Representar a un inmigrante, una lucha desesperada por la falta de medios

Teresa Alemán, abogada de oficio que representa a casi 100 migrantes llegados a Canarias, se ha topado frente a frente con la frustación que supone un sistema de atención totalmente colapsado

Guardar

La abogada Teresa Alemán, quien de oficio presta servicio a migrantes que llegan a la provincia de Santa Cruz de Tenerife. / AINOHA CRUZ-ATLÁNTICO HOY
La abogada Teresa Alemán, quien de oficio presta servicio a migrantes que llegan a la provincia de Santa Cruz de Tenerife. / AINOHA CRUZ-ATLÁNTICO HOY

El relato de Teresa Alemán, abogada de oficio, es un informe sin fisuras de la falta de medios que existe para atender a los inmigrantes. Desde la disminución de las páginas de algunos documentos por la falta de folios a servicios en los que se vulneran derechos por ausencia de traductores y espacios privados. El alto número de personas que llegan buscando una vida mejor muestra las costuras de un sistema colapsado; las pulseras identificativas que les dan al llegar a veces son solo esparadrapo y la lucha de los abogados porque estas personas no sean expulsadas colapsan los juzgados. 

Es una cadena de fallos que para la abogada comienza con la primera entrevista. “Llevo 16 pateras desde el 23 de mayo y en ninguna he tenido una entrevista reservada como tal, he tenido algunas cosas parecidas, una entrevista semireservada, pero hay cosas que en esas entrevistas no van a salir”, explica sobre ese primer momento. Pese a que estos encuentros deben que ser individuales, la realidad es que ni siempre está garantizado un traductor ni hay un espacio físico donde hacerlos. “Yo siempre digo que no hay patera sin incidencia, en cada una tienes que pelearte por tener intérprete, por tener tu propia sala”, resume.

El primer contacto

La primera consecuencia de esta vulneración de derechos es la imposibilidad de conocer la historia de quien ha puesto su vida en manos del mar. Si las entrevistas no son reservadas, quien huye de su país por su condición sexual podría no decírselo a quien le va a representar por temor a las represalias que podría tener cuando sus compañeros los escuchen. De esta forma esta persona, que sí podría tener protección internacional la pierde por no existir los mecanismos suficientes para garantizar ese contacto individual

Por situaciones como esta Alemán indica que “lo ideal” sería poder entrevistarse con el traductor y su representado de forma privada, pero la realidad es que ha llegado a hacer servicios en El Hierro sin intérpretes, sin saber qué decían ellos y sin poder explicarles el proceso jurídico que se va a iniciar. Incluso ha pedido el asilo a malienses sin que ellos supieran qué les decía por la ausencia de intérpretes. 

Personas migrantes llegan al puerto de La Restinga, en El Hierro / EFE - GELMERT FINOL
Personas migrantes llegan al puerto de La Restinga, en El Hierro / EFE - GELMERT FINOL

Choques

La frustración de los abogados es palpable. Estos meses han recibido varias formaciones sobre cómo deben realizar sus servicios y cerciorar que se garantizan sus derechos, pero la realidad les ha dado de bruces. Cuando llegan lo que se encuentran es falta de recursos en medio de una situación de tensión que lleva al límite a cada uno de los profesionales implicados. De hecho, ha habido choques entre abogados y policías en determinadas ocasiones por la tensión de ambos grupos de prestar el servicio bajo mínimos.

Alemán fue una de las abogadas que expresó la desesperación a la que se ven sometidos los abogados de oficio el pasado noviembre en la jornada El acceso a la justicia de la infancia migrante y refugiada como Derecho Humano celebrada en la Universidad de La Laguna. Su intervención fue respaldada por otras compañeras presentes y se produjo pocos días después de lo que ella denomina la “patera horrible de El Hierro”. 

La "patera horrible"

Esa “patera horrible” es el ejemplo exacto de la falta de medios que denuncia. Fue una de las embarcaciones que llegó a la isla en noviembre, tras varios días en el mar. Los migrantes estaban alojados en El Monasterio, un antiguo convento que se habilitó para descongestionar el polideportivo del pueblo de San Andrés. En las afueras del edificio no había alumbrado y cuando llegaron los abogados ya era de noche. 

El ambiente que se encontraron era de tensión, de jóvenes descompuestos por el viaje que se llevaban en camillas. “La sensación cuando entré era la de las escenas de las enfermerías de las películas de guerra”, asemeja ya que en El Monasterio los migrantes estaban en camillas. “Yo me impresioné mucho de verlos así y salí llorando diciendo que no hacía más pateras”, relata sobre cómo se sintió en ese momento. 

IMG 9539

Momentos de tensión

Ese día se toparon además con que la policía no dejaba a los abogados dejar constancia en los acuerdos de devolución de algunos migrantes que sospechaban que podrían ser menores por “manipular el documento”. Eso generó conflicto entre los abogados y los policías. La situación se elevó a un nivel de tensión tal que en plena noche tuvieron que llamar a la vicedecana del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife, Mila Pacheco, para que interviniera. 

A todo ello se sumó que en ese momento no había intérpretes para hablar con los migrantes, por lo que un policía tuvo que prestar su teléfono personal para llamar a un intérprete y que a través de un altavoz este tradujera a las 12 personas asignadas que tenía cada abogado

La culpa está arriba

“La policía está desbordada, nosotros estamos desbordados, el señor de la Salvamar está desbordado y Cruz Roja está desbordada, pero la culpa no es de la policía, no es nuestra, no es del señor de la Salvamar ni de Cruz Roja, es de los de arriba”, señala. Por eso la abogada apostilla en cada momento que están prestando el servicio sin los medios suficientes.

La carencia se ve en los pequeños detalles, en un policía que tiene que pedirle a los abogados mascarillas porque se les han acabado, en documentos que se acortan y pasan de las cinco páginas a una por la falta de folios, en que las pulseras identificativas que llevan los migrantes han pasado del papel al esparadrapo, y poco a poco, la cadena del déficit se traslada a los juzgados.

Una persona rescatada en El Hierro tras llegar en un cayuco con 122 personas. / EFE
Una persona rescatada en El Hierro tras llegar en un cayuco con 122 personas. / EFE

Qué hace el abogado

Para entender cómo se traslada el aumento de llegadas irregulares al colapso de los juzgados hay que conocer cómo es el trabajo de los abogados. Ellos actúan 72 horas después de la llegada de la embarcación. Acuden para notificar y asesorar a los migrantes cuando se les entrega el acuerdo de devolución. De hecho, Alemán lo relaciona directamente con una situación de detención: "El defensor del pueblo ya lo ha dicho". 

Como buenamente pueden, se les informa sobre qué implica el acuerdo y lo firman para notificar que lo han recibido. Los abogados presentan un recurso de alzada de todos los acuerdos que son entregados a los migrantes, así mientras está recurrida la devolución supuestamente no se puede ejecutar. 

El recurso de alzada es contra la Subdelegación del Gobierno que es la que entrega el acuerdo de devolución. “Antes nos contestaban, nos denegaban el recurso y con la denegación ibas directamente al contencioso “, explica. Pero ahora, desde “julio o agosto” ya no se da respuesta a los recursos, por lo que hay silencio administrativo (que es negativo). “Yo estoy presentando recurso de alzada de todo el mundo acompañado de solicitud de protección internacional”, explica, ante los que apunta no recibe respuesta. 

Juzgados colapsados

Para entender la magnitud del trabajo de estos recursos hay que tener en cuenta que antes del pico de llegadas en cada servicio se asignaba seis migrantes a cada abogado, ahora son 12 y si el 2023 fue el año con más llegadas, con los últimos meses como el principal pico, la Subdelegación del Gobierno ha recibido miles de recursos de alzada en los últimos meses solo respecto a los acuerdos de devolución. “No sé cuántos abogados habrá en la subdelegación, pero estarán igual que nosotros”, expresa al respecto de la alta carga de trabajo que hay en todos los niveles de la atención. 

Una vez se tiene el silencio administrativo o la respuesta de la subdelegación los abogados acuden al contencioso administrativo con medidas cautelares de suspensión. Así el colapso de toda esta situación se traslada a los juzgados. De hecho, la abogada señala que tiene señalamientos para resolver recursos de apelación por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias para 2025

Mientras tanto los migrantes pueden moverse libremente -siempre que no hayan partido de una embarcación desde Mauritania, país con el que hay un acuerdo para que se devuelvan todas las que parten de allí. Con suerte se escribe por correo electrónico con sus representados y los mantiene al día del procedimiento, pero hay muchos que no saben donde están, especialmente por las derivaciones a la península. Su trabajo se mantiene a la espera de que avancen los procedimientos mientras cada pocas semanas, una llamada del Colegio de Abogados la devuelve al punto de partida. 

Archivado en: