delicia cuando pasa por el horno o por la freidora de aire. Eso sí, lo importante es que sea un queso que no se deshaga por completo con el calor, sino que conserve su forma y, al mismo tiempo, se dore con ese toque irresistible por fuera.
Acompañado de especias como el pimentón, el orégano y la pimienta negra, y generosamente pincelado con aceite de oliva virgen extra, este queso asado se transforma en un aperitivo caliente, crujiente por fuera y suave por dentro que pide a gritos un buen trozo de pan y una copa de vino blanco frío.
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Cómo preparar queso asado
Ingredientes (para 6 personas):
- 1 queso canario fresco de vaca (unos 400 g)
- 1/4 cucharadita de escamas de pimentón
- 1/4 cucharadita de orégano seco
- Un pellizco de pimienta negra molida
- 30 ml de aceite de oliva virgen extra
Para preparar el famoso queso asado tienes que secar bien el queso para evitar que suelte agua durante la cocción. Hazle cortes profundos hasta la mitad, sin llegar a la base. Luego, prepara la mezcla de especias con el aceite y pincela bien toda la superficie del queso. Separa ligeramente los cortes para que el aliño penetre. Hornéalo a 180 ºC (calor arriba y abajo) durante 8-10 minutos o hasta que la superficie se dore ligeramente. También puedes usar una freidora de aire si la tienes. Sirve caliente, acompañado de pan y, si quieres hacerlo más auténtico, con mojo verde o rojo casero por encima.
Un homenaje a la sencillez
Este plato, tan humilde como sabroso, es uno de los grandes aperitivos de Canarias. No hace falta más que un buen producto, algo de especias y el calor del horno para lograr una receta que lo tiene todo: sabor, textura y tradición. Ideal para abrir boca en una comida especial o para improvisar una cena informal con amigos.
Porque a veces lo que menos esperas se convierte en tu favorito.