La mitad de los peces en Canarias tienen microplásticos: en los bonitos la cifra llega al 90%

Daura Vega Moreno, profesora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), explica que no tiene ningún efecto negativo en las personas porque antes de consumirlos se destripan

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Peces nadando en el mar / EFE
Peces nadando en el mar / EFE

Sin ánimo de hacer una llamada al catastrofismo, no hay vuelta atrás. Debería ocurrir casi un milagro para que los mares dejen de estar contaminados porque el daño es irreversible. Una vez asumido que poco se puede hacer, habría que plantearse cuántos peces se ven afectados en Canarias y hay un dato que no deja indiferente: el 50% de los que llegan al Archipiélago tienen microplásticos en su organismo. Pero hay más porque en los bonitos podría estar en el 89%

Las cifras, aportadas a Atlántico Hoy por Javier Hernández Borges, catedrático de Química Analítica en la Universidad de La Laguna (ULL) y coordinador del proyecto Implamac, da para pensar. Es importante resaltar que las Islas tienen una gran influencia de la zona pesquera del Sáhara porque todas las redes se van fragmentando en partículas muy pequeñas.

Sin efectos en los humanos

Daura Vega Moreno, profesora de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), explica en declaraciones a este periódico que Canarias tiene unas concentraciones altas de microplásticos en toda la columna de agua. Aunque considera “bueno y necesario” transmitir un mensaje de tranquilidad debido a que “respecto al humano esto no es importante”.

“No nos comemos el interior del estómago de los peces, los limpiamos. Por lo que no hay ninguna transferencia en lo que ingerimos. Sí es destacado desde el punto de vista de la salud del ecosistema, ahí es donde tenemos que poner el punto de mira”, argumenta quien también es coordinadora del proyecto Openplas

Peces nadando en el mar / EFE
Peces nadando en el mar / EFE

Sin remedio

Las personas son la única especie que elimina los intestinos de los pescados. El resto sí lo hace y se produce un proceso que en ciencia se conoce como desvío de magnificación o, lo que es lo mismo, va subiendo en la cadena trófica. Si aún no queda claro el término, significa que el pez grande se come al pequeño. De ahí la alta concentración en los bonitos porque son carnívoros. 

El investigador Laurent Lebreton realizó un estudio en el año 2019 en el que reflejó que si en el momento de escribir el informe se detuviera todo el vertido de plástico al mar seguiría habiendo un incremento de microplásticos durante los próximos 50 años. ¿La razón? Ya están en el océano y se van a seguir fragmentando.

Peces nadando en el mar / EFE
Peces nadando en el mar / EFE

Cantidades

Sobre la cantidad que puede haber en los oceános que rodean las Islas, La científica apunta que microplástico es un término muy genérico. “Si hablamos de fragmentos y pellets, como los que están llegando a las costas, sí hay unos datos muy claros”, afirma. “Pueden ser de hasta 100 gramos por metro cuadrado e incluso superiores. Equivalen en torno a 4.000 o 5.000 partículas por m2”, agrega. 

Ahora bien, ¿cómo llegan? “Tenemos que atender a las estructuras mesoescalares. Son remolinos de corrientes de pequeña magnitud espacial que tienen entre 10 y 100 kilómetros de envergadura. Hay zonas de convergencia donde se unen diferentes corrientes y otros de divergencia”, subraya Vega Moreno. 

Peces nadando en el mar / EFE
Peces nadando en el mar / EFE

El Mediterráneo

Es importante resaltar que según algunos estudios no existe ninguna diferencia en cuanto a las especies que pueden tener presencia de microplásticos ya sean organismos salvajes o de acuicultura. “Porque el problema no es la alimentación, es simplemente el agua donde viven”, expresa. 

La coordinadora de Openplas anuncia que en unos días publicarán un artículo para el que ya le han dado el visto bueno donde se concluye que los plásticos que dañan los océanos canarios vienen del mar Mediterráneo, el que podría considerarse como el más contaminado del mundo

Es pequeño y está hiperpoblado en toda su costa tanto africana como europea. Ese plástico sale por el estrecho de Gibraltar por dinámica oceánica, se hunde a 1.100 metros de profundidad y llega a Canarias a través de masas de agua”, sostiene.