Durante las últimas semanas, Canarias ha registrado varios delitos de alto impacto que han encendido las alarmas sociales. Las imágenes de encapuchados irrumpiendo en un concesionario de Mercedes-Benz, los tres alunizajes perpetrados en apenas 48 horas —dos en Gran Canaria y uno en Tenerife—, o el secuestro en Maspalomas de la mujer y el hijo de un empresario con vínculos con el narcotráfico, han alimentado un sentimiento de inquietud entre la ciudadanía.
A estos casos se suman el intento de asalto a un furgón blindado por parte de delincuentes con antecedentes y un segundo secuestro en Gran Canaria, este último no denunciado, pero confirmado por fuentes de la investigación. En paralelo, se han destapado redes de sicarios profesionales vinculados a ajustes de cuentas entre narcotraficantes, incluyendo vuelcos (robos de droga entre bandas) con vínculos internacionales.
El relato es potente. La percepción, impactante. Pero los datos dicen otra cosa. En Atlántico Hoy hemos hablado con diferentes actores clave en la seguridad de las Islas y los relatos, en buena medida, coinciden: el Archipiélago es un lugar seguro aunque hacen falta más agentes policiales para hacer frente a un gran problema como el narcotráfico. Este texto sirve de repositorio de varios reportajes sobre la materia que pueden encontrar este domingo en nuestro medio.
Administraciones públicas
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la Delegación del Gobierno en las Islas han llamado a la calma. Desde el Consistorio destacan que la ciudad sigue siendo una de las más seguras de España, con una reducción del 2,4% en la criminalidad en 2024 y sin incidentes graves en eventos multitudinarios.

Por su parte, la Delegación del Gobierno considera que los sucesos recientes son casos aislados y destaca que la criminalidad en el Archipiélago sigue por debajo de la media nacional. Además, resaltan el aumento del 13% en los efectivos policiales en los últimos siete años, con más de 8.000 agentes en Canarias.
Fuerzas de seguridad
Los cuerpos policiales con los que se ha puesto en contacto este periódico denuncian falta de medios tanto personales como materiales para llevar a cabo su labor de velar por el bienestar de los ciudadanos.

Aunque inciden en la idea de que el Archipiélago es un lugar seguro, resaltan la dificultad de combatir delitos como el narcotráfico en Gran Canaria por el gran número de puertos que existen en la Isla.
El narcotráfico, clave
Pero la cosa no queda ahí. El experto en seguridad Martín González Santiago menciona en una entrevista a Atlántico Hoy el aumento de la ciberdelincuencia y el impacto de la inmigración ilegal en la seguridad. Resalta la preparación de los agentes y los esfuerzos de los servicios de inteligencia.
En los últimos años, las islas han dejado de ser sólo receptoras de droga o dinero procedente de otras rutas para convertirse también en escenario de disputas internas, de operaciones logísticas y, en algunos casos, de enfrentamientos entre bandas que operan con perfiles muy profesionales.

Todo eso genera un impacto social directo: inseguridad, preocupación e incertidumbre. Aunque los delitos violentos sean minoritarios y los datos objetivos no respalden un colapso de la seguridad, el ruido mediático y la espectacularidad de algunos hechos alimentan la alarma.